Pobreza bajó 3% en hombres y mujeres | El Nuevo Siglo
Las comunidades indígenas y afro siguen teniendo unos altos índices de pobreza
AFP
Jueves, 2 de Junio de 2022
Redacción Economía

Gracias a las ayudas que ha emitido el gobierno, antes, durante y después de la emergencia sanitaria causada por el covid-19, la pobreza monetaria ha disminuido en casi 3 puntos.

De acuerdo con el informe referente a 2021 sobre la pobreza monetaria con enfoque diferencial, esta situación para los hombres sin ayudas institucionales fue de 41,9% y con ayudas fue de 38,2%.

Este descenso fue similar en las mujeres, cuyos datos revelaron que la pobreza fue de 43,9% sin ayudas y de 40,3% con ayudas. La brecha de género con ayudas institucionales y sin ayudas institucionales para la pobreza monetaria fue de 2,1 puntos porcentuales (p.p). En 2020 estas brechas fueron de 1,7 y 1,8 p.p. para ambos casos.

A su vez, la pobreza monetaria extrema para los hombres fue de 15,7% sin ayudas y de 11,8% con ayudas; para las mujeres fue de 16,8% y de 12,7%, respectivamente. La brecha con ayudas fue de 0,9 p.p. y sin ayudas de 1,1 p.p. En 2020 las cifras fueron 1,0 p.p. y 1,2 p.p, respectivamente.

Por dominios, en los centros poblados y rural disperso se ve más marcada esta diferencia. Según la desagregación por 23 ciudades y áreas metropolitana, la mayor brecha de género según el jefe de hogar para la pobreza monetaria fue en Quibdó con 22,1 puntos porcentuales y el de menor Bucaramanga A.M con 2,8 p.p. En cuanto a la pobreza extrema sigue siendo Quibdó el de mayor con 19,1 p.p y el de menor Bucaramanga 1.7 p.p.

Incidencias

Asimismo, el DANE reveló la incidencia de este tipo de pobreza en la población víctima del conflicto, en la brecha de género y por enfoque étnico.

Uno de los datos más relevantes, es que, en 2021, la tasa de incidencia de pobreza monetaria para la población víctima del conflicto fue 10,8 p.p. superior a la tasa de incidencia del total nacional, pues pasa del 39,3% a nivel nacional a un 50,1% de pobreza monetaria en las víctimas.

En el caso de la tasa de incidencia de pobreza extrema de la población víctima fue mayor en 5,7 p.p. que el total nacional, pues esta última es del 12,7%, frente al 17,9% de las víctimas.

En los últimos tres años de medición, 2019, 2020 y 2021, la tasa de incidencia de pobreza monetaria y pobreza extrema de la población víctima del conflicto es superior a las tasas presentadas para el total nacional.

En 2020, la brecha para la población víctima del conflicto respecto al total nacional fue de 9,4 p.p. y para la población desplazada fue de 10.9 p.p. Las comparaciones entre años muestran un aumento de 9,1 p.p. en la tasa de pobreza monetaria de la población víctima entre 2019 y 2020 (9,6 p.p. población desplazada) y una disminución de 1,8 p.p. entre 2020 y 2021 (1,8 p.p. población desplazada). Estos cambios en las tasas de pobreza son coherentes con los resultados del total nacional.

Desplazamiento

Adicionalmente, las personas víctimas de desplazamiento forzado reportan tasas de pobreza levemente superiores respecto al total de víctimas.

Por su parte, la tasa de incidencia para la pobreza extrema en 2021 reporta una brecha de 5,7 p.p. para la población víctima (6,3 p.p. población desplazada). En las cabeceras, el 53,3% de las personas desplazadas es clasificada como pobre, mientras que en los centros poblados y rural disperso el porcentaje es de 48,6%. Para el total de población víctima, el 51,2% que habita en las cabeceras es pobre y el 48,1% en los centros poblados y rural disperso.

