¿Por qué nunca se sabrá el origen y trasmisión del covid? | El Nuevo Siglo
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Viernes, 24 de Marzo de 2023
EL Nuevo Siglo con AFP

TRES AÑOS después de que el mundo viviera un inédito encierro por un invisible pero poderoso enemigo y que gracias al rápido desarrollo de las vacunas regresara a la normalidad, los científicos siguen sin encontrar la respuesta al origen, vector de transmisión, mutaciones y letalidad del coronavirus SRAS-CoV-2, el virus que causa el covid-19.

Sin restricciones sanitarias a pesar de que el virus “sigue ahí” en el planeta y, de seguro “ahí se quedara” convirtiéndose en una gripe estacional, desde que comenzó la pandemia los investigadores y expertos epidemiológicos del planeta han tenido un objetivo común: determinar cómo surgió y la forma como con la ‘velocidad de un rayo’ llegó al humano.

Sin embargo, su labor que más allá de una obsesión científica es clave para prevenir o manejar con mayor acierto futuras pandemias, se ha convertido en una misión imposible por tardías tomas de muestras, datos insuficientes, desaparición de los mismos y el hermetismo de China, donde a finales del 2019 se detectó la ‘neumonía atípica que estaba siendo tratada con aislamiento’, es decir los primeros casos del poderoso coronavirus.

De entonces acá “ha corrido mucha agua bajo el río”, como dice el refrán popular, que no ha logrado apagar el debate sobre las teorías del origen de la enfermedad que, según el Instituto John Hopkins, uno de los referentes globales de seguimiento a la pandemia, con corte al mediodía de este viernes han padecido más de 676 millones de personas y ha segado la vida de 6.881.955 más.

De la probabilidad de que haya sido un virus ‘en fuga’ de un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, esgrimida inicialmente por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y reforzada el mes pasado por dos informes de agencias norteamericanas se saltó esta semana a un informe de investigadores franceses que sugiere que habrían sido mamíferos salvajes los causantes del coronavirus y/o fueron el vector de transmisión, previo contagio de murciélagos.

A mediados de febrero se reavivó la controversia después de que el responsable del FBI asegurara que esta teoría de la fuga de laboratorio era "muy probable". Días antes el ministerio de Energía se manifestó en el mismo sentido.  Ambas entidades estadounidenses consideraron que un incidente o accidente en un laboratorio de Wuhan, ciudad que como se sabe alberga el Instituto de Virología con nivel de bioseguridad 4 (BSL) más grande del mundo, donde los investigadores analizan los patógenos más peligrosos del planeta, pudo haber sido la causa de la pandemia.

La única diferencia entre ambas es que mientras el FBI tiene “confianza moderada” en dicha teoría, la del MinEnergía es un nivel más bajo: “poca” pero “posible”.

Aunque causaron gran revuelo mediático, esas declaraciones no impactaron demasiado en la opinión científica mayoritaria.

"Estas propuestas no parecen basarse en nuevos elementos y (la teoría de la fuga) sigue siendo la menos convincente de las dos hipótesis", estimó la científica británica Alice Hughes, especialista en biodiversidad, al organismo Science Media Center.

El que está impactando, tanto por la base del estudio como por su alcance, es el análisis que basado en datos de secuencias genéticas publicadas por investigadores chinos en la plataforma Gisaid realizaron sus homólogos franceses y que revela que algunas muestras positivas al coronavirus recogidas en el mercado de Huanan (Wuhan, China) contenían ADN o ARN de perros mapache, civetas y otros mamíferos, que son muy susceptibles al SRAS-CoV-2.

Esa teoría de la transmisión natural reavivió el debate sobre el origen del coronavirus y si bien es un gran avance, es insuficiente para determinar el origen y cómo contagió al hombre.

Después de cerrar el mercado de Huanan a principios de 2020, las autoridades chinas tomaron numerosas muestras en el lugar. Los científicos liderados por la francesa Florence Débarre analizaron los datos sobre éstas y comprobaron la presencia de numerosos mamíferos salvajes en ese lugar, destacándose el perro mapache, animal que podría haberse infectado de coronavirus y, potencialmente, servir como enlace del contagio entre el murciélago y el ser humano.

Sin embargo, este trabajo no puede demostrar si el perro mapache está en el origen de la pandemia como tampoco evidenciar éstos y los otros animales allí ubicados estuvieron infectados porque no se tomaron muestras directamente de ellos.



