El demócrata Joe Biden cumplió este miércoles su primera semana como presidente de Estados Unidos y desde el mismo día de su posesión firmó varias resoluciones, la mayoría decisiones en el plano doméstico y que había anunciado desde campaña. Adoptó algunas medidas para enfrentar el coronavirus y está a la espera de que el bipartidismo del Congreso apruebe el plan de ayuda de US$1.9 billones no sólo para mantener los subsidios a los más afectados por la pandemia, sino ayudar a las empresas, motor de la inaplazable reactivación económica.
Aquí las más importantes decisiones que el presidente norteamericano ha adoptado:
1. Freno a extracción de hidrocarburos. En el marco de su política climática, ordenó suspender nuevas perforaciones de hidrocarburos en terrenos federales "en la medida de lo posible", aunque la decisión es a futuro, es decir no afectará los contratos existentes. De igual forma se comprometió a proteger el 30% de las tierras y aguas federales para 2030, con el fin de detener la pérdida de biodiversidad. En campaña prometió dejar de usar combustibles fósiles y llegar a la neutralidad en el sector energético en 2035 y en toda la economía en 2050.
Y aunque la decisión va en tal sentido ya generó el inconformismo de dicha industria. Mike Sommers, presidente y director de American Petroleum Institute dijo que tal restricción “no es más que una política de 'importar más petróleo… La demanda de energía seguirá aumentando y podemos optar por producir esa energía aquí o depender de países extranjeros hostiles a los intereses estadounidenses".
Esta medida se suma a la cancelación del oleoducto y gasoducto Keystone XL, proyecto concebido hace más de una década y que transportaría millones de galones de petróleo desde Canadá a refinerías en Estados Unidos.
2. Cumbre climática. En aras de "liderar la respuesta mundial" a la crisis del clima, como lo afirmó en su posesión y ordenar el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, Biden anunció este miércoles una Cumbre de Líderes Climáticos, organizada por Washington el 22 de abril, Día de la Tierra y también quinto aniversario de la firma del mencionado acuerdo.
En dicha cita se esperaría también que anuncie detalladamente su plan medioambiental, por ejemplo previendo una reducción del 50% de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con los niveles de 2005. Dichos lineamientos se llevarían a la COP26 de Glasgow a finales de este año.
Se sabe que el mandatario norteamericano presentará en febrero al Congreso un plan de US$2.000 millones para la lucha contra el calentamiento global, por lo que desea instalar de manera permanente medidas 'verdes' dentro de la economía estadounidense.
3. Made in América. A través de un decreto, el presidente ordena dar prioridad en los contratos con el gobierno federal a las empresas que compren productos y/o insumos ‘made in América’. El gobierno federal gasta aproximadamente cerca de 600.000 millones de dólares anuales en la seguridad del país. "Tenemos que asegurarnos de que este dinero vaya a empresas estadounidenses", dijo Biden al tiempo que dijo que con ello “podemos crear más puestos de trabajo”, especialmente en la industria manufacturera.
Canadá, uno de los socios estratégicos advirtió que dicha disposición puede perjudicar su comercio, mientras que muchas empresas –como las de automóviles- que ello podría generar un aumento de los costos. La idea de la nueva Administración estaría apoyada con un plan de US$400 mil millones para proyectos que utilicen los productos hechos en suelo norteamericano, como el acero o los equipos de protección para trabajadores de la salud.
4. Lucha contra el covid. Con la meta de vacunar 300 millones de personas para el final del verano o inicio del otoño, la administración Biden amplió la compra de vacunas contra el covid-19. A las 400 millones de dosis que había negociado su antecesor, negoció otros 200 millones, la mitad provendrán de Pfizer y el resto de Moderna.
El día de su posición endureció las reglas sobre el uso del tapabocas (obligatorio en los edificios federales y los transportes interestatales, así como para los empleados del gobierno central), ordenó la cuarentena para las personas que llegan a Estados Unidos a quienes se exigirá la prueba PCR. De igual forma ordenó el regreso de EU a la Organización Mundial de la Salud, comprometiéndose con apoyo financiero y alabó su liderazgo en la lucha contra la pandemia, a diferencia de su antecesor, Donald Trump, quien no sólo cuestionó su tardía información al mundo sobre el covid, sino que denunció que habría sido manipulado por China en dicho tema.
