El síndrome de apnea del sueño es un trastorno frecuente asociado con secuelas cardiovasculares y neuropsicológicas severas que repercuten en altos costos socioeconómicos para la población.
Con anterioridad se estimaba una prevalencia aproximada del 5% en hombres y del 2.3% en mujeres entre 40 a 60 años para ambos sexos; sin embargo, en las últimas dos décadas aumentó en promedio el 18% en hombres de 30 a 70 años y el 7.5% en promedio en mujeres del mismo rango de edad.
Según expertos de Emma Sleep, este trastorno crónico caracterizado por episodios repetidos de obstrucción completa o parcial de las vías respiratorias superiores durante el sueño, está acompañado de síntomas como: ronquidos fuertes y cansancio diurno debido a la privación crónica del sueño, aumento de la presión arterial, estrés, fatiga y dolor de espalda debido al aumento de peso.
Teniendo en cuenta el impacto significativo en la salud y el efecto duradero de las alteraciones del sueño, es importante prestar especial atención a este aspecto. Sin embargo, los expertos en sueño indican que existen varias estrategias que ayudan a mitigar el problema, por ejemplo:
- Elevar la cabeza 60 grados al dormir. Acomodar las almohadas o dormir en una cama de posiciones ajustables ayudaría perfecto. Además, es fundamental contar con un colchón cómodo, especialmente si el anterior ya tiene varios años de uso.
- Buscar el peso saludable. Reduzca su peso cuidando la calidad y la cantidad de los alimentos y hacer ejercicio, principalmente cardio ya que es un factor protector que disminuye en un 10% el riesgo a padecerla.
- Practicar yoga y técnicas de respiración. Uno de los aspectos más fuertes del yoga sobre otro tipo de actividad física es que incentiva la respiración profunda. Hay técnicas específicas conocidas como pranayama que mejoran la capacidad pulmonar, la fuerza respiratoria y la perfusión de oxígeno hasta los órganos y tejidos.
- Acupuntura. Hay estudios que muestran que la acupuntura manual y el electro acupuntura pueden beneficiar a las personas con apnea al reducir hipoxia (la ausencia de oxígeno) o mejorar la saturación de oxígeno.
- Modificar los malos hábitos. Deje el cigarrillo, evite beber alcohol y emborracharse seguido, use sustancias que lo ayuden con la congestión nasal, cambie su posición para dormir, o sea comience a dormir de lado.
- Use humidificadores en su cuarto o en su casa. Los ambientes muy secos o calurosos pueden irritar el cuerpo o el sistema respiratorio. Estos aparatos ayudarán a que se abran sus vías respiratorias e incluso, puede usar también los difusores a los que se le puede poner aceites esenciales de eucalipto, menta, etc.