El exmagistrado Armando Novoa García dice que la Constitución Nacional, que el próximo 4 de julio cumple 30 años, “sigue siendo un proyecto de sociedad que está inconcluso”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué prepara Plural para conmemorar los 30 años de la Carta Política?

ARMANDO NOVOA GARCÍA: El 17 de diciembre hubo una reunión de un grupo significativo de exconstituyentes y miembros de la Comisión Especial Legislativa. Se acordó adelantar una programación de cinco actividades en alianza con universidades regionales. La primera el 20 de abril en la Universidad Icesi sobre temas de Constitución y Paz.

Después en la Universidad de Antioquia sobre Estado Social de Derecho, y luego en la costa Atlántica sobre descentralización.

En la Uis el evento será sobre la política internacional de fronteras y la protección del medio ambiente en junio próximo. Y el 4 de julio un encuentro con la Corte Constitucional sobre el impacto y el significado de la Carta del 91.

ENS: ¿Cuántos constituyentes integraron la Comisión Especial Legislativa?

ANG: Fueron en total 74 constituyentes: 70 de elección popular, 2 del EPL una vez dejaron las armas y 2 más con voz pero sin voto: uno del Quintín Lame y otro del PRT en la Costa Caribe. En total han fallecido 32 o 33.

ENS: ¿Y se van a reunir todos los 30 constituyentes que quedan vivos?

ANG: Sí, para el 4 de julio Plural va a hacer un gran evento nacional para celebrar los 30 años de la Carta política, y ahí haremos un pronunciamiento sobre el estado de desarrollo e implementación de la Constitución. Hay voces muy críticas por la manipulación irresponsable del Congreso en algunos temas como este último de querer unificar el calendario electoral y ampliar el periodo del Presidente de la República y los mandatarios seccionales y locales.

Ese tipo de propuestas que fluyen en el Congreso indican el poco aprecio que hay en algunos de los órganos constituidos como el Congreso frente al principio de estabilidad que debe tener la Constitución de cualquier país.

ENS: ¿Cuántas reformas se le han hecho a la Constitución del 91?

ANG: Son 56 aprobadas, de las cuales seis han sido con base en los acuerdos de paz, lo que significa alrededor de una reforma y media cada año durante estas tres décadas.

Algunas de las reformas que se han adelantado están en consonancia con la Constitución pero muchas otras se han adelantado para resolver problemas de Gobierno sin una visión de Estado o para asuntos coyunturales, y otras que atentan contra la arquitectura constitucional como la de reelección presidencial del año 2003 y que por fortuna fue derogada por el Congreso en 2015.

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ENS: ¿Es necesario un acuerdo político para acabar esa ‘reformitis’?

ANG: En un año preelectoral sería muy importante que los candidatos presidenciales nos dijeran qué van a hacer para garantizar el cumplimiento de nuestra Carta Política.

Nuestra conclusión es que a pesar de que la Constitución tiene 30 años, sigue siendo un proyecto de sociedad que está inconcluso y su carta de derechos, su filosofía, los principios que la identifican tienen una tremenda actualidad sobre todo frente al populismo de la democracia liberal.

ENS: ¿Qué piensa de la jurisprudencia de la Corte de que la Constitución no puede ser sustituida ni modificada en su esencia?

ANG: Hay dos propuestas de reforma constitucional que son muy preocupantes: la cadena perpetua para violadores de niños, porque toca la carta de derechos como ocurrió con la extradición o con la posibilidad de la expropiación por vía administrativa. Y esta celebración de los 30 años va a ser la oportunidad para analizar si esas reformas eran necesarias y si deben mantenerse.

ENS: ¿Bueno, entonces cómo se puede modificar la Constitución si se tocan temas centrales como esos?

ANG: La propia Constitución estableció tres mecanismos de reforma constitucional: los actos legislativos vía Congreso, el referendo por iniciativa gubernamental o popular y la Asamblea Constituyente. Lo que ha dicho la Corte Constitucional es que no se pueden hacer reformas para desnaturalizar o afectar la esencia, las características del Estado social de derecho, el principio de soberanía popular y de democracia participativa de división de poderes que contempla la Carta. Si se afectan esos pilares hay que acudir al Constituyente primario, eso no lo puede hacer el constituyente derivado.

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