Estrategias entre las que se encuentran el reúso de efluentes industriales, el aprovechamiento de aguas lluvias y la desalación de agua de mar, han sido implementadas para la protección y preservación del agua.
La empresa encargada de estas iniciativas es Ática, que ha concentrado sus esfuerzos en el uso de fuentes no convencionales para el abastecimiento del preciado líquido.
Una herramienta muy poderosa para reducir la huella hídrica y bajar la presión de sobre explotación de fuentes convencionales (agua superficial y subterránea) que es justamente la sustitución de estas por fuentes no convencionales como la desalinización (uso de agua de mar) y reúso de efluentes, sobre todo en zonas de alto estrés hídrico que estén cerca de la Costa, se piensan en estos proyectos, que sería abastecerse de agua de mar y que en otros países como Perú, Chile entre otros, ya se usa para satisfacer las necesidades de agua potable.
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El impacto de las acciones de Ática se ha sentido de manera positiva, a través de su gestión de tercerización de operaciones de sistemas de tratamiento de aguas, se ha logrado recuperar un total de 980.000m3/día, equivalente a la captación necesaria para abastecer a una población de 22.000 habitantes. Este logro no solo ha contribuido a mitigar el impacto del racionamiento de agua, sino que también ha establecido un ejemplo notable en la industria.
En vista de los desafíos actuales relacionados con el bajo nivel de los embalses y la necesidad urgente de conservar agua, se han identificado acciones prioritarias que las empresas pueden implementar para contribuir al ahorro del recurso hídrico.
- Estrategias de producción más limpia (limpiar en seco, utilizar temporizadores, mezclar agua/aire) para disminuir consumo con mismo efecto en limpiezas.
- El reúso de efluentes industriales se recupera desde fracciones hasta llevar la planta a “cero descargas liquidas” recuperando el 100% del efluente que antes se vertía.
- Complementar con uso y aprovechamiento de aguas lluvias cuando las condiciones de clima permitan que este aprovechamiento sea viable, es decir, que el régimen de lluvia sea tal que permita abastecer una fracción del consumo del proceso productivo.
En cuanto a los sectores industriales, las opciones de ahorro se logran al mejorar prácticas en los procedimientos, como en el caso de las aguas grises que al ingresar a un proceso de tratamiento y transformación pueden conseguir un ahorro de entre 30% y 45% de agua potable. Se pueden optimizar los procesos existentes mediante la reutilización de aguas grises, recuperación del agua lluvia, y la instalación de un centro de tratamiento primario para ser usada en riegos, baterías sanitarias o sistemas de lavado.
Pero el compromiso con la conservación del agua no recae únicamente en las empresas. Cada individuo puede contribuir al ahorro de agua mediante acciones simples en su vida diaria. Cerrar la llave mientras se cepillan los dientes, lavar la ropa con cargas completas en lavadoras y tomar duchas cortas, son solo algunas de las prácticas recomendadas que pueden marcar una diferencia significativa cuando son adoptadas a gran escala.
Además, otras acciones que pueden ser igualmente efectivas incluyen reparar inmediatamente las fugas de agua en grifos y tuberías, instalar dispositivos de bajo flujo en grifos y cabezales de ducha para reducir el consumo de agua, y recoger y reutilizar el agua de lluvia para regar plantas y jardines. De igual manera, se puede fomentar la conciencia sobre el uso responsable del agua educando a otros sobre la importancia de conservar este recurso vital y promoviendo hábitos de consumo conscientes en la comunidad.
Con miras hacia el futuro, Ática espera contribuir aún más al debate sobre sostenibilidad y cambio climático al participar en el Climate Economy Forum Latin America 2024. “Nos enorgullece compartir no solo los logros en la preservación del agua, sino también las ideas y aportes en la disminución de la huella de carbono. Estamos especialmente interesados en destacar el enfoque en el aprovechamiento de fuentes de energía renovable, como los residuos orgánicos y los subproductos de plantas de tratamiento de aguas, para la generación de energía eléctrica, térmica y como gas natural renovable”, señala Andrés Felipe Contreras, gerente comercial de aguas en Ática.
Finalmente, Ática continúa demostrando su compromiso continuo con la innovación sostenible y su liderazgo en la protección y preservación del agua, así como en la promoción de un futuro más limpio. Su participación en foros y eventos de relevancia internacional refleja su firme compromiso con la promoción de prácticas ambientales responsables y su contribución al desarrollo de soluciones innovadoras para los desafíos del agua y el cambio climático.