Una decisión tomada por Estados Unidos frente a la Organización Mundial de Comercio encendió la polémica
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La pregunta tiene una respuesta obvia, pero ese es debate público de los últimos días en el país del ‘Sagrado Corazón’.
Todo se originó en una acción del gobierno norteamericano que el lunes anunció la modificación de una exención clave a las leyes comerciales correctivas de Estados Unidos que facilitaría la penalización de más dos docenas de los denominados países en desarrollo, incluidos China, India y Sudáfrica.
Con ese fin, Estados Unidos redujo su lista interna de países en desarrollo y menos desarrollados para restringir el umbral con el fin de iniciar una investigación estadounidense respecto a si las naciones están perjudicando a las industrias estadounidenses con exportaciones subsidiadas deslealmente.
Al hacerlo, Estados Unidos eliminó sus preferencias especiales a Colombia, dentro de una lista de países y territorios en desarrollo que también incluyen a Albania, Argentina, Armenia, Brasil, Bulgaria, Costa Rica, Georgia, Hong Kong, Indonesia, Kazajistán, Kirguistán, Malasia, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Rumania, Singapur, Corea del Sur, Tailandia, Ucrania y Vietnam.
Robert Lighthizer, representante de Comercio de Estados Unidos, explicó que era necesario revisar su metodología porque la que data de 1998 “ahora está obsoleta”.
La principal molestia en Washington es que con la anterior metodología grandes economías, como China e India, podían recibir beneficios comerciales preferenciales al ser catalogadas como naciones en desarrollo en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El presidente Donald Trump precisó el mes pasado en Davos, Suiza, que “China es visto como un país en desarrollo. India es visto como un país en desarrollo. Nosotros no somos vistos como un país en desarrollo. En lo que a mí respecta, también somos un país en desarrollo”.
La Casa Blanca va por más: en la mira están las preferencias concedidas a los países que hacen parte, como Colombia, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ingreso medio
En este contexto es que el martes el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo durante seminario de ANIF y Fedesarrollo que “este es un país que tiene una estructura tributaria de un país muy pobre” que choca con la nueva realidad: “Ya no somos un país muy pobre. Somos un país de ingreso medio que está en expansión”.
En consecuencia, sostuvo, Colombia tiene que “adecuar nuestra estructura tributaria a la nueva realidad”.
La exministra Cecilia López aseguró ese mismo día en W Radio que Colombia “obviamente es un país en vías de desarrollo”, argumentado que, aunque se ha mejorado en índices de pobreza, “39% de nuestra población es vulnerable, tenemos brechas sociales inmensas, no contamos con infraestructura apta para la competitividad en el mercado internacional”.
“Estamos lejos de ser un país desarrollado”, explicó.
“Colombia es un país en el cual no se cumplen los derechos básicos de la Constitución”, dijo López. En los países ricos, dijo como ejemplo, “una altísima proporción de su población tiene real acceso a los derechos básicos”.
Quizás coincidiendo –aunque por otras razones– con Lighthizer, el exjefe de Planeación Nacional, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) fue más lejos al poner de presente que hablar de país en vías de desarrollo o país desarrollado es una categorización “anacrónica, porque se enfoca única y exclusivamente en los temas socio-económicos”.
Para aclarar su punto, Mejía aseveró que hay países que en cuanto a lo socio-económico son desarrollados, pero “tienen una gran contribución negativa en términos de emisión de gases invernaderos”.
Mejía afirmó que “el mundo ha migrado a clasificar a los países a través de los ingresos, lo que deja a Colombia un país de ingreso medio-alto”. La discusión, según él, debe considerar también el desarrollo sostenible de los países.
Decisión política
Pero el análisis más concluyente fue el de María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham Colombia), al indicar, como también lo expresó Trump en Suiza, que la modificación de la metodología (y en consecuencia de la lista) es más una decisión política orientada a enfocar en la economía norteamericana los recursos que antes se destinaban a los países en desarrollo.
En todo caso, voceros del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo aclararon que el cambio en la lista no “no debe representar temor entre los empresarios”.
Las mismas fuentes confirmaron que las relaciones comerciales con Estados Unidos continuarán vigentes y que esas decisiones de la Casa Blanca no afectarán el Tratado de Libre Comercio (TLC) que está vigente entre los dos países.
El jefe de esa cartera José Manuel Restrepo explicó que los productores que se afectarían son aquellos que queden por debajo del margen establecido para los subsidios, es decir "cualquier sector que exporte a Estados Unidos con subsidios y que a juicio de ese país después de una investigación, se encuentren que sí existen dichos subsidios".
Restrepo destacó que históricamente solo tres casos de exportaciones colombianas han sido investigados, pero que actualmente no hay ninguno.
"En nuestro caso en particular", Colombia salió de la lista “somos miembros de la OCDE. Chile ya estaba desde 1998. Entran ahora Costa Rica, Argentina, Malasia, Vietnam y Singapur, entre otros”, detalló Restrepo.
Aceptar o rechazar
No sobra aclarar, para terminar, que según lo publica en su web la OMC allí no existe ninguna definición de países desarrollados o en desarrollo, sino que los miembros pueden decidir por sí mismos si están en esta o aquella categoría, lo que puede ser aceptado o rechazado por los otros gobiernos.
La condición de país en desarrollo en la OMC supone ciertos derechos. Por ejemplo, en algunos acuerdos hay disposiciones que prevén períodos de transición más largos para los países en desarrollo antes de que se les exija su plena aplicación. Además, los países en desarrollo pueden recibir asistencia técnica.
El hecho de que un miembro de la OMC decida por sí mismo que es un país en desarrollo no significa que vaya a beneficiarse automáticamente de los programas unilaterales de preferencias de algunos países desarrollados, tales como el Sistema Generalizado de Preferencia (SGP). En la práctica, el país que concede la preferencia es el que decide qué países en desarrollo se beneficiarán de la misma, que es lo que acaba de hacer Estados Unidos.