El año pasado, el Departamento Nacional de Estadística (DANE) revelaba que para 2020 las cifras de colombianos debajo de la línea de pobreza llegaban a cerca de 21,5 millones de personas.
El 2021, que comenzó con nuevos cierres por culpa de otra ola de contagios de coronavirus, y luego repuntó en reactivación económica, gracias al proceso de vacunación, se vio ralentizado por los bloqueos a las vías que se dieron en medio del Paro Nacional.
La pérdida de la calificación crediticia por varias agencias internacionales hizo que el gobierno tomara medidas y llegara a consensos que permitieran apalancar la economía. Este hecho surtió efecto y ha llevado a que el país pueda crecer cerca del 9,7% del PIB en 2021.
No obstante, la tasa de crecimiento de la economía no arrastró de igual forma a la tasa de ocupación laboral, que terminó el año en dos dígitos y más cerca del 15% que del 10%.
Ese panorama hace que expertos consideren que la pobreza en 2021 pudo haber disminuido y aún estar lejos de los niveles prepandemia, cuando rondaba el 35%, un dato que no es menor y que sigue siendo uno de los flagelos que más agobia a la sociedad nacional.
De acuerdo con Fedesarrollo, la pobreza no disminuiría lo suficiente en 2021, sino que aumentaría en el dato que se tiene para 2020. Luis Fernando Mejía, director ejecutivo del centro de pensamiento, dijo que “nosotros tuvimos un debate técnico con el DANE sobre la medición de pobreza monetaria de 2020. De hecho, publiqué hace algunos días un tuit en donde mostraba que cuando la Cepal publicó sus datos de pobreza para la región en Colombia, mostraban que la pobreza, por ejemplo, la monetaria rural, había aumentado. El DANE, usted recordará que había dicho que la pobreza rural había caído sustancialmente en 2020, entonces nosotros tenemos una diferencia metodológica muy grande. Nosotros identificamos un error, digamos en la construcción de la línea de ese indicador pobreza rural, y entonces el dato de pobreza que publicó el DANE que era 42,5% para el 2020, creemos que es superior”, explicó
Empleo
De ese dato, Fedesarrollo realizó su análisis para llegar a una cifra estimada de pobreza para el año pasado. “A partir de ese dato, nosotros hacemos el cálculo. Cuando hacen el pronóstico para 2021 entonces creemos que la pobreza estuvo alrededor del 43,4% en el 2020, básicamente porque la cifra de pobreza rural estuvo subestimada por parte del DANE. Esta entidad había hablado de 42,5%, y nosotros estamos casi un punto por encima del DANE. Con base en ese 43,4% que nosotros estimamos pudo haber sido la cifra de pobreza en el 2020 y la dinámica del mercado laboral, estimamos que la pobreza en 2021 pudo haber cerrado en alrededor del 40%”, puntualizó Mejía.
Mejía cree que esa cifra podría aumentar: “una caída de 3 puntos porcentuales, pero no es un retorno al 35,7% que teníamos antes de la pandemia en 2019. ¿Y por qué no retornamos a los niveles de prepandemia? Básicamente por el mercado laboral, porque realmente el elemento más importante para terminar la incidencia de la pobreza son los ingresos de los hogares, y los ingresos de los hogares a su vez dependen de cómo está el mercado laboral, y el año pasado pues ya sabemos que la tasa de desempleo fue 13,7% de promedio en el año y en el 2019 había sido 10,5%. O sea, estamos más de 3 puntos por encima en términos de desempleo, tenemos cerca de 1.200.000 ocupados menos, y eso implica pues que los ingresos de los hogares todavía no están en los niveles prepandemia”, señaló.
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Desde la academia, se tiene una lectura similar. Para Iván Jaramillo, director del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, es preocupante “porque nosotros tenemos todas las cifras, indican que por lo menos hay 22 millones por debajo de la línea de pobreza en el país y eso es una cifra que estaba a mediados del 2021”.
Jaramillo aseveró que la desigualdad y la desconexión laboral no da muy buenos augurios, “es posible que esa línea haya bajado un poco, que haya menos pobres para el año pasado, pues va a ser difícil porque desafortunadamente más allá de los esfuerzos que se han hecho con la reactivación, sigue habiendo carencias en materia de conexión del crecimiento económico. Por ejemplo, con los niveles de empleabilidad, entonces se va a ver una reducción modesta, nuestro pesimismo en materia de mejora en los estándares de pobreza multidimensional del país, el problema del índice de Gini en Colombia, que sigue estando muy por encima de las expectativas, o sea que hay más desigualdad, y el problema de las carencias en materia de conexión entre crecimiento económico y las mejoras de los niveles de empleabilidad”.
Inflación y pobreza en 2022
Sin lugar a dudas este es otro de los fenómenos que más afectan la lucha contra la pobreza, pues la inflación y el aumento de los precios para los consumidores terminan generando un problema regresivo.
En ese sentido, Iván Jaramillo opina que “el problema es la perspectiva moderadamente pesimista en ese reto de superación para sacar a la mayor cantidad de hogares de la pobreza, dada la inflación que justamente está atravesando el país y es una preocupación mundial, porque es uno de los fenómenos más regresivos en materia de distribución de ingresos y que neutraliza las teorías de vías de recuperación del ingreso de los hogares; después la inflación es uno de los fenómenos más regresivos que hay y que impiden y ralentizan muchísimo esa salida de esos 20 millones de personas de la pobreza, que al menos formalmente siempre se entiende que tiene elementos del contexto económico colombiano”.
Para el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, el fenómeno de la inflación podría llegar a 8% este año, antes de empezar a estabilizarse. “Si mantenemos una inflación alta, por ejemplo, ¿qué podría suceder en términos de pobreza? Podríamos aumentar esa pobreza que se vio el año pasado, pero depende de dos cosas: de la recuperación del mercado laboral, qué tan rápido continúa el descenso de la tasa de empleo y que ojalá llegue a niveles del 10% al menos en este año. Y, por otro lado, que el tema de inflación especialmente de alimentos sea un fenómeno relativamente permanente. Incluso con una recuperación del mercado laboral podría haber dependencia porque justamente, en la canasta especialmente de pobreza extrema, lo que más pesa es el gasto que ellos hacen un alimento. Si usted tiene un deterioro muy grande vía inflación, es decir, un aumento de costo de la canasta básica nutricional, la pobreza extrema naturalmente podría tener un deterioro”, explica.
Para el experto, el golpe de la inflación a la pobreza depende de cuánto dure este fenómeno. “Ahora bien, nuestra expectativa es que, como usted recordará, si la inflación empieza a caer en la segunda mitad del año entonces eso nos da cierto optimismo para pensar en una inflación menor en la segunda mitad del año, una convergencia a niveles más cercanos al 4,5% y una recuperación del mercado laboral; debería darnos un descenso adicional de la tasa de pobreza en este 2022. Sin embargo, está en riesgo lo que le acabo de comentar, en la medida en que sea más permanente este choque por la administración de alimentos, pues obviamente habría una posibilidad de un deterioro, en los niveles de pobreza, especialmente de pobreza extrema, que son los que más se afectan con la inflación de alimentos”, puntualizó Mejía.