El cambio climático está impulsando un gran aumento de tormentas intensas y de movimiento lento en Europa, según un estudio dado a conocer por la Universidad de Newcastle y el Met Office británico.
Al investigar cómo el clima afecta a las tormentas intensas en Europa, los expertos en clima han demostrado que habrá un aumento significativo en el futuro en la ocurrencia de tormentas intensas y lentas.
Los científicos estiman que estas tormentas de movimiento lento pueden ser 14 veces más frecuentes en tierra a finales de siglo. Son estas tempestades de movimiento lento las que tienen el potencial de acumulaciones de precipitaciones muy elevadas, con impactos devastadores, como se acaba de comprobar en Alemania y Bélgica.
Dirigidos por el doctor Abdullah Kahraman, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Newcastle, los investigadores utilizaron simulaciones de modelos climáticos muy detalladas en el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Descubrieron que el movimiento más lento de las tormentas actúa para aumentar la cantidad de lluvia que se acumula localmente, aumentando el riesgo de inundaciones repentinas en Europa más allá de lo esperado según estudios anteriores.
Publicado en la revista Geophysical Research Letters, los resultados del estudio muestran que las tormentas que producen lluvias intensas pueden moverse más lentamente con el cambio climático, aumentando la duración de la exposición a estos extremos.
Kahraman, que también es científico visitante en Met Office, dijo en un comunicado: “Con los recientes avances en el poder de las supercomputadoras, ahora tenemos simulaciones climáticas paneuropeas que resuelven la atmósfera con gran detalle como lo hacen los modelos de pronóstico del tiempo a corto plazo. Estos modelos tienen un espaciado de cuadrícula de aproximadamente 2 km, lo que les permite simular mucho mejor los sistemas de tormentas, lo que resulta en una mejor representación de los extremos.
“Utilizando estas simulaciones climáticas de última generación, hemos desarrollado métricas para extraer casos potenciales de lluvias intensas y un subconjunto más pequeño, casi estacionario de estos casos con el potencial de acumulaciones de lluvias elevadas. Estas métricas brindan una visión holística del problema y nos ayudan a comprender qué factores de la atmósfera contribuyen a los cambios de lluvias intensas.
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“Este es uno de los primeros estudios que explora los cambios en la velocidad de estos sistemas de lluvias intensas, un aspecto importante que contribuye al riesgo de inundaciones. Actualmente, también estamos investigando otros tipos de clima extremo al examinar los datos de las simulaciones climáticas con la perspectiva de un pronosticador de clima severo”.
Los hallazgos del estudio son relevantes para la política de mitigación y adaptación climática en Europa, con implicaciones específicas para los impactos de futuras inundaciones, el diseño de sistemas de infraestructura y la gestión de los recursos hídricos.
Actualmente, las lluvias intensas casi estacionarias son poco comunes en Europa y rara vez ocurren en partes del mar Mediterráneo. Las predicciones precisas de cambios futuros en eventos de lluvias intensas son clave para implementar planes efectivos de adaptación y mitigación para limitar los impactos adversos del cambio climático.
Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial indicó que “necesitamos intensificar la acción climática” y atribuyó estos fenómenos extremos a la alteración de la atmósfera por las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la actividad humana.
La portavoz de la OMM dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que las imágenes muestran casas arrasadas. “Es realmente devastador”, acotó.
Clare Nullis agregó que el siniestro sobrepasó la capacidad de las medidas de prevención implementadas por los países desarrollados afectados.
“En general, Europa está preparada, pero cuando se producen eventos extremos, como los que hemos visto (dos meses de lluvia en dos días), es muy, muy difícil afrontarlos”, sostuvo Nullis, señalando que hay zonas de “total devastación” en Renania-Palatinado, un estado del suroeste de Alemania que hace frontera con Francia, Bélgica y Luxemburgo.
Entre las medidas de preparación de los países afectados la portavoz destacó una aplicación del servicio meteorológico de Suiza que emite regularmente alertas cuando se registran niveles peligrosamente altos de agua.
En contraste con las condiciones húmedas, algunas zonas de Escandinavia continúan alcanzando temperaturas abrasadoras, mientras que las columnas de humo de Siberia afectan la calidad del aire en la línea de la fecha internacional en Alaska. El calor sin precedentes en el oeste de América del Norte también ha provocado incendios forestales catastróficos en las últimas semanas.
Nullis citó el caso de la ciudad de Kouvola Anjala, en el sur de Finlandia, que ha vivido 27 días consecutivos con temperaturas superiores a los 25°C. “Se trata de Finlandia, no de España, no es el norte de África”, enfatizó.
Además, el organismo de la ONU considera preocupante el aumento de la temperatura del mar en las latitudes del norte altas. El golfo de Finlandia en el mar Báltico marcó un nivel récord de 26,6°C el 14 de julio, lo que lo convierte en el agua más cálida documentada desde que comenzaron los registros hace unos veinte años.