El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este miércoles que se unirá a la marcha convocada por las centrales obreras el 7 de junio en respaldo a sus proyectos de reformas que penan para hacerse realidad en el Congreso.
"Esta vez no estaré en el balcón, marcharé al lado del pueblo trabajador y espero que quienes votaron para realizar un cambio en Colombia me acompañen ahora en todos los municipios del país", indicó en Twitter el primer presidente izquierdista en la historia del país.
En el poder desde agosto, Petro arrancó su gobierno con el apoyo de la izquierda y algunos partidos tradicionales en el Congreso, pero la coalición se ha ido desbaratando con el paso de los meses y se distancia cada vez más de las profundas reformas que pretende implementar en el país: reducir la participación privada en el sistema de salud, redistribuir las tierras improductivas, reformar el sistema laboral, de pensiones y justicia, desarmar las organizaciones ilegales, entre otras.
En una rueda de prensa, el jefe de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, convocó a estudiantes, obreros, pensionados y organizaciones civiles a tomarse las calles del país el 7 de junio "en defensa de las reformas sociales que ha presentado el gobierno al Congreso" y que "han enfrentado varios obstáculos" debido a "sectores conservadores que se oponen".
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"Estaré este día recorriendo las calles con la marcha. Invito a quienes votaron por el cambio y a quienes desean justicia en Colombia a marchar en todos los municipios", añadió Petro.
Muy activo en redes sociales y en la plaza pública, el presidente ha llamado en varias ocasiones a sus seguidores a presionar en las calles por los cambios que prometió en campaña.
Uno de sus proyectos políticos más ambiciosos es la llamada "Paz Total" con la que intenta desactivar más de medio siglo de conflicto interno y negociar con numerosos grupos armados: la guerrilla del ELN, disidentes que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016 con los rebeldes de las FARC, grupos paramilitares y la mayor banda narco conocida como el Clan del Golfo.
La Fiscalía y algunos congresistas revisan con lupa el proyecto de "Paz Total" con el que el gobierno aspira desarmar a todas las organizaciones y someter a los narcos a la justicia.