La naturaleza, una luz para el sector turístico de Bogotá | El Nuevo Siglo
El sendero, Quebrada La Vieja, en este momento es el único que está abierto
EAAB
Jueves, 22 de Julio de 2021
Redacción Nacional

En el sector del turismo en Bogotá, como en el resto del país y el mundo, el covid-19 tuvo un impacto devastador que se extendió por el 2021. Datos de la Organización Mundial del Turismo muestran una caída durante el primer trimestre de este año del 88% en el número de llegadas de extranjeros en comparación con 2019 (antes de la pandemia) a nivel mundial.

Dado que la perspectiva para el resto del año continúa permeada de un alta incertidumbre, para la ciudad las cifras no son alentadoras.

De acuerdo con el último informe del Instituto Distrital de Turismo, aunque en mayo se flexibilizaron las restricciones de movilidad, “el inicio de las protestas del paro nacional a finales del mes de abril provocó la fuerte reducción de la movilidad de los ciudadanos hacia sus lugares de trabajo. También pudimos observar una tendencia creciente de la movilidad en parques y tiendas y ocio, lo que se explica, principalmente, por la celebración del día de la madre y el avance del plan de vacunación”.

Radiografía de los primeros cinco meses

De hecho, entre enero y abril de 2021, llegaron a la capital 95.787 visitantes extranjeros que ingresaron por el Aeropuerto Internacional El Dorado, con la intención de hospedarse en la ciudad.

Comparativamente, el número de turistas en Bogotá durante este periodo en 2020 fue de 204.143, es decir que en 2021 esta cifra disminuyó en más del 100% a raíz del impacto negativo de la pandemia generada por el covid-19, que inició en el país a mediados de marzo 2020.

Por otro lado, entre enero y abril de 2021 hubo 166 rutas aéreas hacia la capital disponibles, 82 internacionales y 84 nacionales. Se ofertaron 3.699.135 sillas, siendo enero el mes de mayor cantidad. Así mismo, el total de pasajeros hacía Bogotá fue 2.530.457, de los cuales el 83,6% corresponden a vuelos nacionales y el 16,4% a internacionales, lo que indicó que el porcentaje de sillas ocupadas fue de 68,4%.

Con relación al turismo terrestre, las cifras aún no despegan y la recuperación sigue lenta. Entre enero y mayo de este año los pasajeros que se movilizaron por la Terminal de Transportes de Bogotá fueron, en promedio, el 40% de los que se movilizaron en el 2019 (prepandemia).

Mayo, es importante advertirlo, fue el mes más complicado para el turismo terrestre, pues en esos 30 días la movilización de pasajeros fue de alrededor del 20% de quienes se trasladaron en el mismo mes de 2019. Esto, de acuerdo con el Instituto Distrital de Turismo, a raíz de las protestas del paro nacional.



 

Repunte

Aún así, hay una luz al final del túnel. Aunque la gente no lo crea, o simplemente no relacione a Bogotá como un lugar idóneo para hacer turismo de naturaleza, esta rama del turismo ha crecido de manera sostenida en lo corrido de este año.

En efecto, los monumentales cerros orientales y la diversidad de humedales que hay en la capital colombiana, han hecho de este un destino turístico de primera línea para aquellas personas apasionadas por la naturaleza y el avistamiento de aves.

La pandemia ha hecho que los espacios verdes se vuelvan mucho más atractivos para los visitantes y turistas. Entonces sí hemos visto un incremento real en todas las actividades de avistamiento de aves, de senderismo y de todo lo relacionado con el turismo de naturaleza. En Bogotá tenemos una amplia oferta en los cerros orientales, tenemos varios observatorios de aves y algunos senderos que se están adecuando y otros que están operando y siguen recibiendo visitantes de manera constante”, le dijo ayer a EL NUEVO SIGLO el subdirector de Gestión del Destino del Instituto Distrital de Turismo, Andrés Clavijo.

A su vez, un vocero del Acueducto de Bogotá, entidad que en este momento tiene a su cargo el único sendero que está abierto en la ciudad, el de Quebrada La Vieja, le dijo a este Medio que este camino estuvo abierto tres días de enero y desde el 19 de junio hasta la fecha. En ese periodo de tiempo “han ingresado 5.015 personas de las 6.645 que se han registrado en el App definida para el registro de visitantes”.

La oferta 

Por ejemplo, el Instituto Distrital de Turismo (IDT) abrió recientemente dos nuevos observatorios para el avistamiento de aves, con los que la ciudad ya completa seis. Y eso sin contar las diferentes rutas de senderismo.

Uno de ellos está ubicado en el humedal El Burro (suroccidente) y el otro en el sendero peatonal de Monserrate (oriente). Estas dos nuevas infraestructuras hacen parte de la Red de Observatorios de Aves, sumándose así a otros cuatro observatorios ya existentes en la capital, que se encuentran en el sendero ccológico San Francisco, Vicachá; el Humedal Santa María del Lago; el Parque Regional La Florida y el sendero La Vieja, del que está a cargo el acueducto.



Avistamiento en Humedal El Burro:

En avistamientos como el de este humedal hay especies endémicas, casi endémicas y con categoría de amenaza, que son apetecidas por los expertos observadores de aves alrededor del mundo. Pueden encontrarse en humedales, cerros, parques y páramos. La mayoría están en ecosistemas frágiles y afectados, por lo que es importante que se reconozca la importancia de estos sitios y lo valioso que son para mantener la irremplazable fauna del Distrito Capital.

Estos espacios de alta fragilidad son fundamentales para garantizar el buen vivir de las comunidades. Su capacidad de absorción hídrica mitiga posibles inundaciones en épocas de lluvia, además de ser un espacio para especies locales y foráneas de aves.

Este avistamiento está ubicado en la localidad de Kennedy, por la vía Ciudad de Cali y su ingreso se puede hacer por la carrera 83 #7d-87. Desde la entrada son 5 minutos caminado hasta el observatorio (210 metros aproximadamente), que se encuentra a 2.625 metros sobre el nivel del mar, y es adecuado para visitas de avistadores de aves aficionados o expertos y grupos académicos enfocados en educación ambiental.

Observatorio del Parque La Florida:

Su espacio se divide en áreas recreativas y la zona del humedal Jaboque, lugar en el cual se fomenta la educación ambiental y la preservación de ecosistemas estratégicos con sus 267 hectáreas, conformadas en su mayoría por bosques nativos y especies foráneas, albergando diversas tipos de aves endémicas y migratorias.

Este observatorio se encuentra a 2950 metros sobre el nivel del mar y es adecuado para visitas de avistadores de aves aficionados o especializados. Ubicado por la localidad de Engativá o por la autopista Medellín km 1.8 costado sur, hay que caminar 5 minutos desde la entrada del parque hasta el observatorio y está abierto de lunes a domingo de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. pero es mejor que los turistas revisen con una agencia local si hubo modificación en sus horarios a raíz del clima o la pandemia.

Otros senderos:

Finalmente, en los senderos San Francisco-Vicachá, Santa María del Lago y La Vieja se le permite a los visitantes disfrutar de los ecosistema de alta montaña (bosque alto andino), así como observar valiosas joyas del patrimonio natural y cultural.

Por ejemplo, en el sendero La Vieja se encuentran 120 especies, lo que equivale al 38.8% de la diversidad de avifauna de la Sabana de Bogotá, especies andinas y de páramos, tales como el Páramo de Chingaza y el Páramo de Sumapaz.