Hablan de democratizar la economía, pero entre Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, quienes dirimirán la Presidencia de la República, hay grandes diferencias en las propuestas y los cambios que quieren hacer para elevar el desarrollo del país.
En esa democratización, Hernández quiere reformar el modelo económico, quitar y poner, ajustar y emprender, pero respetando el patrimonio y la creación de empresas, la libertad en la generación de empleo y ajustando la burocracia.
Por su parte, Petro sí quiere cambiar el modelo económico, regresando al proteccionismo, a los subsidios, a la intervención del Estado en los elementos de producción, en el gasto, en el manejo de los recursos de los impuestos y dirigir el comercio como si fueran una caja menor. En ese manejo puede claramente irrespetar acuerdos, contratos, convenios y relaciones que le han costado años de sacrificio al país.
Muy pronto ha dicho que un plan para reducir las desigualdades en el país es “empoderar la economía popular que puede ayudar a disminuir la pobreza”.
Gasto y Estado
Hernández, quien es menos estatista a estas alturas, dice que quiere cerrar entidades, asesorías, oficinas y reducir la burocracia para acabar con la corrupción. Quiere empequeñecer la Administración y reducir al máximo el gasto de funcionamiento, incluso sacrificando de paso su salario al anunciar que no lo va a cobrar sino a ceder para adelantar algún programa social.
Petro, por su parte, maneja un discurso populista, de masas, para que Colombia regrese al papá Estado, creando entidades o ministerios, tocando lo que está funcionando como la exploración y producción de petróleo, y anunciando un gobierno a punta de subsidios.
El candidato del Pacto Histórico define su propuesta de modelo económico como “una democratización de la economía". A su entender, significa que la riqueza nace del trabajo, que es sinónimo de producción y de transformar cosas para satisfacer las necesidades de la sociedad.
“La productividad es sinónimo, es una función del conocimiento y esa tesis se traduce en cómo democratizar el capital y la tierra”, dijo Petro.
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Petróleo y otras fuentes
Claramente, Petro no niega que quiere cambiar el modelo económico que durante muchos años ha regido al país y que una de sus alternativas para aumentar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) es, precisamente, romper la dependencia de Colombia con la economía extractiva para priorizar la producción agrícola, la industria y el turismo.
En una declaración dijo que “es necesario desplazarnos hacia otras perspectivas económicas como la producción, la agricultura, la industria y el turismo. Yo quiero plantear una nueva política de industrialización porque es mucho más elástica y está cimentada sobre tres condiciones básicas: las energías limpias, la conectividad y el conocimiento general de la sociedad”.
Al profundizar en su propuesta, señala que los tres principales productos de exportación de Colombia han sido petróleo, carbón y cocaína. "Esta última es insostenible, porque mientras sea ilegal solo genera violencia, muertes, mecanismo de desestructuración social. El carbón y el petróleo también son insostenibles porque son venenosos desde el punto de vista de la vida en el planeta".
Agregó que quiere plantear una nueva política de industrialización, porque es mucho más elástica y está cimentada sobre tres condiciones básicas: las energías limpias, la conectividad y el conocimiento general de la sociedad.
A diferencia de Petro, Hernández no duda en afirmar que hará pilotos para evaluar la posibilidad de implementar el fracking. “Ecopetrol los debe llevar a cabo con interventoría científica para ver el comportamiento de la práctica sobre el envenenamiento del agua subterránea y los daños colaterales. Debemos hacer los estudios para mirar y evaluar a la luz de la ciencia”.
La corrupción
Hernández basa todo el pilar de su argumento económico en la lucha contra la corrupción, un objetivo que no raya con la democracia colombiana.
Por eso sostiene que “tenemos que contraer el despilfarro en burocracia y robos: la corrupción es el principal problema de Colombia”, dice el exalcalde de Bucaramanga, quien sostiene que, a pesar del crecimiento de los últimos 20 años, la riqueza se ha despilfarrado por culpa de la clase política, sin llegarle al sector productivo y a los colombianos".
Respecto a la inflación, el candidato de la Liga Anticorrupción dice que “tenemos que producir y sustituir importaciones y llevar a la gente a producir al campo: hay 20 millones de hectáreas para este fin. Debemos empezar un plan ordenado para hacer la trazabilidad de 13 millones de hectáreas y se trata de un plan de largo plazo que no es de un día para otro”.
Los impuestos
Entre otras de las diferencias sustanciales en los planteamientos de los dos candidatos está en el manejo de las finanzas. Hernández sostiene que el país necesita bajar el gasto público inoficioso e inoperante. “Colombia tiene muchos funcionarios públicos y se puede reducir la burocracia. El país gasta demasiado en seguridad. El Ministerio de Defensa gasta más de 30% de los recursos que emplea Brasil en Defensa y tenemos cuatro veces menos población”.
En el aspecto tributario, Petro dice que va a promover una reforma que lleve a Colombia, de manera gradual, al nivel de recaudo de la OCDE, con justicia tributaria, sin tratos diferenciados. En declaraciones ha mencionado que su reforma tributaria estaría concentrada en las cuatro mil personas naturales y jurídicas más adineradas del país, pero además va a implementar un desmonte gradual de beneficios tributarios sin justificación económica o social.
Asimismo, dice que para las personas naturales habría impuestos progresivos y un mayor gravamen a dividendos y patrimonio. Además, se eliminarían las rentas cedulares, no habría extensión del IVA a la canasta familiar y se fijarían impuestos saludables. En el tema de política monetaria, se establecería en función del crecimiento y el empleo, con presencia de la sociedad.
Por su parte, Hernández dice sobre los impuestos que no habría como tal una reforma tributaria que suba impuestos. Asegura que la fuente principal de recursos está en la reducción de la corrupción. Propone, entre otras cosas, que las empresas “recién constituidas” estén exentas de carga tributaria “hasta que logren un equilibrio”. Y plantea bajar el IVA al 10%, pero la canasta familiar seguirá sin IVA y eliminará el tributo del 4x1.000 y los impuestos a bienes de capitales. Además, dice que no va a intervenir con cambios en la política monetaria.
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Las pensiones y la salud
En lo relacionado con las pensiones, un tema que lleva en la agenda pública gravitando varias décadas por la necesidad de realizar una reforma que garantice los recursos necesarios para pagarlas, Hernández y Petro tienen visiones opuestas.
Hernández propone que se realice un ajuste a Colpensiones que le permita captar nuevos recursos, mientras el aspirante del Pacto Histórico persiste en transitar hacia un modelo mayoritariamente público. Esto se traduce, según analistas, en acabar con los fondos privados.
Lo que busca Rodolfo Hernández con su propuesta pensional de reformar Colpensiones es “permitirle la captación de ahorros, de manera que pueda competir con los fondos privados en generación de inversiones”. Además, dice que habría “una carga impositiva a los pensionados privilegiados”.
Gustavo Petro lo que busca es transitar “hacia un sistema de pensiones unificado mayoritariamente público, complementario no competitivo”. Y para eso dice que todo colombiano, sin importar su sueldo, deberá cotizar entre 1 y 4 salarios mínimos en Colpensiones de forma obligatoria. Pero asegura que no acabará los fondos privados.
Otro punto clave que hace de su modelo de país algo muy diferente está relacionado con el manejo de la salud y las reformas que, de acuerdo con cada campaña, requiere el sistema.
Para Petro es necesario que Colombia vuelva a un sistema único y gratuito, que fue el que llevó a escándalos de corrupción y quiebra como el que sacudió al extinto Instituto de Seguros Sociales, mientras que Hernández plantea una intervención al sistema para eliminar ciertas intermediaciones.
Considera que lo que se debe hacer es evitar que la contratación de los médicos tenga intermediarios y que las EPS realicen el enganche profesional de forma directa.