Dependiendo de quién y cómo se haga la cuenta, el número de los precandidatos presidenciales se acerca a los 40.

¿Eso es bueno o malo? ¿Qué dice de la democracia colombiana, en general, y del proceso electoral en particular?

Para Carlos Augusto Chacón, director académico del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP), “lo que uno ve es que no hay unas agendas programáticas de cara a las necesidades del país concretas”.

“Lo que estamos viendo con tantos candidatos y coaliciones son los intereses de algunos por aspirar, pero por definir su aspiración y luego por definir sus propuestas. Eso es muy particular”, le dijo Chacón a EL NUEVO SIGLO.

Para la analista política Elisabeth Ungar, la situación “no habla bien de nuestra democracia, porque significa que los partidos políticos, que son una parte esencial de los sistemas democráticos, no están cumpliendo su función, no están logrando aglutinar pensamientos, ideas, propuestas”.

“Y lo más grave”, expresó la experta en diálogo con este Diario, “es que la mayoría de los precandidatos que están en juego tienen como bandera que ellos no pertenecen a ningún partido y eso debilita profundamente la democracia”.

Chacón está de acuerdo. La proliferación de precandidatos presidenciales, sostuvo, “lo primero que pone de manifiesto es el debilitamiento de los partidos políticos que no es nuevo, pero se ha agudizado su crisis de legitimidad. De hecho, no en vano muchos de los candidatos presidenciales de las pasadas elecciones con partido propio terminaron lanzándose por firmas. Preferían desmarcarse de sus partidos”.

En cambio, la visión de Alejandra Barrios, directora nacional de la Misión de Observación Electoral (MOE), es diferente. Lo que pasa, le comentó a este Medio, es que “esta es una campaña que empezó de manera anticipada a diferencia de otras. Tener 30 candidatos o más en la baraja lo que demuestra es que tenemos un dinamismo político impresionante”.

“Un año antes de elecciones presidenciales o de elecciones a Congreso, en política electoral es una eternidad”, consideró, agregando que “aquí se están poniendo nombres sobre la mesa, se ponen las primeras apuestas, pero obviamente esto se va afinando a medida que va pasando el proceso preelectoral y se empiezan a generar acuerdos. Es un fenómeno absolutamente normal que no nos debe sorprender”.

Barrios anotó que “vienen las consultas internas de los partidos. Ese va a ser el primer tamiz de las elecciones del próximo año y posteriormente en marzo del próximo año se va a tener el segundo tamiz, ya el definitivo, que son las consultas interpartidistas entre (las coaliciones) que deseen hacerlo. Así que lo que hoy empieza con 30 candidatos, muy seguramente va a terminar con un tarjetón de cinco candidatos, máximo seis, y ya para llegar a la primera vuelta”.

En su análisis, Chacón observó que la abundancia de precandidatos “lo segundo que pone un poco de manifiesto es el deseo de muchos de irse hacia el centro a captar el electorado que las encuestas están diciendo es bastante grande en el centro. Es decir, la gente que se ubica o dice ubicarse en el centro, aun cuando no está muy claro qué es exactamente ese centro”.

“Son esas personas que no se sienten identificadas entre lo que aquí se llama derecha ni la izquierda, es decir gente que no se siente identificada con las propuestas de Petro ni con las de Uribe, entonces van y dicen: yo no soy de derecha ni de izquierda, yo estoy en el centro”, señaló.

Por su parte, Ungar insistió en que el desmarcarse de los partidos “es un aprovechamiento de una gran desconfianza que la ciudadanía tiene frente a estos. No solamente frente a los partidos, (sino) al Congreso, la justicia, al Estado en general”.

En su opinión, estos precandidatos “se aprovechan de esa desconfianza para hacer campaña y decir que no pertenecen a ningún partido político, sabiendo que tarde o temprano se van a tener que aliar con los partidos políticos, con cualquiera que sea. Entonces es una mentira que le están diciendo a la ciudadanía, para llegarle con ese discurso antipartidos, antipolítica, antipolíticos. Y eso no hace sino debilitar aún más la democracia y la confianza de los ciudadanos en el sistema político”.

Precandidatos

A la luz de lo dicho por los consultados, solo hay tres partidos con procesos de decantación de precandidatos.
En primer lugar, está el Partido Conservador con un abanico integrado por los exministros Juan Carlos Pinzón, Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Echeverry, y los senadores David Barguil y Efraín Cepeda.

También la Alianza Verde, donde aspiran a la nominación los exgobernadores Camilo Romero y Carlos Amaya, así como los senadores Antonio Sanguino, Iván Marulanda, Jorge Londoño y Sandra Ortiz.

Y el Centro Democrático, que cuenta ya con tres candidatos manifestados (los senadores Paola Holguín y Carlos Felipe Mejía, y el exviceministro Rafael Nieto), pero tiene pendiente la oficialización de las aspiraciones de las senadoras María del Rosario Guerra y Paloma Valencia; además, como se sabe, hay sectores del partido que le insisten a Tomás Uribe que se lance, mientras otros no cejan en su empeño de darle esa responsabilidad al exministro y excandidato presidencial en 2014 Oscar Iván Zuluaga.

Fuera del uribismo, pero dentro de su espectro político, está el senador John Milton Rodríguez, de Colombia Justa Libres, así como el exalcalde Federico Gutiérrez, a quien se ha visto en conversaciones con los también exmandatarios Enrique Peñalosa (que no se ve como precandidato presidencial) y Alejandro Char (a quien se consideraba fijo en el tarjetón de 2022), así como con la exgobernadora Dilian Francisca Toro, directora nacional del Partido Social de Unidad Nacional (La U).

También se espera la decisión de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez sobre renunciar a su cargo para presentarse a la contienda electoral.

Hace unos días el exalcalde bumangués Rodolfo Hernández le contó a este Diario que su precandidatura es “totalmente independiente, porque es que hacer coalición, pues toca hacerla con los que tienen moribunda a Colombia. Entonces eso es como amarrar un gato con chorizos”.

Ya dijeron “presente” en el llamado Pacto Histórico los senadores Gustavo Petro (Colombia Humana), Alexander López (Polo Democrático) y Roy Barreras (Alianza Democrática), mientras que se espera que llegue allí la lideresa social Francia Márquez. Se especula que también se anotará la exministra Clara López.

Entre tanto, en la denominada Coalición de la Esperanza cuentan con que los verdes definirán su carta para medirse con el exgobernador Sergio Fajardo (Compromiso Ciudadano) y el senador Jorge Enrique Robledo (partido Dignidad). Eventualmente tendrían participación el exsenador Juan Manuel Galán, la representante Ángela María Robledo y el exministro Juan Fernando Cristo.

¿Y el Partido Liberal? Los liberales le están insistiendo al rector universitario Alejandro Gaviria, quien ayer volvió a reiterar que no está interesado, mientras que se habla de una precandidatura del senador Luis Fernando Velasco.

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