Más de 303 especies de aves de 43 familias taxonómicas, que representan el 30% de las registradas en el departamento del Valle, son protegidas en el Parque Ecológico Providencia.
Creado como respuesta al deterioro de los bosques en la cuenca del río Amaime, causado por la actividad ganadera desregulada, el Parque Ecológico Providencia se ha consolidado como un territorio clave para la conservación de la biodiversidad. En esta área natural se protegen 303 especies de aves, 30 nacimientos de agua y cerca de 450 especies de flora.
“Desde el 2016 hemos trabajado por hacer de este espacio un refugio de biodiversidad para el Valle y Colombia, con un enfoque particular en las aves de la región y las migratorias. Nos esforzamos continuamente para crear condiciones óptimas para la preservación de flora y fauna, consolidando el Parque como punto de referencia en el país para el avistamiento o pajareo y la protección de aves”, afirma Vicente Borrero Calero, gerente general de Providencia.
El Parque cuenta con dos ecosistemas: el Bosque Seco Tropical y el Bosque Alto Andino. El primero es uno de los más vitales y únicos del mundo, siendo hogar de especies endémicas especialmente adaptadas a la aridez. Con su clima seco y estacional, este territorio proporciona servicios cruciales como la regulación del ciclo hídrico, la captura de carbono y la protección de los suelos contra la erosión.
A pesar de su relevancia, el Ministerio de Ambiente señala que el Bosque Seco Tropical es uno de los ecosistemas más degradados, fragmentados y menos conocidos del país. De sus 8 millones de hectáreas originales, hoy solo queda cerca del 9%.
Por su parte, el Bosque Alto Andino, un ecosistema montañoso distribuido a lo largo de las tres cordilleras del país, se ha visto fragmentado por la intervención de sistemas agropecuarios, según la Escuela Nacional de Formación Ambiental. Además, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) estima que en la actualidad sobreviven menos del 30% de los bosques originales en el país, lo que representa una de las mayores pérdidas ecosistémicas del país.
“Hemos trabajado durante casi 100 años para contribuir activamente a la conservación ambiental e, indudablemente, la creación de este Parque es muestra de ello. Queríamos ir más allá de nuestras operaciones y realizar un aporte directo a la preservación de los ecosistemas, protegiendo la biodiversidad y generando un impacto positivo en el entorno natural”, destacó Vicente Borrero Calero.
El compromiso de Providencia con la conservación se refleja en los datos registrados en eBird, una plataforma global utilizada por científicos y ciudadanos para monitorear la biodiversidad aviar. Según estas cifras, en el Parque se encuentran 303 especies de aves, incluyendo 3 endémicas, 4 semiendémicas, 25 acuáticas y 20 migratorias.
Entre las especies endémicas pueden ser avistadas la Ortalis columbiana, conocida como la guacharaca colombiana; el Picumnus granadensis, o carpinterito colombiano, una especie de pájaro carpintero de pequeño tamaño; y el Myiarchus apicalis, una especie de mosquero endémico de Colombia, reconocida por su canto distintivo.
Además, el Parque es un refugio estratégico para las aves migratorias que dependen de corredores biológicos seguros para descansar y alimentarse, y cuya supervivencia se ve comprometida cuando estos trayectos son alterados. La presencia de 20 especies de aves migratorias en el Parque, entre ellas la Spatula discors, el Buteo platypterus y el Parkesia noveboracensis, evidencia su papel estratégico como punto de descanso seguro.
Las aves migratorias no solo enriquecen la biodiversidad local, sino que también son indicadores vitales de la salud de los ecosistemas y del éxito en los esfuerzos de conservación, reafirmando el compromiso del Parque Ecológico Providencia con la protección y preservación del medio ambiente.
“En el Parque Ecológico Providencia trabajamos para preservar la biodiversidad de especies locales y proteger las especies migratorias que transitan por nuestro territorio. Por esto, la conservación y restauración del Bosque Seco Tropical es inseparable del cuidado de las aves que lo habitan. Así que, entre 2021 y 2024, hemos plantado más de 320.000 ejemplares de 138 especies, mientras que en el Bosque Alto Andino hemos sembrado más de 11.000 plantas, árboles y arbustos, restaurando la cobertura vegetal, mejorando la captura de carbono, enriqueciendo los suelos, y protegiendo especies endémicas”, resalta María Leonor Velásquez, directora del Parque Ecológico Providencia.