El pasado miércoles a última hora de la tarde, el proyecto de reforma a la salud quedaba en un laberinto y prácticamente agonizaba. El retiro del apoyo de los tres grandes partidos (Liberal, Conservador y de la U) dejaba a la iniciativa virtualmente muerta en su proceso legislativo, cuando incluso no se había definido su ponencia para pasar en Comisión Séptima de la Cámara.
Las razones fundamentales de la ruptura eran porque en el texto del borrador elaborado por la ministra de Salud, Carolina Corcho, prácticamente se eliminaba la participación de las EPS y no se contemplaba la auditoría de los millones de cuentas de cobro que genera el sistema día a día y el manejo eficiente de los recursos de la salud.
Sin embargo, cuarenta y ocho horas más tarde vino la sorpresa. El representante Alfredo Mondragón (Pacto Histórico) posó para una foto con el documento de la radicación de la ponencia positiva y con el articulado previsto por el Gobierno Nacional.
Ante esto, el representante Agmeth Escaf, presidente de la Comisión Séptima de la Cámara –en donde se discutirá–, dijo que recibió “la radicación de la ponencia de la reforma a la salud concertada con las bancadas de los partidos Conservador y de la U”. “Listos para sacar adelante la mejor reforma posible por la salud de los colombianos”, agregó.
Al respecto, Mondragón expresó que la ponencia fue radicada con la firma de seis de los nueve ponentes del proyecto. Estos son Alfredo Mondragón y Martha Alfonso (Pacto Histórico); Germán Gómez (Partido Comunes); Juan Carlos Vargas (curules de paz); Gerardo Yepes (Partido Conservador) y Camilo Esteban Ávila (Partido de la U).
¿Concertación?
“Es un esfuerzo muy grande de conciliación que hemos venido haciendo, al tomar en consideración lo que dicen los partidos políticos, los actores del sistema y la ciudadanía. El debate que va a empezar nos da la posibilidad de un proceso de reconciliación para tener el derecho a la salud y proteger los recursos”, dijo el coordinador ponente del proyecto.
Parea sorpresa de los partidos Conservador y de la U, allí figuraban las firmas de dos miembros: Gerardo Yepes y Camilo Esteban Ávila, que lo hicieron contra la decisión de sus colectividades.
Sobre Ávila, la directora del partido de la U, Dilian Francisca Toro, envió un Twitter señalando: “La firma del congresista Camilo Ávila en la ponencia de la reforma a la salud no fue consultada conmigo como directora de la U; el representante firmó bajo su responsabilidad”.
Igualmente, en la noche del viernes el presidente Gustavo Petro anunció vía Twitter que finalmente fue radicada la ponencia de la reforma a la salud "con las firmas de conservadores, Pacto Histórico, la U, Comunes, bancada de la Paz y Verdes" para que sea discutida en el Congreso.
Al respecto, Alfredo Mondragón definió el documento como “el resultado de la concertación” entre partidos políticos, ciudadanía y actores del sistema. “Estamos haciendo un ejercicio de una ponencia mayoritaria que creemos que le demuestra al país que puede enrutarse en un camino de diálogo y concertación, que por supuesto sigue el debate y que seguramente tendrá ajustes y posibilidades de mejora”. De todos modos, el texto llega al Congreso sin el apoyo explícito de los partidos Conservador, Liberal y de la U.
Mondragón sostuvo que se lograron acuerdos para que “la gente que tiene hoy unas condiciones favorables en salud no las vaya a perder y aquellos millones de colombianos en las zonas urbanas y populares que reclaman de verdad tener el derecho a la salud, tengan también esa posibilidad”.
Sin embargo, la figuración en la firma de los ponentes de miembros de los conservadores y de la U va a generar consecuencias dentro de las colectividades.
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¿Al fin qué?
Nadie entiende que después de más de tres semanas de negociaciones, se hiciera un borrador de la reforma a la salud que fue entregado el pasado miércoles a los partidos Conservador y de la U y no reflejaba los acuerdos alcanzados en varias reuniones con la ministra de la Salud y con el mismo presidente Petro. Eso colmó la paciencia de los partidos. El primero que decidió apartarse del proyecto fue el expresidente César Gaviria, presidente del partido Liberal.
Incluso en la noche del miércoles, Efraín Cepeda y Dilian Francisca Toro señalaron que no insistirían más y que tampoco asistirían a más reuniones y presentarían una propuesta común y aparte del Gobierno al Congreso.
“Recibida la ponencia del proyecto de reforma a la salud encontramos que no se contemplan los acuerdos pactados, por lo cual presentaremos una ponencia alterna que recoja las propuestas presentadas por los partidos para salvar vidas”, alcanzó a escribir en Twitter la directora de la U.
Los liberales
En el caso de los liberales, el jefe del partido, el expresidente César Gaviria Trujillo, está dispuesto a sancionar a los congresistas que apoyen la reforma.
Así lo reveló la W Radio: “César Gaviria usará sus facultades para sancionar a los congresistas liberales que se aparten de la posición oficial del partido y apoyen la reforma a la salud del Gobierno. También se castigará a los disidentes quitándoles los avales en sus regiones de influencia”.
El partido Liberal, que fue la primera de las tres colectividades en retirarle el apoyo a la iniciativa, a través de un comunicado oficial expedido el martes 28 de marzo, reveló que no hubo conciliación alrededor de las líneas propuestas, razón por la cual decidieron quitarle su respaldo.
“En las últimas conversaciones con el presidente de la República, la ministra de Salud y sus equipos técnicos, observamos que estas líneas, base de cualquier acuerdo, no se han plasmado en la escritura de un articulado de ponencia de proyecto de ley”, precisaron los liberales.
Además, señalaron que "las líneas formuladas por el partido para que fueran incorporadas en la reforma respondían a la necesidad de que Colombia tuviera una reforma construida sobre lo construido, que promoviera mejoras sustanciales a la salud y dignidad de las personas y que no generara regresividad en el derecho fundamental a la salud".
Las EPS y el manejo de los recursos
En la ponencia de la reforma a la salud se establece que las actuales EPS que cumplen con los estándares de habilitación y permanencia vigentes en la normatividad y que deseen continuar participando dentro del Sistema de Aseguramiento Social en Salud, se tendrán que transformar en una figura denominada Entidades Gestoras de Salud y Vida en los próximos dos años. Para ello deben presentar un plan de reconocimiento de deudas y pagos respecto de las entidades prestadoras de servicios de salud.
Durante esos dos años, las EPS deberán cumplir compromisos como: colaborar en la organización de los Centros de Atención Primaria en Salud; sujetarse al giro directo por parte de la Adres (llamada banco de la salud); organizarse progresivamente por territorio según la planeación y evaluación en salud que realizarán los organismos competentes; articular los prestadores de servicios de salud dentro de las redes integrales e integradas de servicios de salud que organice y autorice el Ministerio.
En términos prácticos, las gestoras cumplirán una función administrativa.
Respecto al giro de recursos, la ponencia indica que los fondos de salud harán administración y manejo de los recursos del Sistema General de Participaciones y de todos los demás recursos destinados al sector salud. Se organizará un fondo departamental, distrital o municipal de salud, según el caso, que se manejará como una cuenta especial. Habrá un gerente de la Adres quien ordenará los gastos contra los recursos de ese fondo regional. Estos fondos deberán adelantar las verificaciones para el reconocimiento y pago por los distintos conceptos de salud. La Adres será pagador único de manera gradual.