Datos inaccesibles

Lo novedoso de Débarre y su equipo de la agencia nacional de investigación francesa (CNRS) son los datos genéticos, no divulgados anteriormente, que dan sustento a la teoría de que el covid se debió a uno o varios animales infectados por coronavirus en el mercado de alimentos de Wuhan.

El equipo chino recogió también muestras ambientales en el mercado de marisco, que también vendía mamíferos como alimentos y en algunos de éstos también se encontraron muestras de coronavirus.

La teoría esgrimida por el equipo francés parece plausible dado que en algunos lugares del mercado el ADN de estos animales estaba muy presente junto al del virus y, en cambio, apenas se encontraron indicios del genoma humano. Sin embargo, incluso si se admite su infección, es imposible determinar si contagiaron el virus a un humano o si la trasmisión fue al revés.

Paradójicamente, toda esa información de la base china Gisaid desapareció luego de que los investigadores franceses analizaran las secuencias genéticas sacadas de esos mercados e intentaran contactar a los autores chinos que las realizaron.

Ante ello, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, urgió "transparencia" y colaboración a China, recordándole que “comprender cómo comenzó la pandemia sigue siendo un imperativo tanto moral como científico" y es fundamental para prevenir emergencias sanitarias como la que vivió el mundo durante el 2020.

Las voces científicas se han vuelto a oir luego del análisis del equipo de Débarre.

Este estudio constituye "una nueva pieza del rompecabezas que sustenta un vínculo entre el mercado de animales de Wuhan y el origen de la pandemia", pero "no es una prueba irrefutable", afirmó en la web The Conversation el virólogo Connor Bamford, de la Universidad Queen's de Belfast.

Para él, sería necesario disponer de muestras más antiguas, de finales de 2019 cuando el covid emergía sin hacer ruido, y tomadas directamente de estos animales.

Por su parte, la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove, indicó que "estos nuevos datos aportan evidencia molecular de que algunos de los animales, incluidos los perros mapaches, que estaban allí eran susceptibles a la infección por SARS-CoV-2”, pero admitió que “no podemos decir categóricamente cómo comenzó la pandemia".

El director de investigación en el Laboratorio de Enfermedades infecciosas y vectores: ecología, genética, evolución y control del Centro Nacional de Investigación Científica (Cnrs), Ignacio González Bravo, sostuvo que "no sabe si se puede dar una respuesta científica a la cuestión del origen del coronavirus" y muy desesperanzado agregó "no sabemos si es una cuestión científica realmente o más bien de detective privado".

En medio de esta incertidumbre científica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó una ley que permite desclasificar documentos sobre los orígenes de la pandemia.

"Necesitamos llegar al fondo de los orígenes del covid-19", dijo Biden , indicando que esto incluye el vínculo entre el brote de la pandemia y un laboratorio en la ciudad china de Wuhan.

"Al aplicar esta legislación, mi administración desclasificará y compartirá la mayor cantidad de información posible", sin comprometer la "seguridad nacional", prometió.

Sin embargo, esta ley plantea riesgos políticos para Biden, quien tiene una relación difícil con el líder chino y que gana peso en la escena internacional, Xi Jinping.

Como se ve la imposibilidad de acceder a la información del gigante asiático, el desconocimiento frente a los datos originales y la hermética política china son el gran obstáculo para la comunidad científica global.

La investigadora Débarre destaca que "tenemos datos absolutamente cruciales que permiten esclarecer el inicio de la pandemia, pero no podemos compartirlos porque no son nuestros”. Sin embargo, espera que su equipo, con análisis más detallados, pueda extraer más y mejor información que de alguna luz para descifrar este misterio del siglo XXI./Redacción internacional con agencias. 

Ante futuras pandemias

Ministros americanos acordaron en Panamá una hoja de ruta para mejorar los sistemas públicos de salud y enfrentar de forma conjunta futuras pandemias, en una reunión a la que también acudió un enviado de Estados Unidos.

Una veintena de países del continente, incluidos Estados Unidos y Canadá, elaborarán un plan para mejorar la salud pública, que irán desarrollando en otras cuatro reuniones, para enfrentar futuras pandemias o crisis sanitarias de manera conjunta.

El plan contempla aumentar el acceso universal a la salud, incrementar las ayudas públicas en tiempos de crisis y mejorar la transparencia en la gestión de fondos.

El objetivo "es tener una mejor inversión para fortalecer los sistemas de salud y garantizar el acceso de las personas y preparar mejor a los países para una futura pandemia, eso es clave", afirmó el nuevo director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el brasileño Jarbas Barbosa./AFP