Preguntar qué significan los manglares dentro de algunas comunidades costeras que habitan el Pacífico colombiano es encontrarse con respuestas que van desde “son la cuna de la vida” hasta “son nuestras despensas”.

Y es que estos bosques, que dividen la desembocadura de los ríos, la tierra y el mar, son una fuente de bienestar alimentario para ellas y para el mundo y, además, son verdaderas raíces de riqueza en biodiversidad.

Por este motivo, y por muchos más, es importante su cuidado, conservación y restauración, en el caso de haber mermado su crecimiento y desarrollo por actividades como la tala y la expansión de la fronteras agrícola y acuícola.

WWF presenta ocho datos Esenciales, con ocasión este miércoles del Día Internacional de los Manglares:

1. Se encuentran únicamente en zonas tropicales y subtropicales del mundo, y por eso están en Colombia.

2. Están presentes en 122 países o territorios alrededor del mundo.

3. Viven a lo largo de la costa, bocanas de ríos y de los estuarios.

4. Son plantas que resisten agua dulce y salada y que crecen en terrenos fangosos o arenosos. Esta característica de resistencia en condiciones salobres se debe a que cuentan con sistemas de filtración que mantienen fuera gran cantidad de sal y que ayudan a sus raíces a buscar el oxígeno disponible en la superficie.

5. Sus frutos se llaman propágulos y algunos tienen forma de lanza. Esta forma les permite enterrarse en el sustrato cuando caen o flotar durante un tiempo largo hasta encontrar terrenos para asentarse y crecer.

6. Son considerados como sistemas socioecológicos. Esto significa que los seres humanos dependen de este ecosistema para su bienestar y que el manejo de sus recursos debe considerar tanto a la naturaleza como a la sociedad.

7. Son ricos en biodiversidad. En medio de sus raíces, ramas y sustrato podemos encontrar caimanes, monos, manatíes, tigrillos, hongos, peces y muchas otras especies.

8. En los manglares se pueden encontrar peces como los pargos, gualajos, jureles y bagres, que son una importante fuente de proteína para la gente de la región. Igualmente, en estos ecosistemas se encuentran chimiles o pequeñas sardinas, que son la base de cadenas tróficas.

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En Colombia

En el país hay 9 especies diferentes de este tipo de bosques. Entre ellos se encuentran: el rojo, el negro, el blanco, el nato, el piñuelo, el bobo, y el botón, entre otros.

Colombia ocupa el quinto puesto en cobertura de manglar en el continente americano y su presencia está distribuida de la siguiente manera: el 72.3% de los manglares del país están ubicados en la región Pacífico. Esto quiere decir, entonces, que el 27.7% restante se ubica en el Caribe y la zona insular de nuestro país, representada por San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Por este motivo, las especies anteriormente mencionadas se reparten entre estas dos costas y territorios insulares.

En general, la especie de manglar rojo fue una de las más afectadas por las acciones del ser humano debido a que su corteza era usada para la extracción de taninos y su madera, para la construcción de viviendas. Como es reconocido ahora por la comunidad misma, estas prácticas ya no son tan frecuentes debido al trabajo de concientización acerca de la importancia de los manglares, y de otras actividades productivas, asociadas a la pesca, que se ha venido ejerciendo en los últimos años por parte de ellos mismos.

De la misma forma en que este ecosistema puede ser explotado por las comunidades, también ha sido aprovechado de forma regulada para la extracción de otras especies como la piangua, un molusco muy reconocido en la costa Pacífica por su sabor y proliferación; o por la de crustáceos como el cangrejo meón en el norte del Golfo de Tribugá, que brinda alimento a las familias, especialmente a finales del mes de junio, en la temporada de más lluvias.

En estos momentos, estas comunidades también están buscando la conservación de estos bosques, no solo para el aprovechamiento de sus recursos, sino también para generar actividades relacionadas con un ecoturismo consciente y responsable, como la navegación y el avistamiento de aves.

Aunque en ambas costas podemos encontrar árboles de mangle muy bien conservados y desarrollados, probablemente, los manglares más altos del continente americano están en el Pacífico Colombiano: en Santa Bárbara de Iscuandé en Nariño y en Timbiquí, en el departamento del Cauca.

Como se ha venido mencionando, estos bosques presentan beneficios tanto para las comunidades de las costas como para toda la humanidad.

WWF recuerda que: Almacenan de 3 a 4 veces más carbono por hectárea que los bosques tropicales terrestres. Esto quiere decir que son muy efectivos ayudando a disminuir los efectos del cambio climático y el calentamiento global.

Funcionan como guardería para muchos juveniles de peces, moluscos y camarones. Sin ellos, especies como estas no podrían desarrollarse bien y sus depredadores, incluidos los humanos, perderíamos una fuente importante de alimento.

Forman una barrera física ante los desastres naturales como los tsunamis. Una sola línea de manglar de 500 metros puede reducir el impacto de las olas entre un 50% y un 90%.