Edwin Palma, viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, presentó su renuncia al cargo que desempeñaba en el Ministerio de Trabajo, efectiva a partir del 31 de agosto. En su carta de dimisión, el funcionario agradeció al presidente Gustavo Petro y reafirmó su compromiso con sus principios políticos y resaltó los logros alcanzados durante su gestión, a pesar de los recientes conflictos internos que marcaron su mandato.
La decisión ocurre en un contexto marcado por tensiones internas en el Ministerio de Trabajo y un prolongado paro laboral que ha estado en curso durante dos meses.
La misiva incluye un reconocimiento a los esfuerzos del equipo del Ministerio, y una afirmación de su continuo apoyo al proyecto político del presidente Petro. “Me retiro con la convicción de que hice todo lo que estuvo a mi alcance para cumplir el mandato popular que nos llevó al gobierno en 2022. Desde cualquier trinchera, seguiré defendiendo su proyecto político”, señaló Palma en la carta.
La renuncia de Palma se da en un momento de notable controversia dentro del Ministerio de Trabajo. El paro de trabajadores en la entidad, impulsado por quejas relacionadas con la nivelación salarial, la falta de bonificaciones y mejoras en la seguridad laboral, ha exacerbado las tensiones. Además, las diferencias con la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, han sido una fuente de conflicto.
En particular, la destitución de Ángela María Caro Botero, asistente cercana a Palma, y la reciente intervención del presidente en la reforma laboral parecen haber intensificado estas fricciones.
A pesar de su salida del Ministerio, Palma continuará su vinculación con el gobierno como miembro de la Junta Directiva de Ecopetrol, cargo que ocupa desde marzo de 2024. La Casa de Nariño no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la renuncia hasta el momento. Palma concluyó su carta destacando el valor del trabajo realizado por el personal del Ministerio y expresando su agradecimiento a todos los trabajadores por su dedicación.
La renuncia de Palma subraya los desafíos internos que enfrenta el Ministerio de Trabajo en medio de un contexto complejo de reformas y demandas laborales, y marca un punto de inflexión en la gestión de la cartera.