El presidente Iván Duque exaltó la labor de 3.843 defensores públicos que ejercen en el territorio nacional y brindan apoyo jurídico a quienes se encuentran en imposibilidad económica o social de asumir la defensa de sus derechos, garantizando su pleno y equitativo acceso a la justicia, mediante una representación judicial o extrajudicial.

En la clausura del Primer Encuentro de Defensores Públicos de Colombia, “Retos de la Defensoría Pública en la Administración de Justicia”, el Jefe de Estado expresó que “los defensores y defensoras públicas de Colombia merecen ser exaltados y ser invitados, constantemente, a la construcción de mejores políticas públicas”.

En ese sentido, Duque resaltó que quienes asumen la defensoría pública son “hombres y mujeres motivados por el servicio abnegado a la protección del otro, a tutelar sus derechos, a ejercer con excelencia una función de poderse ubicar en los zapatos del otro, para hacer ante la justicia una representación clara y diáfana de los derechos consagrados en nuestra Carta Política”.

Por esta razón, el Mandatario anunció: “Le he dado una instrucción a mi equipo de Gobierno para, junto con el Defensor del Pueblo (Carlos Ernesto Camargo), y la señora Procuradora (Margarita Cabello), buscar herramientas para fortalecer las condiciones prestacionales y las condiciones económicas de los defensores”.

De esa forma, el presidente Duque destacó la importancia de la Defensa Pública, de los defensores públicos y de los distintos procedimientos que emplean quienes actúan en representación judicial de las personas en condición de vulnerabilidad económica o social del país.

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Durante el Primer Encuentro de Defensores Públicos, Jaime Córdoba Triviño, primer defensor del Pueblo de Colombia; Volmar Pérez, defensor 2003-2012, y Armando Otálora Gómez, exdefensor 2012-2016, realizaron un recorrido histórico de la evolución que ha tenido este órgano en el país.

Para el exdefensor Córdoba Triviño, las demandas de la entidad fueron creciendo en la medida en que la sociedad veía que había una respuesta efectiva de la Defensoría.

“Esta institución tiene un amparo, en la actualidad, en la Constitución y dota de una defensa técnica a los que ejercen la representación de los sindicados. La Corte Constitucional ha enriquecido el sistema y funciones de los defensores, pese a sus deficiencias”, indicó Córdoba.

Otálora Gómez recordó que al realizar la reestructuración de la Defensoría que permitió fortalecer el proceso de paz, todos veían ese paso con temor, “pero terminó siendo de gran avance”, dijo.