Confrontados a los efectos crecientes del calentamiento global y a una concatenación de crisis geopolíticas, los países trabajan para resolver sus diferencias respecto a los combustibles fósiles y la solidaridad Norte-Sur a un mes de la COP28 de Dubái.
A cuatro semanas de la edición 28 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (del 30 de noviembre al 12 de diciembre), que debería declarar oficialmente que los objetivos del Acuerdo de París aún no se han cumplido, los ministros de unos cincuenta países se reúnen hasta hoy en los Emiratos Árabes Unidos, para una “pre-COP” a puertas cerradas.
Salir de los combustibles fósiles, financiar la transición energética, compartir responsabilidades entre los países desarrollados, los contaminadores históricos y los países emergentes que se están poniendo al día, y organizar la solidaridad con los países más vulnerables son algunos de los asuntos pendientes del encuentro.
Paralelamente, la humanidad debe reducir sus emisiones actuales de gases de efecto invernadero (GEI) en un 40% para 2030, con la esperanza de cumplir el objetivo más ambicioso del acuerdo de París: limitar el calentamiento a 1,5°C desde el comienzo de la era industrial.
Pero con la guerra entre Israel y Hamás, “es difícil saber dónde estaremos dentro de un mes en Oriente Medio”, comentó Alden Meyer, experto del centro E3G. Porque este conflicto corre el riesgo de “hacer más difícil la ya complicada cooperación multilateral debido a Ucrania y Rusia, las tensiones entre China y Estados Unidos y la crisis de la deuda, entre otros”.
Ocho años después de París, 2023 roza los +1,5°C por primera vez en todo un año y desde hace seis meses, los océanos baten récords de calor. En los continentes, olas de calor, incendios, inundaciones y huracanes golpean a las poblaciones.
En este contexto, la COP28, concentra tanto expectativas como ataques, ya que será presidida por la potencia petrolera y de gas de los Emiratos Árabes Unidos.
Se esperan más de 80.000 personas y 5.000 periodistas, una cifra sin precedentes, y los participantes en la inmensa feria económica al margen de las negociaciones se suman a los científicos, las oenegés y los delegados de los 198 firmantes de la convención de las Naciones Unidas para la lucha contra el cambio climático.
La presidencia emiratí espera atraer un número récord de jefes de Estado los días 1 y 2 de diciembre. Se menciona la rara presencia del presidente chino Xi Jinping o la presencia sin precedentes del Papa Francisco.
Incluso si las emisiones globales, principalmente de carbón, petróleo y gas, no han comenzado a disminuir, se han logrado algunos avances desde la COP de París.
Confrontados a los efectos crecientes del calentamiento global y a una concatenación de crisis geopolíticas, los países trabajan para resolver sus diferencias respecto a los combustibles fósiles y la solidaridad Norte-Sur a un mes de la COP28 de Dubái.
A cuatro semanas de la edición 28 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (del 30 de noviembre al 12 de diciembre), que debería declarar oficialmente que los objetivos del Acuerdo de París aún no se han cumplido, los ministros de unos cincuenta países se reúnen hasta hoy en los Emiratos Árabes Unidos, para una “pre-COP” a puertas cerradas.
Salir de los combustibles fósiles, financiar la transición energética, compartir responsabilidades entre los países desarrollados, los contaminadores históricos y los países emergentes que se están poniendo al día, y organizar la solidaridad con los países más vulnerables son algunos de los asuntos pendientes del encuentro.
Paralelamente, la humanidad debe reducir sus emisiones actuales de gases de efecto invernadero (GEI) en un 40% para 2030, con la esperanza de cumplir el objetivo más ambicioso del acuerdo de París: limitar el calentamiento a 1,5°C desde el comienzo de la era industrial.
Pero con la guerra entre Israel y Hamás, “es difícil saber dónde estaremos dentro de un mes en Oriente Medio”, comentó Alden Meyer, experto del centro E3G. Porque este conflicto corre el riesgo de “hacer más difícil la ya complicada cooperación multilateral debido a Ucrania y Rusia, las tensiones entre China y Estados Unidos y la crisis de la deuda, entre otros”.
Ocho años después de París, 2023 roza los +1,5°C por primera vez en todo un año y desde hace seis meses, los océanos baten récords de calor. En los continentes, olas de calor, incendios, inundaciones y huracanes golpean a las poblaciones.
En este contexto, la COP28, concentra tanto expectativas como ataques, ya que será presidida por la potencia petrolera y de gas de los Emiratos Árabes Unidos.
Se esperan más de 80.000 personas y 5.000 periodistas, una cifra sin precedentes, y los participantes en la inmensa feria económica al margen de las negociaciones se suman a los científicos, las oenegés y los delegados de los 198 firmantes de la convención de las Naciones Unidas para la lucha contra el cambio climático.
La presidencia emiratí espera atraer un número récord de jefes de Estado los días 1 y 2 de diciembre. Se menciona la rara presencia del presidente chino Xi Jinping o la presencia sin precedentes del Papa Francisco.
Incluso si las emisiones globales, principalmente de carbón, petróleo y gas, no han comenzado a disminuir, se han logrado algunos avances desde la COP de París.