LA PRESENCIA de grupos armados al margen de la ley, el aumento del cultivo de coca y el incremento de las cabezas de ganado en algunos parques naturales es tema de preocupación, según Julia Miranda, representante a la Cámara por Nuevo Liberalismo.
La también exdirectora de Parques Nacionales aseguró que se requiere de mayor acción de la Fuerza Pública para atender la “crítica situación de orden público” en las zonas protegidas.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ha visto las políticas de Parques Nacionales en este Gobierno?
JULIA MIRANDA: Parques Nacionales es una institución tradicional que tiene la importante misión de administrar el sistema de parques, que hoy son 63 áreas, lo que representa 20 millones de hectáreas. También trabaja para coordinar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Hemos visto desde Congreso que desde el Gobierno anterior viene una disminución de presupuesto que nos preocupa. Esperamos que este Ejecutivo, que quiere hacer una apuesta seria y concreta por la protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático, vea que el Sistema de Parques Nacionales es la herramienta más estratégica para ese propósito.
En esa medida, hemos tenido unos foros en el Congreso para mirar la crítica situación de orden público en los parques nacionales. Tienen un momento bastante crítico de presencia de grupos al margen de la ley que dificultan la tarea de los guardaparques.
ENS: ¿Cuáles han sido las repercusiones de la presencia de grupos alzados en armas en los parques?
JM: En muchos de los parques de la región amazónica, los guardabosques sencillamente no pueden asistir porque están amenazados de muerte. Y no pueden cumplir su tarea, que es una tarea no solamente del cuidado de la naturaleza, sino de la relación estrecha con las comunidades indígenas y locales, a fin de lograr la conservación de esa biodiversidad.
Eso, sumado a la minería ilegal y a la deforestación de grupos armados, requiere un fortalecimiento de la entidad y un apoyo por parte de la Fuerza Pública a las áreas protegidas.
Hay que tomar en cuenta que los guardaparques son autoridades ambientales, no son los encargados de cuidar el orden público. Esa misión la tienen las entidades correspondientes, como la Fuerza Pública y Fiscalía General.
Queremos también desde el Congreso mejorar el régimen laboral de los guardaparques. Estamos empeñados en hacerlo y, en esa medida, estamos trabajando con ellos y viendo cómo les podemos apoyar, ya que los parques tienen un déficit muy grande de funcionarios, pues la institución ha cumplido con su nivel de declarar nuevas áreas, por lo que ha crecido en tamaño de hectareaje para cuidar, pero no ha aumentado el número de personal.
ENS: ¿Hace falta más leyes para lograr que haya mayor protección y atención general a los parques?
JM: No hace falta porque Colombia tiene un sistema jurídico muy robusto. Los parques están protegidos por la Constitución Política, que les da unos atributos muy importantes, que son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Las Cortes también se han pronunciado al respecto, con el sentido de que el país dispone de herramientas jurídicas para proteger sus parques a perpetuidad.
No se les puede cambiar su uso ni reducir su tamaño. El deber de Colombia como nación mega diversa es seguir declarando las áreas protegidas y ampliar el sistema de áreas protegidas para cumplir con las metas del convenio de diversidad biológica, que pide a los países que, por lo menos, el 30% de sus territorios marinos, terrestres y aguas continentales estén con alguna medida de protección.
Plan Nacional de Desarrollo
ENS: ¿Cómo quedaron los parques en el Plan Nacional de Desarrollo?
JM: En el Plan Nacional de Desarrollo hubo unos avances en términos de herramientas para poder trabajar con los campesinos que están en los parques. Esto se viene haciendo desde hace varios años, incluso desde que se firmó el Acuerdo de Paz en Colombia que requiere del conocimiento de una realidad en el país que es la presencia de campesinos en estas áreas protegidas, desarrollando actividades que no están en el marco de la ley.
Esas herramientas son útiles para que esos campesinos no tengan que salir de los parques, sino que desarrollen actividades permitidas. También, para que puedan mejorar las condiciones de sus viviendas y tengan condiciones adecuadas.
ENS: ¿Ha aumentado la extensión de narcocultivos en estos parques?
JM: Es que hay problemas en muchos sitios concretos como el Catatumbo, La Paya, El Nukak, el Parque Tinigua donde se ha visto mucha deforestación, la deforestación que también hay en regiones como el Pacífico y Caribe. Los cultivos de coca también han aumentado, sobre todo en las zonas amortiguadoras, más que adentro.
El problema más grave que tienen los parques adentro es el aumento de cabeza de ganado que han hecho un gran daño a las áreas protegidas y bosques en Colombia.
Tierras a campesinos
ENS: ¿Qué opinión tiene de las políticas del Pacto Histórico de otorgar tierras en zonas de reserva natural?
JM: Son susceptibles de sustracción. De hecho, el Estado colombiano tiene una reserva muy importante, con un elemento interesante que fue la aprobación que se hizo en el Plan Nacional de Desarrollo de las concesiones forestales a campesinos, que fue una iniciativa del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente para poder entregar tierras a los campesinos sin sustraer la reserva forestal, de tal manera que su obligación es mantener el bosque en pie, y vivir de los productos secundarios del bosque, ecoturismo o aviturismo.
Eso ya es exitoso en otros países del mundo, de esta región, incluso. De manera que hay esperanza de dar tierra y bosques, pero que no perdamos la cobertura boscosa en el país.
ENS: ¿Están cumpliendo los campesinos a los que se les ha otorgado tierras con estas condiciones para la protección de los parques?
JM: Está empezando apenas. El Ministerio tiene que empezar a implementar y desarrollar esta política. Es una idea que viene gestándose desde hace un tiempo, pero que se pudo materializar con normas específicas en el Plan Nacional de Desarrollo del presidente Petro. Esperamos que pueda ser una política exitosa.