Un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de al menos 8 % registraría la economía colombiana. De acuerdo con la última medición del índice NowCash Bancolombia, esta cifra estaría empujada por el cuarto trimestre, cuando la actividad se expandió a un ritmo de 4,1 %. Esto significa un retroceso de 20 puntos básicos frente al trimestre móvil terminado en noviembre (4,3 %).
Señala el informe que las proyecciones de variación del PIB para el cuarto trimestre “a partir de nuestra información transaccional mostraron una tendencia decreciente en los meses más recientes. Pese a que el último dato sigue siendo superior a la estimación promedio de los analistas, la brecha entre ambas cifras se ha reducido de forma significativa”.
Sostiene el análisis que “al cierre de 2022 se evidenció un mejor desempeño relativo en los sectores inmobiliario, agrícola, minero y financiero. Por el contrario, se presentó una moderación en el crecimiento de la industria, la construcción, las comunicaciones, la administración pública y la recreación”.
Indica la investigación que “la serie ajustada estacionalmente de nuestro indicador muestra que economía tuvo avances mensuales en noviembre y diciembre de 0,6 % y 1,1 %, respectivamente. Si bien esto supone un desempeño secuencial mejor al de los meses previos, en la comparación frente al año previo se confirma la desaceleración que viene experimentando la actividad productiva”.
Explica el Bancolombia que el NowCast es una familia de indicadores construidos mediante el procesamiento, análisis y agregación de la información correspondiente a las transacciones en los canales y medios de pago del Grupo Bancolombia. Para tal fin, se emplean herramientas analíticas y cuantitativas avanzadas, gracias a las cuales es posible generar una estimación oportuna y en alta frecuencia sobre el estado de la actividad productiva en Colombia. Estos indicadores buscan servir como herramienta de análisis complementaria de la información oficial.
Por otra parte, y sobre la expectativa del PIB de 2022, Fedesarrollo espera que termine con un crecimiento del 7,7 %, un dato que mejora desde el anterior 6,5 %. De acuerdo con el director del centro de pensamiento y análisis, “así, se estima que la economía colombiana estaría 10,8 % por encima de los niveles prepandemia (2019), ubicándola como líder de la recuperación económica a nivel regional, por encima de pares como Chile (7 %), Perú (3,8 %), Argentina (3,5 %) y Brasil (3,4 %)”.
Otras expectativas
Añade el reporte de Fedesarrollo que, en cuanto al consumo, la economía de Colombia muestra resultados positivos en términos de las tasas de crecimiento del PIB, principalmente por un consumo interno fortalecido: “se resalta que las regiones cuyo PIB depende en gran medida del comercio, el transporte y el alojamiento siguen teniendo un crecimiento destacado de su economía”.
Ahora, la expectativa deja ver que las proyecciones futuras esperan una moderación en el crecimiento del país por fenómenos inflacionarios y la incertidumbre de la economía global.
De acuerdo con Mejía, “se espera que esta desaceleración afecte más pronunciadamente a las regiones que concentran las actividades de comercio, transporte y alojamiento. Por su parte, las regiones con concentración de productos agrícolas y minero energéticos pueden presentar una ligera recuperación por los mejores pronósticos de estos sectores”, concluye el análisis.
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Lo que señala ANIF
Por otro lado, en un análisis de ANIF, las cifras de la economía colombiana en 2022 sorprendieron, pero la convulsión de las economías globales augura un panorama de decrecimiento desde finales del 2022 y de complicaciones económicas para el 2023.
Sostiene que el mundo entero está atravesando una situación inflacionaria no vista en décadas. Los problemas logísticos que persisten de la pandemia, el conflicto ruso- ucraniano que no da su brazo a torcer, las políticas covid cero de China, entre otros factores, han desencadenado un alza en los precios a nivel global.
“Sumado a eso y como consecuencia del fenómeno inflacionario las economías más importantes del globo han iniciado un proceso de normalización de la política monetaria, una situación que endurece las condiciones de crédito a nivel internacional y que tendrá efectos importantes sobre la economía colombiana, pues recordemos que dependemos, en buena medida, de los flujos de capital extranjero. La suma de estos efectos golpeará al país en el 2023, un año que se perfila difícil”, aseguran los expertos.
En vista del panorama que presentan las cifras, en ANIF cambiamos nuestras proyecciones de crecimiento para el 2022 (7,5 %-7,9 %). El ajuste se hace con base en los resultados favorables del PIB, y de los indicadores líderes. Ahora, también hacemos una modificación para el cierre del 2023, proyectamos un crecimiento entre 1,2 % y el 1,6 %, teniendo en cuenta una eventual caída del consumo interno y de la normalización del proceso de recuperación económica.
Indican que “ya al cierre del tercer trimestre, la economía daba señales de pérdida de ritmo de crecimiento. Como es de esperarse, una vez se dejan atrás los efectos estadísticos de base, las tasas de crecimiento se atenúan y convergen cerca al promedio histórico. Los menores crecimientos de sectores que venían siendo el motor de crecimiento, como el comercio y la industria, dejan entrever que la economía se aleja de las variaciones de dos dígitos que se registraron desde hace unos trimestres”.
Además, la contracción intermensual de la economía corrobora el endurecimiento de las condiciones de crecimiento. “Como hemos referido, la constante preocupación a lo largo del año la situación de las actividades agropecuarias, con condiciones climáticas desfavorables han mermado la capacidad de generación de valor del sector. En lo corrido del año, es la única actividad que registra una tasa negativa, por lo que, de continuar con esa tendencia, es prácticamente un hecho que cerrará el 2022 con saldo rojo”, sostienen los economistas.
La demanda interna
En el comercio exterior, y derivado del importante crecimiento de la demanda interna, las importaciones mantienen una mayor expansión que las exportaciones, lo que compromete el déficit de cuenta corriente. No obstante, vale mencionar que, por primera vez, la inversión fue la protagonista de las compras al exterior, pues gran parte de los productos que ingresaron al país fueron de maquinaria y equipo, vehículos para usos especiales y tecnología agropecuaria. Así mismo, ese importante crecimiento ha apalancado la dinámica de servicios de ocio y productos textiles. El turismo, transporte y los servicios recreativos continúan siendo el eje central del consumo de los hogares.
Empero, los excesos de demanda seguirán presionando los precios al alza y el Banco Central podría tener espacio para seguir ajustando su política monetaria con consecuencias sobre el aparato productivo. Eso, de la mano de un entorno global incierto y de menores expectativas de crecimiento económico, augura un panorama cuanto menos retador para este año.
“Con todo, los resultados del PIB están en línea con las previsiones de crecimiento que tenemos en ANIF, con lo cual ratificamos nuestro pronóstico, en el cual esperamos que el producto se expanda entre 7,5 %-7,9 % a cierre de 2022. Para este año, esperamos que el consumo privado caiga por debajo del crecimiento del producto a medida que las reservas de ahorro y condiciones de crédito se endurecen. Eso llevará, igualmente, a una menor dinámica de los servicios, que fueron los protagonistas en materia de crecimiento en el 2022. Así mismo, y derivado de las condiciones externas adversas, algunos de nuestros productos tradicionales podrían sufrir variaciones en sus precios, por lo que se desincentivaría su producción”.