"Polarización incide en desarrollo de los acuerdos" | El Nuevo Siglo
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Lunes, 3 de Junio de 2019
Redacción Política
Quien fuera congresista tras la desmovilización del grupo guerrillero en el que militó, comparó ese momento con el actual

 

“Nosotros vivimos una época de mucho entusiasmo y esperanza”, manifestó la antropóloga Vera Grabe, a propósito de la desmovilización del M-19 en los años 90 del siglo pasado.

Grabe, quien fue congresista de la Alianza Democrática M-19, organización política derivada del grupo guerrillero tras dejar las armas, dijo que “en este momento, obviamente hubo ilusión por el proceso, pero hoy Colombia es un país muy complicado con unos niveles de polarización muy altos que inciden en el desarrollo de los acuerdos”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo recuerda el proceso de desmovilización del M-19?

VERA GRABE: Yo creo que fue un proceso benéfico y para mí personalmente como una capacidad de hacer de la paz, una posibilidad de vida nueva, un proceso muy liberador y de nuevas posibilidades, sobre todo fue un proceso político.

ENS: ¿Cómo fue el proceso de reinserción?

VG: Obviamente lo esencial de ese proceso fue la configuración de un proceso político que se completó con la constituyente en un momento en que Colombia sentía mucho entusiasmo para generar transformaciones y renovación política, un momento de mucha esperanza y confianza. Pese al asesinato de Carlos Pizarro en el ambiente había mucha expectativa de transformaciones políticas.

ENS: ¿Cómo se vivió el momento en que el M-19 llega a la constituyente?

VG: En la constituyente participó el movimiento estudiantil. El mismo Gobierno estaba hablando de un cambio constitucional donde confluyeron muchas voluntades. Había un espíritu de cambio que buscaba renovar las costumbres políticas. Se dio el encuentro de fuerzas diferentes. En la presidencia de la constituyente estaban Antonio Navarro, Horacio Serpa, Álvaro Gómez, con el Movimiento de Salvación Nacional. Fue un momento de encuentro para construir una nueva propuesta de cambio para el país.

ENS: En ese momento político, ¿qué pasó con la guerrilla de las Farc?

VG: La intención de Carlos Pizarro inicialmente fue que las Farc y todos participaran en el proceso de paz, pero había ritmos y posiciones diferentes, y él empezó a asumir la decisión de paz a la cual después se sumaron el Epl y otras fuerzas. Pero las Farc y el Eln decidieron hacer sus propios procesos con el Gobierno. El gobierno Gaviria trazó como un límite en el momento de la constituyente. Fue ahí cuando se dio el ataque a Casa verde. Es decir, que quienes no se vincularan en ese momento y ese modelo quedaban por fuera.

ENS: En el proceso actual ¿cómo ve el tránsito de las Farc a la vida civil?

VG: Ese proceso se da muchos años después con un periodo en donde hubo una profundización de la guerra, mucha polarización, de una guerra que empezó a afectar a la población civil. Años en los que el conflicto se recrudeció y el ambiente político se enrareció.

Nosotros vivimos una época de mucho entusiasmo y esperanza. En este momento, obviamente hubo ilusión por el proceso, pero hoy Colombia es un país muy complicado con unos niveles de polarización muy altos que inciden en el desarrollo de los acuerdos.

ENS: La primera votación del M-19 fue de 992.613 para la constituyente. En su primera elección, el partido Farc logró 52.532 sufragios para el Senado y 32.636 para la Cámara. ¿Por qué cree que hay tanta diferencia en cuanto al apoyo popular?

VG: El proceso de ellos se da mucho después con una confrontación recrudecida, con un desgaste altísimo. La guerra se deslegitimó terriblemente en estos años y la manera como se dio con la población civil afectó su popularidad.

Recordemos que en el Caguán la situación fue distinta y cuando se acabó el proceso devino la profundización del conflicto compleja que ha producido un ambiente político diferente que creó fuerzas políticas que no existían en el 91.

ENS: El M-19 logró participar en la reforma de la Constitución. ¿Qué han logrado las Farc con el proceso actual?

VG: El M-19 no logró la Constitución solito. Eso fue posible por un ambiente suficiente. El M fue un actor importante, pero no el único.

Es importante el solo hecho de que las Farc ya no sean una fuerza armada. A pesar de que no se ha acabado la violencia, lo que hay que valorar es el hecho que no estén activas militarmente.

El logro para ellos: una posibilidad de configurar una nueva institucionalidad de la paz, asumir el tema de la verdad. En términos políticos los resultados no son los que esperan. El apoyo político es poco. Tienen sus curules, pero el ambiente político no es favorable.

El logro más grande para el país es que existe un actor menos en la guerra.

ENS: En este momento el país se encuentra convulsionado por muchos factores alrededor del proceso de paz, ¿cuál es su lectura al respecto?

VG: Es muy difícil comparar, porque el M-19 es muy diferente a las Farc. El M vive su proceso de paz de manera diferente. Yo creo que el gran acierto de Pizarro es darse cuenta en el 89 que era el momento de abandonar la guerra y empezar a hacer un pacto por la paz para generar transformaciones.

Los tiempos son muy importantes. El hecho de que hagan este proceso tantos años después los lleva a vivir una época llena de dificultades. La paz es decisiva. Cuentan los momentos y la oportunidad. Si uno piensa en el Eln, ese proceso es más difícil aún porque el ambiente cada vez se va enrareciendo más.