Otra de las medidas fue ampliar la lista de viajeros ‘vetados’ para entrar a suelo americano: los que provengan de Gran Bretaña, Brasil, Sudáfrica, Irlanda y buena parte de Europa debido a la alta incidencia de la pandemia en estos lugares.
5. Agenda migratoria de Biden: Lo que prometió en campaña es legalizar a 11 millones de extranjeros que residen en Estados Unidos si no tienen antecedentes penales y pagan impuestos. En desarrollo de la misma, uno de sus primeros decretos fue detener casi todas las deportaciones durante 100 días de los inmigrantes indocumentados que llegaron antes del pasado 1 de noviembre, pero el mismo sufrió esta semana un revés judicial.
Solicitado con urgencia por las autoridades republicanas de Texas, el juez Drew Tipton decidió suspender temporalmente la medida hasta que se realice un examen de fondo del caso. "Texas ha demostrado que tiene posibilidades de éxito", dijo. Su plan migratorio, para lo cual ya envió un proyecto al Congreso, también contempla mayor protección de los jóvenes llamados "Dreamers" -traídos cuando eran niños a Estados Unidos ilegalmente por sus padres, y a quienes el expresidente Barack Obama protegió de la deportación en 2012 a través del decreto ejecutivo DACA. Otra medida que tomó Biden fue levantar el veto para ingresar a país que tenían las personas de origen musulmán.
6. Extender New Start. En línea de lo que tenía planteado su antecesor, tras el ofrecimiento meses atrás del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el norteamericano Joe Biden avaló la extensión por cinco años más del tratado de reducción de armas nucleares “New Start”, el que fue ratificado ya por la duma rusa.
El tratado, que limitó a 1.550 el número de ojivas nucleares de las dos potencias, expiraba el 5 de febrero. El anuncio lo hizo Putin luego de que hablara telefónicamente con el mandatario norteamericano y señalara que ambos países tienen una gran responsabilidad en la seguridad mundial.
7. Espaldarazo a Taiwán. Es el único tema de la política exterior sobre la que se ha pronunciado el gobierno Biden. El sábado en la noche, varios aviones de China penetraron en el espacio aéreo de Taiwán, en lo que calificó dicha administración como un “acto de intimidación”. Por ello, a través de su portavoz en el Departamento de Estado indicó que “notamos con preocupación la tendencia actual de la RPC (República Popular de China) de intimidar a sus vecinos, incluido Taiwán… Llamamos a Pekín a cesar sus presiones militares, diplomáticas y económicas contra la isla…El compromiso de Estados Unidos con Taiwán es sólido como una roca".
Sin embargo este miércoles ese régimen indicó que “la reciente incursión de aviones militares en el estrecho de Taiwán constituye una advertencia solemne" a Estados Unidos y a los independentistas taiwaneses”.
8. Otras decisiones. Suspender la construcción del muro en la frontera con México, pero que continuará hasta terminar los contratos vigentes; el retorno de personas transgénero a la fuerzas armadas militares y la no renovación de los contratos con operadores de prisiones federales privadas fueron otras de las medidas que ordenó Biden.
En el primer tema y ante el renacimiento de las caravanas de migrantes centroamericanos, habló con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador para que refuerce su política fronteriza en el compromiso de frenar el paso de ilegales.
En cuanto al segundo, firmó un decreto que reza “los miembros del servicio que sean transgénero ya no estarán sujetos a la posibilidad de ser despedidos o separados por motivos de identidad de género". Y finalmente, respecto a las prisiones en el que argumenta su decisión en que las cárceles privadas se benefician de los prisioneros federales y, de acuerdo con un informe de la inspección general del Departamento de Justicia, “son menos seguras tanto para los reos como para los guardias que los centros de detención estatales”.