Medidas para combatir el tráfico ilegal de tigres, elefantes, maderas preciosas de Madagascar y África occidental, los tiburones y elefantes, fueron adoptadas por el Comité Permanente de la CITES.
Desde la perspectiva de WWF, los resultados de la reunión, que duró una semana, en su 77.º período de sesiones en Ginebra, fueron mayoritariamente positivos.
El tema de los grandes felinos asiáticos en cautiverio recibió la atención al detalle que tanto se esperaba. Las instalaciones que albergan tigres en cautiverio que permiten el comercio de los animales, sus partes y otros productos pueden complicar la aplicación de la ley, además de perpetuar y estimular una demanda que representa una amenaza para los tigres silvestres.
Este año, la Secretaría de la CITES realizó misiones en República Checa, la República Democrática Popular Lao, Sudáfrica, Tailandia y Vietnam, y el Comité discutió y acordó recomendaciones tanto genéricas como específicas para cada país. Se están planificando misiones en Estados Unidos y China en los próximos meses.
También se solicitó a la CITES que desarrollara una guía sobre cómo evaluar los aspectos de conservación en instalaciones donde se crían tigres en cautiverio. Esto ayudará a garantizar que las actividades de este tipo sean sólo para fines de conservación y no comerciales.
El Comité también acordó discutir medidas específicas para cada país relacionadas con los grandes felinos asiáticos a través de otros temas en su próxima reunión, que tendrá lugar en febrero de 2025. WWF espera que esto brinde un enfoque muy necesario en la implementación de medidas de la CITES, que anteriormente se habían discutido sólo en términos generales y se habían implementado de manera deficiente.
En relación a la tala y el comercio ilegales de las maderas preciosas (ébanos, palos de rosa y palisandros de Madagascar), el Comité acordó que un grupo de expertos técnicos supervisará las condiciones relativas al uso y comercio interno de las reservas de estas maderas. “Si bien todavía tenemos que revisar la composición y los términos de referencia de este grupo, la decisión del Comité ofrece la seguridad de que habrá menos probabilidades de que la madera talada ilegalmente se filtre al comercio nacional o internacional”, dijo Colmán Ó Críodáin, líder de Políticas para la Práctica de Vida Silvestre de WWF. “Apreciamos la voluntad de Madagascar al aceptar este resultado”, añadió.
Además, el Comité adoptó medidas para garantizar que la exportación de la madera conocida como kosso (Pterocarpus erinaceus, utilizada a menudo como sustituto del palo de rosa en la fabricación de muebles) desde los países de África Occidental fuera legal y sostenible.
El Comité también destacó evidencia nueva y sólida sobre el comercio ilegal de tiburones. El tiburón oceánico alguna vez fue una de las especies de tiburones más comunes. Pero la sobrepesca impulsada por el alto valor de sus aletas lo han llevado a estar en peligro crítico de extinción, a pesar de que están prohibidos la retención, almacenamiento, transbordo y desembarque de esta especie en las aguas internacionales donde es capturado. El Comité acordó dar prioridad a futuras investigaciones sobre la pesca y el comercio de este gran pez, y también pidió a Ecuador y Perú que tomen medidas para abordar temas de preocupación en relación con el comercio de aletas de tiburón, del primero al último.
Una de las decisiones más significativas de la COP19 de CITES fue la de proteger a los tiburones réquiem, martillo y guitarra en el Apéndice II de CITES, que restringe el comercio al exigir permisos de exportación. Estos tiburones representan alrededor del 95% del comercio mundial de aletas. “Ecuador y Perú tienen una oportunidad para actualizar su marco regulatorio y fortalecer los mecanismos de control y cumplimiento de la ley; considerando aspectos biológicos para asegurar la salud de las especies, de la mano de la creación de incentivos positivos para mejorar la calidad de vida de las comunidades costeras. Es urgente avanzar en este camino con procesos altamente participativos que beneficien a la naturaleza y a las personas”, aseguró María Inés Rivadeneira, coordinadora de Políticas de WWF para América Latina y El Caribe y gerente de Políticas y Gobernanza de WWF Ecuador.
El Comité también escuchó actualizaciones que indicaron que las tasas estimadas de caza furtiva de elefantes - al menos para las principales poblaciones de África Oriental y Meridional - siguen disminuyendo, y que los niveles de comercio ilegal de marfil continúan por debajo del pico observado durante la última década. Aun así, la matanza y el tráfico ilegales siguen siendo una amenaza para los elefantes salvajes, la cual se vuelve aún más complicada debido a la creciente incidencia de conflictos entre humanos y elefantes, la pérdida y fragmentación de su hábitat y la sequía. Reconociendo esto, los miembros del Comité acordaron acciones para reforzar el proceso del Plan de Acción Nacional para el Marfil, que detalla las acciones críticas que deben emprender los países más afectados por su comercio ilegal. Aquellos países que forman parte del proceso podrían enfrentar sanciones comerciales si no logran avances suficientes en la implementación de sus planes y en sus acciones para abordar la caza furtiva y el tráfico de elefantes.