El mes pasado la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood dio a conocer los 397 nombres de quienes harán parte de la organización en 2022 y entre los seleccionados se encuentra  la colombiana Cristina Gallego, quien ha trabajado como directora junto al también cineasta Ciro Guerra en varios proyectos, como “El abrazo de la serpiente” y “Pájaros de verano”.

La cineasta bogotana hace parte de un selecto grupo en el que se incluyeron nombres como Anya Taylor-Joy, Robin de Jesús, Olga Merediz, Marco Rodríguez, Mariano Barroso, Alberto Mielgo y Leo Sánchez, solo por mencionar la cuota latina en esta ocasión.

Las invitaciones de la Academia se hacen con el fin de que cada miembro, en su rubro de experticia, pueda votar por los filmes seleccionados al Óscar para los años posteriores. En este caso, Gallego estará dentro del comité que evaluará las cintas que competirán en la categoría de Mejor película.

La talentosa bogotana se ha desempeñado en varios cargos que poco a poco la han llevado a sumar triunfos. En 2005 fue asistente de producción de la película “Sumas y restas” de Víctor Gaviria, la cual fue ganadora del Premio India Catalina a Mejor Película. Como productora ha trabajado de la mano de su esposo Ciro Guerra en las películas “La sombra del caminante” (2004), que fue merecedora del Premio Especial del Jurado del Ficci (Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias), así como en “Los viajes del viento”, cuyo estreno mundial se dio en el 2009 y ganó los India Catalina a Mejor Director y Mejor Película en el Ficci. Tanto “La sombra del caminante” como “Los viajes del viento” fueron seleccionadas para representar a Colombia en los Premios de la Academia (los Óscar) para optar en la categoría de Mejor Película Extranjera.

Posteriormente trabajó en “Cecilia” (2012), “El abrazo de la serpiente” (2015) y “Yo no me llamo Rubén Blades” (2018). Debutó como directora con la aclamada “Pájaros de verano” (2018), cinta que codirige con su esposo, Ciro Guerra, y que fue una de las favoritas en los Premios Fénix del 2018, llevándose el premio al Mejor largometraje de ficción. Su proyecto más reciente es “Brakland”, en la que participa como coproductora.

Gallego celebró en su cuenta de Instagram la invitación: “Se entregó el Informe Final de la Comisión de la Verdad. Y recibí esta bella invitación (...) El cine también es parte de esa búsqueda de la verdad o las verdades que necesitamos. Felicidades a mis amigos y compañeros de promoción (…)”.

EL NUEVO SIGLO la entrevistó para conocer de primera mano los detalles de su participación en la Academia.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo llegó a ser invitada a formar parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood?

CRISTINA GALLEGO: Creo que el reconocimiento que han tenido las películas que he hecho ha sido fuerte por parte de la Academia. Esta es la validación de un camino, en el que fue considerado el recorrido de “El abrazo de la serpiente” y “Pájaros de verano”.

ENS: ¿Cómo se siente con esta invitación de talla internacional?

CG: Sí lo es, y me alegra que lentamente las personas que hemos participado en estas películas hayamos ido entrando a la Academia. El primero fue Ciro Guerra (director), luego David Gallego (fotógrafo), Catherine Rodríguez (vestuarista), Katrin Pors (productora) y ahora yo, y en esta misma promoción entra también Leo Heiblum (músico). Así que no solo es una alegría para mí, sino que lo que me llena de orgullo es ser gestora y poderme rodear de gente tan talentosa.

ENS: ¿Cuál será su participación en la Academia Cinematográfica de Hollywood?

CG: Además de poder votar, la Academia tiene algo maravilloso que es el culto y el respeto por el oficio cinematográfico. Desde afuera se ve solo la alfombra roja y los premios, pero la Academia es investigación, museo, colecciones de cine, de conocimientos, historias; es un encuentro de artistas en torno a la realización cinematográfica, que es mi pasión. 

ENS: ¿Cómo ve usted el cine colombiano en el exterior?

CG: Se produce mucho ahora y poco a poco se va abriendo paso en el exterior. Sin embargo, también creo que es un momento de repensarse.

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ENS: Hemos visto que en los últimos años el cine nacional ha ganado muchos premios, ¿a qué se debe?

CG: Hay algo paradójico, sí ha ganado muchos premios pero a la vez no se han visto en Colombia. Me gustaría ver “Alis” y “La jauría”, tengo mucha ansiedad, espero que lleguen pronto. Como no las he visto no puedo hablar mucho al respecto.

ENS: ¿Cómo fue la experiencia de producir “El abrazo de la serpiente” y “Pájaros de verano”, ambas aclamadas por la crítica?

CG: Tuve experiencias muy bellas con las dos. Aprendí mucho como productora y pude dar un paso afuera también como directora. Ha sido muy importante la validación y el reconocimiento que han tenido estas películas en el extranjero y creo que gran parte del volumen de producción norteamericana que se da en Colombia tiene que ver con haber puesto el nombre de nuestro país en la cinematografía mundial, y que nuestro talento como industria empezara a ser visto. Obvio que todo es una combinación de esfuerzos, gubernamentales, privados, etc., pero sin duda el recorrido de ambas películas abrieron los ojos hacia Colombia.

ENS: ¿Qué cree que le falta al cine colombiano para lograr más reconocimiento en el exterior?

CG: Al cine colombiano le falta mucho. Hace falta una combinación de recursos y visión. Pero ahí estamos, en el camino.

ENS: ¿Cómo ve el cine nacional en comparación con el resto de Latinoamérica?

CG: El cine colombiano se produce bastante y hay muchas voces interesantes. En Latinoamérica, las cinematografías, políticas y economías son tan dispares que es muy difícil de comparar.  Lo que rescato, y es muy importante en Colombia, es la continuidad en las políticas que han permitido el fortalecimiento de un sector, que ha podido mantenerse y no depende de los cambios de Gobierno.  

Sin embargo, la situación es compleja. Se han creado muchos incentivos para empresas extranjeras, para que se filme en Colombia, pero el cine colombiano, es decir, las historias propias, tienen muy pocos recursos para un sector profesional que ha crecido exponencialmente. 

ENS: Para usted, ¿cuáles son las producciones más relevantes que se han hecho en el país?

CG: Creo que hay cineastas muy interesantes ante una crisis económica y un sistema que no ha podido incentivar continuidad para los productores y directores,  que somos quienes generamos crecimiento en la industria y con eso la imposibilidad de desarrollo de los lenguajes propios y por ende de cinematografías más robustas.

Hoy vivir de hacer cine colombiano para casi todos no ha sido posible, y eso se nota en el desarrollo de los lenguajes. Están muy permeados por la publicidad y la televisión.

ENS: ¿Qué mensaje le daría al resto de los directores colombianos?

CG: Que la tarea que tenemos por delante es dura y de largo aliento; que es necesario que cuidemos los equipos y el ego, que es lo que los mata más a menudo.