EL GOBIERNO nacional puso de nuevo en la agenda del Senado la reforma a la salud. Esto tan solo con la determinación de los senadores del Pacto Histórico, Ferney Silva, Wilson Arias y Omar Restrepo, integrantes de la Comisión Séptima, en donde se archivó la iniciativa inicial y quienes retiraron la apelación sobre el hundimiento de la propuesta.
Ahora la carrera gira en torno a la premura del Ejecutivo por alcanzar un acuerdo con las bancadas que se han opuesto a la implementación del modelo de salud que quiere imponer el gobierno Petro, que, en voces de los expertos, incluye unas pocas modificaciones al primer texto presentado en el Senado.
Por ello, se analiza cuál podría ser el futuro de la nueva propuesta en el Senado, en caso de ser presentada nuevamente en el legislativo y teniendo en cuenta que la oposición no va a respaldar una reforma que han visto muy improvisada.
El senador del Pacto Histórico, Wilson Arias, dijo al respecto: “Los cuatro senadores que objetamos el archivo de la reforma sostuvimos muy importantes reuniones con cinco EPS durante varias semanas, que empezaron cuando radicamos el proyecto de ley durante esas calendas, continuaron inclusive después de que se votara el archivo de la reforma y fue en esas largas semanas y, hasta hace muy pocos días, que obtuvimos un acuerdo de 12 puntos con las cinco EPS mencionadas, que inicialmente se encontraban en el texto de reforma y otros que entregamos al Gobierno para ser incluidos en este nuevo texto y que sean discutidos por el Senado para que sean aprobados”.
Posteriormente, el senador Ferney Silva, de la misma colectividad, aseguró: “Queremos decirle al país que estamos comprometidos con la nueva reforma a la salud, con los cambios, pero también entendemos que esto corresponde a que cada uno de los sectores políticos representados en el Senado de la República puedan aportar a esta nueva reforma, en este nuevo trayecto, de tal manera que no haya excusas en el futuro, por falta de deliberación, consenso y apertura en el proceso que requiere hoy el país”.
Senadores que no apoyan la reforma
Sin embargo, desde el Congreso también han surgido voces en contra del nuevo texto que pretende radicar el Gobierno, a fin de transformar el sistema de salud en el país.
Al respecto, el senador de Alianza Verde, Ariel Ávila, explicó sobre la intención de Gobierno de presentar el nuevo proyecto: “Radicar en este momento una reforma a la salud es muy complicado, por tiempos, es cierto que puede haber sesiones extras hasta el 19 de julio, pero sería casi que poner en riesgo el resto de reformas. Yo diría al Gobierno que tiene que mirar muy bien el cronograma porque no veo cómo en seis semanas podamos evacuar tremenda agenda, yo creo que una nueva reforma a la salud debería entrar una vez pase la reforma pensional y eso significa el 20 de julio, porque creo que antes es minar el Congreso con la congestión como esta”.
Por su parte, el senador de Cambio Radical, David Lun, manifestó: “Una reforma a la salud se construye con los actores fundamentales como lo son los pacientes, los enfermeros, médicos, auxiliares y todo el personal de la salud”.
Por consiguiente, añade: “La nueva reforma a la salud debe ser una construcción colectiva, no un acuerdo politiquero al centrarse en una visión integral e intersectorial de la salud, reconociendo que diversos determinantes sociales influyen en el bienestar de las personas, además, necesitamos encontrar un buen equilibrio con las tecnologías de alto costo en salud”.
Fuentes cercanas al despacho de la senadora Nadia Blel, del Partido Conservador, le explicaron a EL NUEVO SIGLO que la congresista ha advertido al gobierno “la necesidad de esperar a que la Comisión Séptima constitucional finalice las mesas técnicas con todas las entidades especialistas en salud, pacientes, hospitales, aseguradoras, agremiaciones y trabajadores antes de presentar la nueva iniciativa”.
En el mismo sentido, el senador del Centro Democrático, Honorio Henríquez, dijo: “No hay fuente de financiación, no hay aval fiscal. Eso es acabar con el sistema de salud y es un retroceso. Es un resumen de lo que ya se hundió y lo que hoy hay, en mi opinión, no da tranquilidad”.
A su turno, la senadora Lorena Ríos del Partido Colombia Justa y Libres añadió: “Consideramos que es un error radicar un texto que no ha sido examinado y concertado con los demás actores del sistema y que se insiste en desconocer la voz de los pacientes, de los usuarios, del talento humano en salud, la academia y expertos en la materia”.
De igual manera, indicó que “esto no es lo que nosotros propusimos cuando solicitamos el archivo del proyecto de reforma. El texto conocido mantiene unos errores conceptuales que no superan los motivos por los cuales fue archivada, ya que la actual propuesta legislativa resume la reforma inicial y no desarrolla una ruta clara para resolver los desafíos de nuestro sistema de salud y continúa sin contener los aspectos técnicos adecuados, lo cual representa un riesgo para el derecho fundamental a la salud de todos los colombianos”.
Los especialistas señalan
El exministro de salud, Jaime Arias, advirtió: “El documento fue consensuado con un grupo de EPS, no con todas y no con los pacientes a los cuales no se les ha consultado y hay una serie de actores del sistema. Pero, hay es que consensuarlo finalmente con el Congreso porque es allí donde se toma la decisión, o sea que tampoco es que podamos decir que ya estamos en un avance, pero lo que se ha acordado con ese grupo de EPS es sobre el mismo articulado que presentó la ministra Corcho y eso no ha cambiado”.
De igual manera, el exfuncionario aseguró que “el texto simplemente fue acortado porque inicialmente se iban a discutir 150 artículos y ahora simplemente quedaron 50 de los cuales se ha planteado que el Estado asume la responsabilidad del sostenimiento económico del sistema. Lo segundo es que las EPS dejan de ser aseguradoras para convertirse en intermediarias; y finalmente se plantea cambios en las redes de servicio a través de las IPS que deben ser asumidas por el Estado, pero eso aún no está claro en la reforma”.
Por otro lado, el exministro Augusto Galán señala: “Lo que se ha conocido de ese nuevo documento es que esencialmente reproduce lo mismo, pero preocupa que están siendo desconocidos los agentes del sector salud en relación con los cambios que requiere el sistema; y, además, el proyecto vuelve a repetir el desconocimiento del goce efectivo del derecho a la salud. No es clara la financiación ni la sostenibilidad, la transición sigue siendo problemática, y difícil la ruta para el paciente y no está definida en ese proyecto, no hay un plan claro con objetivos y propósitos específicos. El borrador que se conoce del proyecto tiene muchas dificultades y muchos problemas que en el Congreso habrá que ver lo que pueda pasar pese a que se están dando algunas conversaciones, pero los parlamentarios de la Comisión Séptima se mantienen en su posición negativa”.