Mañana inicia el Año Nuevo Chino, conocido también como “Festival de la Primavera China” (春节 Chūn Jié) y esta vez será representado por el conejo de agua. Las celebraciones en todo el territorio están llenas de historias y costumbres de gran voltaje cultural.

Sin duda, China es uno de los países más visitados del mundo, puesto que cuenta con fascinantes lugares llenos de historias, glaciares, montañas nevadas, vastos desiertos, islas hermosas, playas, praderas, paisajes naturales y museos autóctonos.

En torno al Año Nuevo se produce una concentración de viajes única en el mundo: es considerada la mayor migración humana anual.

A continuación, los lugares más atractivos de China para conocer y disfrutar a lo largo del año.

La Gran Muralla

Es la mayor obra de ingeniería del mundo y una de las atracciones principales de China. Visitarla es una regla para todo turista que se encuentre en el país asiático. Son 21 mil kilómetros de extensión y aproximadamente 14 caminos distintos que se pueden explorar, y no todos son aptos para cualquier público; algunos requieren de cierta condición física. Antes de visitarla hay que informarse sobre las distintas opciones.

Esta fortificación comenzó a construirse en el siglo V a.C. pero siguió ampliándose y reconstruyéndose hasta el siglo XV para la protección ante las constantes amenazas de invasión. A pesar de que muchas zonas se han visto fuertemente dañadas, la muralla sigue en pie y puede visitarse fácilmente desde Pekín. El tramo mejor conservado y, por tanto, más turístico es el de Badaling (a 80 kilómetros de la capital) pero si se tiene ganas de más aventura se recomienda visitar las zonas de Simatai y Jinshanling.

Xi’an

Se le considera la "ciudad museo" del país. Xi'an fue la capital de muchas de las dinastías chinas más influyentes durante miles de años, y la ciudad aún conserva edificios y estructuras de aquellos tiempos. Entre tales monumentos están la muralla de la ciudad, de 12 metros de altura, 12-14 metros de grosor y 14 kilómetros de longitud.

En Xi’an se podrá encontrar la China más tradicional representada por una bonita muralla y torres grandiosas, así como un barrio musulmán auténtico como si se estuviera en Marruecos. Cerca de la puerta sur de la muralla de Xi'an está el Museo del Bosque de Estelas de Piedra, donde se observa la intrincada caligrafía grabada en las piedras. Allí se puede visitar la gran mezquita, la Torre de la Campana y la Torre del Tambor.

Buda de Leshan

Al lado de un acantilado, en la confluencia de los ríos Dadu, Jianng y Qingyi y a unas cuantas horas de Chengdu, se encuentra la estatua de piedra de Buda más alta del mundo. El Buda de Leshan alcanza los 71 metros de altura y se esculpió en el siglo VIII con el objetivo de que vigilase el cauce de los ríos tan bravíos que se tragaban cualquier barco que navegase por ellos. Actualmente puede visitarse su templo anexo, el de Dafo, en el que se podrá encontrar más estatuas budistas para después contemplar al grandioso Buda. El Buda gigante de Leshan (Da Fo), declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tiene el récord de ser la escultura de Buda más grande del mundo.

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Hong Kong

Una de las ciudades más modernas del mundo, está llena de contrastes dignos de admirar: riqueza y pobreza, luz y penumbra, oriental y occidental, son algunas de las clasificaciones que podrán hacer los visitantes. Sin duda los 150 años de influencia colonial y los 5.000 de tradición china han hecho que Hong Kong sea un lugar con personalidad propia. Además, podrá contemplar los fascinantes rascacielos iluminados por su espectáculo de luces cada noche, desde la Avenida de las Estrellas, y visitar el Victoria Peak, el monte más alto de la ciudad, al caer el atardecer. En esta ciudad se puede disfrutar de la comida cantonesa en los mercadillos nocturnos, ir a las fiestas de Lan Kwai Fong o subir y bajar una y otra vez en las escaleras más largas del mundo, The Central-Mid-Level escalators.

Shanghái

Shanghái es uno de los lugares más impresionantes del mundo, sobre todo si se contempla desde el Bund, el malecón con aires coloniales de la ciudad. En la segunda capital de China se puede pasear por la bulliciosa y moderna Nanjing Road (la arteria comercial de Shanghái) pero también visitar la Ciudad Antigua y adéntrarse en los Jardines de Yuyuang. Sin duda, es una ciudad que se ha convertido en un gigante financiero, industrial, cultural y turístico, capaz de aunar la modernidad de impresionantes rascacielos con los edificios coloniales y las casas tradicionales. Shanghái aún conserva retales de su pasado tradicional que lo convierten en un destino exótico, lejano y desconocido. Actualmente Shanghái funciona como cruce de culturas que la convierten en un enclave cosmopolita y abierto que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.