En este 2022 se cumplieron 99 años de la misión Kemmerer, una importante tarea que fue encomendada por el presidente Pedro Nel Ospina, en 1923, al profesor estadounidense Edwin Walter Kemmerer y un grupo de expertos, cuya finalidad fue el estudio de nuestra realidad económica mediante el contacto y discusión con cámaras de comercio, sociedades de agricultores y agentes oficiosos regionales.
Tras este estudio, sin hacer un trasplante de normas y organización vigentes en otras economías ni de innovación total, la misión condujo al ordenamiento de lo aprovechable en las leyes dictadas el año anterior, como base para la elaboración del estatuto orgánico de la entidad que iba a nacer.
Historia
Cabe recordar los importantes aportes que hizo a la institucionalidad económica del país el profesor Edwin Walter Kemmerer, después de un siglo XIX lleno de inestabilidad económica con muy pocos avances producto de la gran conflictividad política.
El siglo XIX tuvo nada menos que nueve constituciones; fue un país donde permanentemente se vivió una crisis comercial, una crisis financiera, que al filo del siglo XIX y comienzos del siglo XX tomó sus máximas proporciones con la guerra de los 1.000 días. En ese momento se exportaban aproximadamente US$300 millones al año; la gran mayoría de esas ventas externas eran de café. Esas exportaciones tuvieron una caída de proporciones similares a la que se tuvo que enfrentar a partir del año 2014, cuando se cayeron los precios del petróleo.
Con una caída de cerca del 50% en el valor de las exportaciones, el presidente Pedro Nel Ospina entendió en ese momento la debilidad institucional del país, la crisis comercial, de balanza de pagos y la crisis financiera. Ospina, un ingeniero formado en los Estados Unidos, comprendió la necesidad de fortalecer el arreglo institucional y para eso buscó el acompañamiento y el asesoramiento de quien en ese momento era uno de los profesores emblemáticos de la Universidad de Princeton: el profesor Kemmerer, quien vino acompañado de otros académicos.
Normalmente se habla del profesor como si hubiera desarrollado un trabajo individual, pero realmente lo que hizo Kemmerer fue liderar una comisión de expertos; de otra forma no se podría entender cómo produjo en tan poco tiempo recomendaciones tan importantes; lo que se buscaba era consolidar la administración pública, el crédito y mejorar el funcionamiento del sistema financiero.
Recomendaciones
Las recomendaciones fueron fundamentales para la organización económica e institucional del país. Con el paso de los años las instituciones y los principios inspirados en dicha hoja de ruta han ido experimentando cambios, todos muy importantes para ir adecuándolos a los tiempos, para ir acomodando esa institucionalidad a las necesidades del país.
Pero la esencia de esa institucionalidad que aconsejó el profesor Kemmerer, y que se instauró en el país, se ha mantenido inalterada en 99 años. Eso habla muy bien de la potencia de esas recomendaciones, las cuales se convirtieron en leyes y dieron origen a diversos organismos, a través de los cuales se reestructura la administración pública nacional. Las más importantes: la creación del Banco de la República, de la Contraloría General de la República y de la Superintendencia Bancaria, en su momento.
Estos fueron los proyectos de ley que después se materializaron: la ley del Banco de la República que organizó al Banco Emisor; la ley sobre establecimientos financieros por la cual se creó la Superintendencia Bancaria; la ley de timbre, que se recuerda menos pero que rigió el funcionamiento de las aduanas e introdujo la recaudación de rentas nacionales basadas en los ingresos.
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También la ley sobre el impuesto de renta, que organizó el recaudo tributario; la ley de la Contraloría, que transformó la antigua corte de cuentas en lo que hoy conocemos como la Contraloría General de la República; y una muy importante, la ley sobre la fuerza restrictiva del presupuesto, que limitó las facultades del Parlamento para ordenar el gasto público y lo dejó como iniciativa exclusiva del Poder Ejecutivo.
Legado
El legado de la misión Kemmerer no se enmarca exclusivamente en las reformas hechas a partir de las recomendaciones propuestas, sino en el reconocimiento de establecer reglas de juego claras y de construir un andamiaje, una infraestructura institucional adecuada para el desarrollo económico del país.
En resumen: instituciones sólidas, reglas de juego claras.
En ese sentido, su mayor aporte ha sido el incorporar como un criterio para el manejo de las políticas públicas en Colombia la adopción de buenas prácticas, la preocupación permanente por ir mejorando esas instituciones y las políticas que de ellas emanan y, sobre todo, comportamientos responsables por parte de quienes tienen la responsabilidad de administrar esas políticas públicas en un entorno estable y próspero.
La necesidad de cambio también es parte fundamental de este proceso de mejoramiento institucional, y por eso las instituciones han sufrido transformaciones.
Un ejemplo es el Banco de la República, que se convirtió en un Banco Central independiente mediante la Constitución Política de 1991, transformándose posteriormente en una institución cuyo manejo está orientado por el modelo de inflación objetivo, con tasa de cambio flexible.
De ahí la importancia para el país de haber contado con ese bagaje institucional para experimentar crisis como la caída de los precios del petróleo, el covid, y también el haber dado un mandato preferencial a la búsqueda de la reducción y el control de la inflación.
Las otras funciones del Emisor
El Banco de la República también ganó otras funciones, especialmente en materia crediticia y cambiaria que han sido fundamentales para el país, para asegurar su estabilidad macroeconómica.
El ajuste institucional también se ha reflejado en leyes como la de responsabilidad fiscal, que han ido evaluando permanentemente las necesidades del Estado para mejorar su acción. Es decir, lo que surgió como un mandato emanado de las recomendaciones de la misión Kemmerer, mediante la promulgación de la ley de fuerza restrictiva del presupuesto, se ha ido desarrollando a través de los años con la creación de instrumentos muy importantes como el marco fiscal de mediano plazo, que establece el horizonte bajo el cual se debe guiar la política fiscal durante la siguiente década.
También la más recientemente adoptada ley de la regla fiscal, todos son ajustes institucionales inspirados en esos principios originales fundamentales y que mantiene vivo en el país ese espíritu que se instauró con la misión Kemmerer.
Todo este legado se puede contemplar hoy en día en un país que cumple con rigor las medidas económicas, que trabaja y lucha por extrapolar estas importantes ideas al mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos.