Las razones para analizar la educación colombiana | El Nuevo Siglo
MOISÉS Wasserman acaba de publicar un libro que lleva a reflexionar sobre la educación del país
Foto Bienestar Colsanitas
Domingo, 28 de Febrero de 2021
Mario Fernando Hurtado

Un libro con un título muy sencillo pero complejo “La educación en Colombia” es la publicación más reciente de una de las personas que más ha analizado la educación en general del país. La obra, publicada por Editorial Debate, es como lo dice la colección un análisis de 360º sobre lo que pasa en el país y lo que vendrá en el sistema educativo. 

El libro de 231 páginas se divide en 8 capítulos entre los que destacan la educación y la gente, una mirada histórica y conceptual, el sistema educativo colombiano desde 1991 hasta hoy, los maestros, la educación superior, así como casos de éxito en la educación colombiana y lo que nos espera. Sin duda, requerirá diferentes lecturas y miradas para entenderlo desde diferentes perspectivas. 

A continuación, algunas de las reflexiones y un análisis del mismo.

El vaso medio vacío y el vaso medio lleno

Son dos capítulos que se encuentran en el libro, en el primero se hace una reflexión sobre la crítica situación de la calidad de la educación escolar en el país, dificultades de cobertura en edad temprana, y eso en parte porque hasta hace poco se le dio la importancia a la educación inicial en el país. 

Para el profesor Wasserman, solo desde 2006 comenzaron las acciones por el fortalecimiento de la primera infancia, pero existen serios problemas de equidad en la calidad del servicio, poca diversidad en la oferta, grandes brechas entre lo público y lo privado, entre lo rural y lo urbano, entre grupos étnicos. En síntesis, la inequidad es el problema más grande a resolver en el país y una educación de calidad es el mejor instrumento para resolverlo. Ahora, ¿cómo se hace? Si el sistema sigue siendo paquidérmico, si los sindicatos se oponen a cualquier reforma, si existe un miedo por diseñar e implementar políticas educativas orientadas al cierre de brechas, estos análisis se quedarán en aspectos descriptivos cada vez más profundos. 

Profesores bien formados, comprometidos, recursos para el sistema, no solo para salarios, también para dotación de materiales educativos, infraestructura, evaluación pertinente, acceso y permanencia, información e implementación de programas enfocados en la calidad como mecanismo para el cierre de brechas son acciones prioritarias en la educación escolar.

Sobre el vaso medio lleno, se deben reconocer los avances que se han realizado en especial en la reducción del analfabetismo que se encuentra en un 5% cuando hace cien años se encontraba en un 80%. Por otra parte, reconoce los avances en la gratuidad de la educación básica y los esfuerzos por llevarla a otros sectores. Aspectos que sin duda evidencian una inversión enorme de recursos para el sistema. 

Sin embargo, esa ampliación del acceso universal al sistema, requiere de un fortalecimiento de la calidad y de la medición. Hoy en analfabetismo no se puede medir como hace 50 años, en la posibilidad de aprender a leer y escribir. Hoy las tecnologías requieren un alfabetismo digital, el del dominio de una segunda lengua, e inclusive el aprender a seleccionar información, no creer todo lo que se lee, diferenciar, seleccionar, comprender.

Democratización de la educación superior

Otro aspecto positivo que rescata son los cambios, aunque muy lentos en el acceso a la universidad, afirma que hace cien años la educación superior era solo posible para las élites, hoy las universidades son más democráticas, abren nuevos horizontes, nuevas posibilidades y hay mayor acceso a la información, Lo soporta con cifras, expresa que en su época de estudiante en la Universidad Nacional 4 de 100 personas de su edad accedían a la universidad. Hoy esa relación es de 53 de 100 personas. Y en la educación escolar el acceso se acerca al 100%.

Otra revolución digital, la educativa

Plantea que en el mundo crece de forma explosiva el número de estudiantes, se calcula que para 2025 habrá 63 millones de estudiantes más que ahora. Serán 262 millones estudiantes lo que implica que las contribuciones al conocimiento científico no serán exclusivas de algunos países, sino que serán aportes procedentes de todas las regiones del planeta. Eso implicará una mayor oferta de cursos abiertos, manejo de grandes cantidades de datos, cooperación científica.

Ajustar los sistemas educativos

Presenta una sigla denominada GERM que traduce en inglés un -movimiento de reforma educativa global- el mismo se basa en tres ideas para mejorar la educación del país. 

Primero, cambiar el foco del profesor y la enseñanza, a otro que se centre en el estudiante y el aprendizaje. El segundo una mayor exigencia por la educación de calidad, una mirada casi de universalidad al acceso de la calidad, y tercero, la descentralización gubernamental de la educación con una mayor autonomía de las instituciones y de los educadores, aunque insiste que eso de la autonomía no se debe traducir en el establecimiento de la anarquía.

Los cambios en la formación

El libro muestra una realidad y es el cambio de los títulos por las habilidades que se presentan en varias empresas. Compañías en el Silicon Valley donde prefieren identificar las habilidades que puede tener un empleado, frente a los títulos y eso se suma a una afirmación compleja que hace, y es que los recién graduados de las universidades en 30 años habrán cambiado cinco veces de oficio, aclara, no de trabajo, sino de oficio, eso es un duro golpe para las universidades donde la titulación y la especialización deberán repensarse, afirma que habrá diferentes nombres para la ingeniería, pero las habilidades son las que se deben trabajar en un entorno que entienda y valore la diversidad. 

Para cerrar, en una entrevista realizada al profesor la semana pasada afirma que él se preguntó si le interesaría leer un libro sobre la educación en Colombia, si a la gente le interesaría y su respuesta fue un rotundo sí, porque afirma que la educación es una de las características que más determina a la sociedad, y sobre la esperanza que genera en muchos formar a las futuras generaciones. 

Sin embargo, este enunciado contrasta por la reducción en inversión de formación de talento humano que es evidente, el covid-19 ha dejado por fuera la urgencia por recursos para el sistema educativo y sobre la prioridad para el cierre de brechas del país, la inversión en mecanismos por mejorar la calidad de la educación. 

La invitación es que el libro del profesor Moisés Wasserman sea de lectura primordial para todos los que están trabajando por la misma en el país y que sus reflexiones nos lleven a tomar acciones concretas por la calidad como mecanismo para el cierre de brechas y la justicia social.

*Especialista en educación