La Vox de España | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Mayo de 2019

El domingo 28 de abril la sociedad española acudió a las urnas con el fin de renovar el Congreso, con una sociedad cada vez más fragmentada.

Plinio Correa de Oliveira planteó en su ensayo Revolución y contra revolución que las numerosas crisis que vive el hombre contemporáneo de hoy -del Estado, economía, sociedad, familia, cultura- no constituyen sino múltiples aspectos de una sola crisis existencial fundamental que tiene como eje central el campo de acción del propio hombre, ser humano, alejado de Dios y del contexto del bien.

En el contexto de la omnipresente revolución igualitaria, laicista y avasalladora que nos tiene frente a lo que Vox llama la Dictadura proge, surge de la nada Santiago Abascal quién salió del closet para decir lo que hay que decir sin miedo, sin temores, frente a todo este panorama de destrucción de la sociedad que estamos padeciendo.

El primer campanazo de alerta lo produjo VOX en las pasadas elecciones regionales de Andalucía. VOX, un partido naciente de una deserción del Partido Popular español, PP, a quien Abascal lo describe como la derechita cobarde.

Abascal, decepcionado por las débiles posturas del PP en cabeza de don Mariano Rajoy, escribió un manifiesto al entonces presidente de Gobierno mostrando su inconformismo.

A la muerte del General Francisco Franco, junto con el ingreso a la Comunidad Económica Europea, España se convirtió de la noche a la mañana en la octava economía del mundo gracias al turismo, los toros, la gastronomía, recuperando su posición de  líder en los más de 20 países de habla hispana sobre los cuales todavía tenía cierta influencia.  Llegó el segundo gobierno de socialista José María Zapatero en el 2004 y las cosas comenzaron a cambiar para mal.

A través de sus leyes progres, políticamente correctas, Zapatero fue llevando a España a una crisis económica y social sin precedentes, reviviendo el fantasma de la venganza política en cabeza de Pablo Iglesias bajo las consignas anarquistas, populistas, propias de la dictadura progre, como la llama Abascal.

España comenzó a debatirse entre la dictadura progre, la derechita cobarde y las veletas naranjas en cabeza de un movimiento llamado Ciudadanos conducido por Albert Rivera, movimiento que al final sería fundamental para la moción de censura a Mariano Rajoy. Es decir, que los veletas naranjas también tendrán sus velas en este entierro.

Mientras tanto, VOX ganó con mayoría absoluta las elecciones en Andalucía, región que había sido gobernada por los socialistas durante más de 20 años, siendo Andalucía una de las regiones con mayor nivel de desempleo y de pobreza de toda España.

En tan solo un año de accionar político, VOX se convirtió en la imagen de los españoles cansados de la dictadura progre. Como bien lo comenta Oliveira: Para una revolución, una contra revolución.

Si en las elecciones del 2015 uno de cada cuatro españoles cambió su opción de voto, nada de raro que el panorama electoral español cambie a favor de VOX en detrimento de los demás partidos. ¿De quién? De la derechita cobarde y de los veletas naranjas.

Al parecer, los primeros resultados electorales arrojan que la maquinaria del PSOE reaccionó con el fin de evitar la llegada de VOX al parlamento. Para VOX, al mejor estilo de Maturana, perder es ganar un poco.

Puntilla: Mientras tanto, en Colombia nos debatimos como bien lo menciona Abascal, entre una derechita cobarde, las veletas naranjas quienes actúan según su conveniencia política y la dictadura progre de la Colombia Humana, con amor…

@ragomezma