Uno de los datos más relevantes, es que se evidencia una relación estrecha entre el periodo del hecho víctimizante y la tasa de incidencia de la pobreza monetaria y pobreza extrema. Entre más reciente es el hecho, mayor es la incidencia de pobreza.


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Brecha de género

En 2021, la incidencia de pobreza monetaria, según el sexo del jefe de hogar, fue de 37,0% para los hombres y de 42,9% para las mujeres, con una diferencia 5,9 puntos porcentuales.

Al hacer la desagregación por departamentos, la mayor brecha de género para la pobreza monetaria, según el jefe de hogar, fue en Caquetá, con 10,7 p.p., y la menor fue en Huila, con 0,1 p.p.

En cuanto a la pobreza extrema, sigue siendo Caquetá el de mayor brecha con 10,2 p.p. y Córdoba registró la menor brecha (-0,2 p.p.).

Igualmente, en el 2021, la incidencia de pobreza según sexo del jefe de hogar para la pobreza monetaria extrema de los hombres fue de 10,8% y el de las mujeres 14,5% con una diferencia 3,7 puntos porcentuales.

Por departamentos, la mayor brecha de género según el jefe de hogar para la pobreza extrema sigue siendo Caquetá el de mayor índice, con 10,2 p.p y el de menor Córdoba (-0,2 p.p.).

Según la desagregación por 23 ciudades y áreas metropolitanas, la mayor brecha de género, según el jefe de hogar, para la pobreza monetaria fue en Quibdó, con 22,1 puntos porcentuales (p.p.) y la menor fue en Bucaramanga A.M., con 2,8 p.p. También en pobreza extrema Quibdó tiene la mayor brecha, con 19,1 p.p., y Bucaramanga tiene la menor, con 1,7 p.p.

Personas jóvenes e indígenas, los más pobres

La brecha de género para la pobreza monetaria y extrema según sexo y grupo etario del jefe hogar tiene mayor prevalencia en el rango de 10 a 18 años, con 27,9 y 30,4 p.p., respectivamente.

Según el enfoque étnico, en 2021, la pobreza monetaria para los grupos indígenas fue de 61,6% y la pobreza extrema de 33,7%. Para la etnia negra, mulata, afrodescendiente y afrocolombiana fue de 46,1% y de 17,3%, respectivamente.

Según el enfoque étnico, en 2021, con la Gran Encuesta integrada de hogares (GEIH), según etnia y sexo, la pobreza monetaria para los grupos indígenas fue de 63,6% en las mujeres y de 59,6% en los hombres; la pobreza extrema fue de 34,7% en las mujeres y de 32,7% en los hombres. Para la etnia negra, mulata, afrodescendiente y afrocolombiana, la pobreza monetaria fue de 47,8% en las mujeres y de 44,4% en los hombres; mientras que la pobreza monetaria extrema fue de 18,4% en las mujeres y de 16,4% en los hombres.

Situación de mujeres cabeza de hogar

Según el informe del DANE, que, si se mira la proporción de clases sociales según sexo del jefe del hogar y la presencia o no de menores de edad en el hogar con tipología monoparental, la incidencia de pobreza en hogares liderados por mujeres con menores es de 55,3%, mientras que en los liderados por hombres con menores es de 44,0%.

Por el contrario, la incidencia de pobreza en hogares liderados por mujeres sin menores es de 49,9%, mientras que en los liderados por hombres sin menores es de 51,7%.

Respecto a la proporción de clases sociales según sexo del jefe del hogar y la presencia o no de menores de edad en el hogar con tipología biparental, la incidencia de pobreza en hogares liderados por mujeres con menores es de 51,8%, mientras que en los liderados por hombres con menores es de 46,5%. Por el contrario, la incidencia de pobreza en hogares liderados por mujeres sin menores es de 46,8%, mientras que en los liderados por hombres sin menores es de 49,8%.