En el cascarón | El Nuevo Siglo
Jueves, 31 de Enero de 2019

EVIDENTE que el presidente Iván Duque aún parece gobernar desde el cascarón de principiante, sin lograr despegar su nave de Gobierno.

Sus primeros seis meses han sido de mucho protagonismo en medios y poca afectividad.

Incluso, voceros del sector privado estiman que el jefe del Estado aún parece en campaña. Los tiene aturdidos el sonsonete de la economía naranja.

Los empresarios consideran que el primer mandatario parece estar aún en campaña, pues todo pasa generalmente por anuncios, balances y proyectos.

Le piden celeridad y firmeza en los puntos claves  del desarrollo nacional, sin detenerse tanto en pequeños detalles que usualmente no llevan a nada.

Que tome las riendas del Ejecutivo y comience a ejecutar, menos a decir que todo va bien. Plantea ideas, pero no las aterriza.

Preocupa a hombres de negocios la poca efectividad de ministros del despacho, pues señalan que en su mayoría, se dedican a formular ideas, muy poco a adoptar decisiones.

Que el presidente Duque aún no muestra su talante, carece de estilo propio y hay muy poco que lo identifique o caracterice.

Hay sectores de opinión que coinciden con las voces de la calle: el Gobierno parece estar todavía de empalme.

¿Cuál es la estrategia de Duque para reactivar la economía y ponerla arriba del 3% anual? No hay Plan de Desarrollo, ni un bosquejo para llevar al Congreso.

¿Qué pueden esperar inversores de la política industrial?

¿A dónde quiere ir el Ejecutivo con el sector rural? ¿En flores y café, qué?

En minería, ¿cuál es el mandato a seguir contra informalidad?

En restitución de tierras, ni un avance. Los campesinos desplazados a la fuerza de sus parcelas siguen esperando a la vera del camino.

Los ganaderos exigen seguridad, protección y saber cuál será el programa de fomento al sector, a sus exportaciones.

Se requiere conocer el plan oficial de compras estatales como insumo de producción y ventas.

El comercio e industria demandan criterios del Gobierno para desarrollar plan concertado de estímulos y beneficios para crear nuevos empleos.

En seguridad social no sabemos nada del futuro del régimen de pensiones en Colombia. Tampoco se ha avanzado en la crisis del sector salud, sumida en caos financiero y saqueo de recursos.

Hasta ahora muchos baños de agua tibia y de fondo, escaso.

En relaciones internacionales todo va resumido en nombramientos en embajadas y consulados. Ninguna acción bilateral, tampoco global en frentes como comercio, inversiones, garantías jurídicas y lucha contra narcocultivos.

En los hogares no se recobra la confianza porque hay sensación de que aquí no cambia nada.

La incertidumbre de consumidores se relaciona básicamente con el poco brillo que tiene el Gobierno.

La dinámica en ventas y facturación como impulso de la economía y regional no inicia porque familias aún no sienten la diferencia con lo que veían y sentían antes de asumir el presidente Duque.

Es preciso subir el tono de mando e ir recobrando optimismo. Salirse ya del cascarón.