El Tour parece sentenciado en favor de Jonas Vingegaard (Jumbo). Otra buena carrera del danés, que fue cuarto ayer en la etapa reina, con el Col de la Loze, en la parte final, y el hundimiento de su rival esloveno Tadej Pogacar, al que saca ahora más de siete minutos, parecen haber acabado con el suspenso.
Cuando todos los expertos y aficionados aplaudían este Tour como uno de los más disputados de la historia, al sacar solo 10 segundos Vingegaard a Pogacar antes de las dos últimas etapas alpinas, todo cambió.
Vingegaard aparece como el ganador virtual del Tour a falta de cuatro etapas. El danés dio otra exhibición este miércoles en la etapa reina, la cuarta de las jornadas alpinas y la decimoséptima de esta edición, en la que se impuso el austríaco Felix Gall (AG2r Citroen).
Mientras que Vingegaard fue cuarto, a 1:52 de Gall, su rival esloveno Tadej Pogacar (UAE) se hundió en el ascenso del duro Col de la Loze, a 14 km de la meta, entrando al final en el puesto 22, a 5:47 del danés.
“Estoy muerto”, dijo durante su vía crucis de la ascensión del duro puerto del Col de la Loze el esloveno en una conversación por radio con sus directores deportivos.
Por su parte, Vingegaard, tras la demostración del martes en la contrarreloj de montaña de 22,4 km, pegó la estocada definitiva en esta etapa de 165,7 km entre Saint Gervais Mont-Blanc y Courchevel, y saca ahora una ventaja a Pogacar de 7:35.
“Es una sensación de alivio, ya que tener más de siete minutos de ventaja es formidable. Pero todavía quedan etapas con trampa. Creo que Pogacar no abandona nunca y va a intentar algo y tengo que estar concentrado para reaccionar”, dijo Vingegaard.
Nada parece poder ponerse en el camino del danés para ganar su segundo Tour a los 26 años, después de haberse hecho con el primero en 2022, con lo que igualará el número de victorias de Pogacar, vencedor de la Grande Boucle en 2020 y 2021.
“No sé lo que pasó. Llegué al principio de la última ascensión completamente vacío. Comí bien, pero llegó hasta mis piernas. Estoy extremadamente decepcionado”, afirmó Pogacar, que había sufrido una caída poco antes.
Felix Gall, de 25 años, que fue campeón del mundo junior de ciclismo en carretera en 2015, en su segunda participación en una gran vuelta, tras haber terminado en el puesto 50 del Giro de Italia de 2022, sorprendió en la etapa más difícil de este Tour, con cuatro puertos, dos de primera, uno de segunda y el temible Col de la Loze, de categoría especial, a 6 km de meta.
“Estar a este nivel en el Tour, nadie lo esperaba. Había ganado una etapa en la Vuelta a Suiza y como aquí fue un trabajo de equipo. Ahora tenía más confianza que en aquella ocasión. Cada vez que ganas algo importante, refuerzas tu confianza”, afirmó Gall, que ascendió al octavo puesto en la general.
El británico Simon Yates, segundo en la etapa, a 34 segundos de Gall, y el español Pello Bilbao, tercero en Courchevel, a 1:38, ascendieron a la quinta y sexta posición en la general.
Bilbao, ganador de la décima etapa, estaba contento. “Fue un gran día. Muchas gracias al equipo”, dijo.
Otro español, Carlos Rodríguez (Ineos), decimoquinto en la etapa, a 4:54 del vencedor, pudo conservar la cuarta plaza en la general, aunque cedió tiempo respecto al tercero, el británico Adam Yates (UAE), que fue noveno a 3:43.
De este modo, Carlos Rodríguez se ve amenazado en la lucha por el podio por los dos hermanos Yates, ya que Adam le saca ahora 1:16, mientras que Simon está solo a 18 segundos de su cuarta posición.
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En la etapa, Egan Bernal (Ineos) sufrió una caída a 51 km de la meta, pero pudo terminar la carrera, concluyendo en el puesto 124, a 37 minutos y 54 segundos de Gall.
En el descenso del tercer puerto de la jornada, la Cote de Longefoy, de segunda categoría, Bernal se fue al suelo, en una curva a la derecha, pero se levantó y pudo seguir.
El colombiano cruzó la meta dentro de un cuarteto, detrás del italiano Alberto Bettiol (EF Education) y delante de su compatriota Harold Tejada (Astana) y del austríaco Marco Haller (Bora).
El Tour de Francia volverá a terreno llano durante la 18ª etapa, entre Moûtiers y Bourg-en-Bresse, a lo largo de un recorrido de 184,9 km que la organización quiso que fuera “lo más plana posible”, tras varias jornadas desafiantes en los Alpes./ENS-AFP