La Policía de Nueva York ha detenido este miércoles a Frank R. James, principal sospechoso del ataque del martes en el metro de la ciudad, que dejó cerca de treinta heridos, según han revelado fuentes policiales a varios medios.
James, de 62 años, por quien las autoridades habían ofrecido una recompensa de hasta 50.000 dólares para quienes ofreciera información que pudiera ayudar a dar con él, ha sido arrestado por una patrulla en el barrio de East Village, en el Bajo Manhattan, detalla la CNN.
Horas antes, las autoridades policiales revelaron que James había mostrado meses atrás a través de varios vídeos de YouTube sus deseos de "exterminar" a según qué tipo de personas, así como su descontento con el alcalde de la ciudad, Eric Adams, por no permitir que las personas sin hogar pernocten en las instalaciones del suburbano.
La Policía ha compartido una captura de imagen de un vídeo del canal de YouTube Prophet of Truth 88 (Profeta de la Verdad 88), en la que James aborda en largas peroratas repletas de improperios y vocabulario malsonante todo aquello que le aflige, dando rienda suelta a su misantropía.
Los medios estadounidenses han publicado algunos de los vídeos de él en los que James asegura haber experimentado el fuerte deseo de matar gente, aunque la perspectiva de acaba en la cárcel es lo que le ha frenado hasta el momento.
En otra de las grabaciones ha mostrado su decepción con la designada nueva juez del Tribunal Supremo de Estados Ketanji Brown Jackson por estar casada con un hombre blanco, así como con el alcalde James por reforzar la seguridad del metro.
Los bomberos y la Policía acudieron este martes sobre las 8.30, hora local, en plena hora punta, a la estación de metro de la Calle 36, en el vecindario de Sunset Park de Brooklyn tras una llamada alertando de la presencia de humo.
Al llegar al lugar encontraron a varias personas heridas de bala y varios dispositivos sin detonar, supuestamente también bombas de humo. Las autoridades creen ahora que James sería el autor de este ataque, a quien testigos identificaron como un hombre negro ataviado con una máscara antigás y un chaleco naranja reflectante como los que suelen utilizar los trabajadores del metro de Nueva York.
El jefe de la Policía de Nueva York, James Essig, informó entonces que el sospechoso disparó en al menos 33 ocasiones, hiriendo a diez personas, mientras que el resto de afectados presentaron diversas lesiones, como contusiones o por inhalación de humo.