Hasta el desempleo juvenil afecta más a las mujeres | El Nuevo Siglo
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Sábado, 16 de Enero de 2021
Redacción Economía

La mujer no solo ha tenido que cargar con la cruz del mayor desempleo laboral en Colombia, con una tasa cercana al 20,8% hasta noviembre del año pasado, sino que también ese comportamiento está afectando a las trabajadoras jóvenes.

De acuerdo con las estadísticas del DANE, por cada hombre que perdió el empleo, 1,7 mujeres lo perdieron; por cada hombre que entró al desempleo, 1,5 mujeres lo hicieron; y las mujeres aumentaron más su inactividad que los hombres con una relación de 2 a 1.



Para el último trimestre del año pasado, la tasa de desempleo para las mujeres fue de 20,8% y para los hombres de 12,1%. Asimismo, las mujeres jóvenes desocupadas de 14 a 28 años de edad, corresponden al 44,6% del total de desocupadas; mientras que, los hombres jóvenes representan el 40,3% de los desocupados.

Para Adriana Escobar, socia en CMS Rodríguez Azuero y líder del área de Derecho Laboral y Pensiones, “en la medida que las mujeres logren visualizar sus capacidades dentro de un entorno laboral competitivo y desafiante, pero incluyente y diverso, podrán desempeñarse con mayores niveles de confianza y seguridad, imprimiendo inspiración en sus equipos de trabajo y llevándolos a su máxima capacidad de crecimiento, pero si esto no es así como sucede ahora, tendrán mayor desempleo”.

Ante esta situación, la mayoría de expertos coincide en que lo fundamental es asumir que se deben sortear momentos de vulnerabilidad, junto con espacios para invertir el tiempo en construir equipo, guiando en cómo y qué priorizar.

 Impacto

Sobre el panorama actual colombiano, Escobar hizo hincapié en que se debe tener en cuenta que, a raíz de la pandemia, el desempleo ha sido la variable más afectada para el género femenino. “Las estadísticas hablan por sí solas: 5.2 millones de mujeres se vieron perjudicadas laboralmente, cifra equivalente al 56% frente a un 45% de hombres. Adicionalmente, la reactivación de los últimos meses ha mostrado mayor dinamismo en los trabajos considerados masculinos frente a los trabajos mayormente desempeñados por mujeres y, según el DANE, el 25,5% de ellas han perdido su trabajo, frente al 17% de los hombres”.

De otro lado y teniendo en cuenta el último reporte de DANE, Durante el trimestre septiembre-noviembre de 2020, la tasa global de participación (TGP) de la población joven en el total nacional fue 56,2%, cuando en el mismo periodo del año anterior esta tasa fue 57,1%.

Para las mujeres esta tasa se ubicó en 48,4% y para los hombres fue 63,9%. La tasa de ocupación (TO) para el total de personas entre 14 y 28 años fue 43,6%, presentando una disminución de 4,0 puntos comparado con el trimestre móvil septiembre-noviembre 2019 (47,6%). Para los hombres esta tasa se ubicó en 53,9% y para las mujeres la TO fue 33,3%.

De otro lado y teniendo en cuenta el mismo reporte, la tasa de desempleo (TD) de la población joven se ubicó en 22,4%, registrando un aumento de 5,7 puntos frente al mismo trimestre del 2019 (16,7%). Para las mujeres esta tasa se ubicó en 31,2% aumentando 9,8 puntos frente al mismo periodo del 2019 (21,4%). La TD de los hombres fue 15,7%, aumentando 2,7 puntos respecto al mismo periodo del año anterior (13,0%).

Diferencias

Señala el DANE que respecto a las tasas de ocupación y desempleo de hombres y mujeres jóvenes, se destaca que en el trimestre septiembre-noviembre 2020, la tasa de ocupación (TO) de los hombres (53,9%) fue mayor que la TO de las mujeres (33,3%) en 20,6 puntos porcentuales. Comparado con el mismo trimestre de 2019 esta diferencia aumentó 3,7 puntos porcentuales. Entre tanto, la tasa de desempleo (TD) de los hombres (15,7%) fue menor que la TD de las mujeres (31,2%) en 15,4 puntos porcentuales. Esta diferencia aumentó 7,0 puntos porcentuales frente al trimestre móvil septiembre - noviembre 2019.

Paula Herrera Idárraga, profesora del departamento de Economía de la U. Javeriana, sostuvo que hay que prestarle atención a este grupo poblacional. “Cuando vemos a las mujeres jóvenes encontramos que son muchas las que no trabajan ni estudian y ahora están dedicadas solo a labores domésticas no remuneradas. Esto nos tiene que preocupar”, manifestó.



Iván Jaramillo Jassir, del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, explicó que “lo que refleja esa brecha ocupacional es cómo el confinamiento ha profundizado la carga en las actividades de economía del cuidado no remunerado en cabeza de las mujeres por el patrón cultural machista que tenemos, que impide el acceso a actividades que si están pagadas”.

Sumado a la dificultad que tienen las mujeres en conseguir empleo por cuenta de sus múltiples tareas, que incluyen cuidar de otras personas y/o labores domésticas, las trabajadoras formales han perdido también sus puestos de trabajo por cuenta de la pandemia, pues la fuerza laboral de sectores de servicio y comercio están especialmente compuestos por ellas.

Para Cristina Fernández, investigadora de Fedesarrollo, la pandemia solo ha visibilizado una problemática que ya viene desde hace muchos años y de la que hay que tomar cartas en el asunto.

Formación

“Está demostrado que las mujeres están incluso más preparadas en términos educativos que los hombres, pero es muy difícil entrar y mantenerse en un mercado laboral que no es flexible con los horarios y en el que no hay suficientes oportunidades. Además, las dobles jornadas, tanto en el hogar como en el trabajo, las pueden hacer menos productivas”, apuntó.

Una investigación de Tatiana Gélvez, de Razón Pública, señala que en Colombia, las mujeres perdieron más empleos en algunos de los sectores económicos más golpeados. Un ejemplo de esto es el sector de textiles, ropa y cuero, cuyo empleo se contrajo 28% entre junio de 2019 y junio de 2020: aquí se perdieron 220 mil empleos, de los cuales 173 mil eran de mujeres (80%).

El 42% de los hombres que perdieron el empleo en julio de este año trabajaban en empresas de diez personas o menos. Para las mujeres esta cifra es de 71%. La pérdida de empleos femeninos se concentró en empresas pequeñas, sobre todo informales como peluquerías y lavanderías.

Por otro lado, muchas mujeres se vieron enfrentadas a una mayor carga de trabajo doméstico no remunerado, debido a las medidas de aislamiento preventivo que cerraron los colegios y suspendieron los servicios domésticos remunerados.

El resultado ha sido que las familias hayan tenido que asumir toda la carga del trabajo de cuidado y doméstico que antes contrataban. Esto lo muestra la fuerte contracción del 46% en el empleo de servicio doméstico en julio de 2020 en comparación con 2019.

Adicionalmente, el aumento del trabajo doméstico no remunerado les ha impuesto a las mujeres más limitaciones para buscar empleo y, por tanto, las ha forzado a estar inactivas. En julio se registró un aumento de 1.9 millones de mujeres inactivas, de las cuales el 94% se dedicaron a oficios del hogar.