Son muchos los proyectos de ley que se quedarán archivados en el Congreso y pasarán a una lista de espera, pero a continuación El NUEVO SIGLO le presenta algunas de esas normas por las que empezarán a trabajar los nuevos legisladores a partir del 20 de julio de este año.

Reforma política

Instituciones como el Congreso de la República y los partidos políticos atraviesan, hace años, una crisis de credibilidad, y no son pocas las voces que piden una reforma política, como sucedió en 2003, cuando se modificó el régimen electoral y el sistema de partidos.

Esa necesidad parece ser un consenso en la mayoría de orillas políticas, y prueba de ello es que al menos cinco cabezas de lista, desde Salvación Nacional hasta la Alianza Verde, coinciden en varios aspectos que deberían reformarse para mejorar el sistema y aumentar la legitimidad de las instituciones; eliminar la circunscripción nacional, financiación 100% estatal de las campañas y pago por sesiones son algunas de las propuestas.

Aborto y eutanasia

Con la decisión de despenalizar el aborto hasta la semana 24, se abrió una vez más el debate sobre si la Corte Constitucional está asumiendo labores que no le corresponden. Para muchos, es el Congreso el que debería tomar la batuta por medio de leyes y no la Corte con las sentencias. Algunos aseguran que el centro del problema es que el legislativo no le ha prestado la atención suficiente a estos asuntos.

En el caso de la eutanasia, mientras el Congreso no avanza en esta materia, la Corte ha permitido el procedimiento a través de diferentes sentencias. Y, a finales del 2021, disminuyó los requisitos para permitir que los pacientes con una enfermedad no terminal accedan también a la muerte digna.

Luego de esa reciente decisión, pidió al Congreso avanzar en la protección del derecho a morir dignamente, a través de una ley que lo regule de manera integral ya que, hasta el momento, han sido las resoluciones del Ministerio de Salud las que lo han regulado. Por eso se convierte en un desafío para el nuevo Congreso.

Implementación del Acuerdo de Paz

Tras cuatro años de trabajo, el balance sobre sus aportes a la implementación del Acuerdo de Paz no es positivo: solo fueron aprobadas cinco de 40 normas pendientes que contribuyen a la ejecución de lo pactado entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc.

Después de la firma del Acuerdo de La Habana, el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos realizó un alistamiento normativo para identificar normas ordinarias que debían ser modificadas, obstáculos jurídicos que necesitaban retirarse o la expedición de nuevas directrices para la implementación.

Es decir, que el grupo de congresistas que se posesionó en 2018 y está a cuatro meses de terminar su labor tenía la responsabilidad de trabajar sobre un poco menos del 40% de normas y, aun así, solamente tramitó el 4%. Otra tarea del nuevo Congreso.

Menos vacaciones, menos salario

Aunque las voces han ido creciendo de manera tímida, en el Congreso hay unos privilegios que hay que derrotar; el salario es demasiado alto en contraste con lo que gana un ciudadano del común, por lo que muchos apoyarían disminuir esa remuneración.

De igual forma, algunos consideran que no hay ninguna razón para que un congresista trabaje menos que cualquier colombiano. De esta manera, muchos piensan que se deben imponer unas vacaciones acordes a los demás en el país.

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Reforma a la justicia

Son muchos los problemas que enfrenta la justicia en Colombia, a la que se califica  como compleja y burocrática. Aún suena la idea de que exista una sola Corte, pero para muchos es controversial.

También hay que reducir su ineficiencia y algunos sectores consideran que es indispensable establecer un nuevo mecanismo para la investigación y el juzgamiento de magistrados. Y hacer un enorme esfuerzo para mejorar el sistema de formación y la ética de los abogados.

De otro lado, en materia económica, el nuevo Congreso tendrá unos retos bastantes importantes y que se han aplazado por varias legislaturas.

Reforma pensional

Es uno de los temas más controvertidos y que de seguro le costará unos puntos de popularidad al ponente y a quienes se metan de cabeza en esta reforma de la que se habla desde hace años, pero que, así mismo, lleva años aplazándose.

El reto será lograr sancionar una ley pensional que cobije a la mayor cantidad de colombianos, que no abra un hueco fiscal y que a su vez no cargue de tributos a los contribuyentes, y que pueda complacer a la opinión pública con el que parece ser el talón de Aquiles de este tema: la edad de pensión.

Propuestas hay muchas sobre la mesa: acabar con los fondos privados de pensión, convertir a Colpensiones en un fondo de ahorro individual y, el que más acogida tiene, hacer tributar a aquellos que más tienen, quitar beneficios pensionales (como la doble pensión o pensiones millonarias) para los más ricos, darle subsidio de vejez a quienes no cumplan los requisitos mínimos de pensión y cambiar el régimen mixto a uno 100% contributivo.

Reforma laboral

Otro de los grandes temas olvidados por el actual Legislativo, y obviado por el Ejecutivo, es la reforma laboral.

El Congreso entrante deberá buscar una ley que permita reducir la tasa de desempleo desde los dos dígitos (en los que se ha mantenido históricamente) y buscar una condición de empleo pleno.

Al igual que la pensional, para esta reforma se han obtenido opiniones desde diversos sectores. Entre las que más acogida han tenido, se encuentran aquellas propuestas que pretenden reducir los costos laborales (parafiscales), acabando con los pagos a la salud y a la pensión como se conocen actualmente y que se busque otro sistema tributario para recaudar esos fondos.

El pago por hora (que ya se implementó) y reducir la jornada laboral son dos pasos que ya se empezaron a dar, pero que tienen que ir de la mano con un mejor sistema pensional y un sistema de salud más robusto en sus finanzas.

Por último, es fundamental buscar una mayor sinergia entre los estudios y la capacitación, y las necesidades del mercado laboral.

Reforma tributaria estructural

Para no caer en los reprocesos a los que tuvo que acudir el actual gobierno, en el que se pasaron tres reformas fiscales en tres años, es necesaria una reforma tributaria estructural.

Simplificar los trámites de recaudo, acabar con las múltiples exenciones y hacer un sistema tributario y fiscal más progresivo (es decir, que los que más tienen aporten más al fisco, y los que menos ingresos posean den de acuerdo a sus ingresos), son las piedras angulares para lograr un verdadero consenso en torno a la tributación.

¿Qué debe asegurar esta reforma? Ingresos para salud y pensión de todos los colombianos, ajustar el descuadre de presupuesto para reducir el déficit fiscal y mitigar lo que más se pueda la evasión de impuestos.

Revisar subsidios

Uno de los puntos en los que muchos analistas y economistas están de acuerdo y que rescatan del actual ejecutivo y legislativo, son los subsidios para las personas menos desfavorecidas, adulto mayor, mujeres y jóvenes; y no olvidar a las empresas.

Aunque se vinieron a hacer efectivos con la pandemia, es necesario que el Congreso entrante evalúe la pertinencia de estos, debido a su alto costo fiscal y su poco aporte a la productividad del país.

¿Cómo elevar la productividad industrial?

Por último, uno de los puntos que lograría hacer avanzar al país es mejorar y apalancar la productividad de la industria. En un país en el que actualmente el grueso de sus ingresos depende de la actividad extractiva, sobre todo en materia de hidrocarburos y energías contaminantes, es imperativo que se cree el marco legal para transformar el modelo económico nacional a un sistema de desarrollo industrial y empresarial que compita con las primeras economías del globo.