Con pico, pala, rastrillo y machete en mano, integrantes de las 67 familias beneficiarias de la “Ruta Etnoecoturística para el rescate de la cultura ancestral Zenú” en San Antonio de Palmito, Sucre, comenzaron la limpieza, poda, y adecuación de las zonas a reforestar durante la ejecución de este proyecto PDET cofinanciado por el Programa Colombia Sostenible, adscrito al Fondo Colombia en Paz (FCP).
Juan Carlos Mahecha, director del FCP, manifestó que “la unión de esfuerzos con las comunidades indígenas y el sector privado en los Montes de María para la construcción de la Ruta Etnoecoturística es una clara muestra de lo que hemos avanzado en la política Paz con Legalidad del presidente Iván Duque. De forma integral, aportamos al desarrollo rural sostenible, la conservación de la biodiversidad, y el fortalecimiento de capacidades para nuestra población rural”.
El director Mahecha agregó que las actividades de reforestación se realizarán en una extensión de seis hectáreas, área que podrán recorrer los turistas de la mano del pueblo Zenú en diversos recorridos para aprender y disfrutar de la cosmovisión y prácticas ancestrales indígenas; visitar los cultivos de ají, berenjena, yuca, ñame, entre otros; aprender sobre la elaboración de artesanías, saborear platos de la gastronomía local como bollo limpio, suero, mote de queso, pava de ají y guiso de gallina criolla; y realizar actividades al aire libre como cabalgatas, pesca recreativa o senderismo.
En los Montes de María, los turistas podrán encontrar especies propias del bosque seco tropical como el roble amarillo, la ceiba o el caracolí; árboles que por su tamaño y majestuosidad cautivarán sus sentidos, mientras les brindan refugio y sombra para hacerle el quite a los 35 grados de temperatura que caracterizan esta zona del caribe colombiano. También, podrán disfrutar de los sabores y olores del achiote, el mango, la papaya, el maracuyá, el mamoncillo, entre otros árboles frutales.
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“En San Antonio de Palmito contamos con un ecosistema que se llama bosque seco tropical, el cual está muy degradado por múltiples causas como la sobreexplotación y la tala indiscriminada. Una condición que deseamos transformar en beneficio de las comunidades, el territorio y la fauna”, explicó Eglendys Nobles Orozco, técnica ambiental de la “Ruta Etnoecoturística para el rescate de la cultura ancestral Zenú”, proyecto ejecutado por Microempresas de Colombia.
Para lograr lo anterior, los integrantes del Comité Ambiental del proyecto y los beneficiarios iniciaron la identificación de las especies nativas, con el fin de recolectar semillas y construir los semilleros para trasplantar los árboles durante los próximos meses.
A este proceso de reforestación, liderado por Microempresas de Colombia y el Programa Colombia Sostenible adscrito al Fondo Colombia en Paz, se sumó la Corporación Autónoma Regional de Sucre, Carsucre, que donará 3.000 plántulas nativas que se suman a la compra de 8.000 más por parte de los cabildos del resguardo. De esta forma, se estima la siembra de unos 12.000 árboles como aporte a la meta del Gobierno Nacional de sembrar 180 millones de árboles a 2022.
De igual manera, se adelantan acciones de articulación con la Secretaría de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Económico de San Antonio de Palmito para sumar capacidades, reducir esfuerzos y generar transformaciones de impacto ambiental en el territorio.
“Estamos avanzando por fases. A la fecha contamos con 61 semilleros familiares y comunitarios, donde han comenzado a germinar algunas semillas que trasplantaremos en los lugares definidos de manera estratégica”, afirmó Eglendys Nobles Orozco, quien agregó que también se sembrarán dos hectáreas de caña flecha, materia prima para la elaboración del emblemático sombrero vueltiao, así como de bolsos, billeteras, pulseras, anillos, correas y otras artesanías, y que es una fuente de ingresos de las comunidades.
“Este proceso nos ha permitido aprender de las características de nuestro territorio y de las especies nativas, en mi caso he descubierto árboles como el guácimo, aceituno, indio en cuero. Además, los semilleros se han convertido en un plan para compartir en familia”, aseguró Nadin Antonio Hernández Quintero, beneficiario del proyecto, quien agregó que del cuidado, conservación y protección del medio ambiente no solo dependerá el éxito de la ruta, al ofrecer al turista espacios para el avistamiento de aves, el descanso y la conexión con la naturaleza, sino también el desarrollo, la seguridad alimentaria y la vida de las comunidades que habitan la zona.
“Reforestar significa dar vida porque con cada árbol y planta protegemos las fuentes de agua, evitamos el calentamiento global, promovemos la llegada de animales y mejoramos la calidad de vida de las personas”, puntualizó Hernández Quintero.
Se estima que, en el próximo mes de diciembre empezarán a llegar los primeros turistas a la zona para realizar los recorridos de la “Ruta Etnoecoturística para el rescate de la cultura ancestral Zenú” donde podrán también, disfrutar de los beneficios que traerán consigo las nuevas plantaciones.