Tras muchos meses de preparación, este miércoles llegó a Bogotá una exposición itinerante que muestra, a través del arte, el daño que se le ha hecho al río Magdalena y la importancia de este afluente para el desarrollo de las comunidades.
Esta nueva exhibición lleva por nombre “Inaudito Magdalena. Todo lo muerto, todo lo vivido. Umbrales de resistencia” y hace parte del Salón Nacional de Artistas. Estas muestras artísticas estarán en el Museo Nacional hasta el 8 de septiembre de forma gratuita.
En su versión 46, el Salón Nacional de Artistas busca descentralizar las ciudades y, por primera vez, se traslada a un territorio tan amplio como lo es la cuenca del río Magdalena, un ente vivo, arteria importante del desarrollo económico, político y social de Colombia. “Inaudito Magdalena” recorre 23 municipios cercanos a la cuenca de este río con exposiciones, residencias artísticas y obras en espacio público de más de 180 creadores. La muestra itinerante ha recorrido varias zonas de Bogotá: Mompox, Barranquilla, Ibagué, Honda y Bogotá; esta última se inauguró este miércoles en el Museo Nacional de Colombia.
“Esta es una gran oportunidad para acercarnos a las comunidades a través del arte y propiciar espacios de diálogo, de creación y de reflexión. El río Magdalena nos recibe con diferentes exposiciones y actividades en su honor, al ser un caudal tan importante, transversal en nuestros relieves e historia. Los invito a que se sumerjan en este Salón Nacional de Artistas, pensado en transitar este afluente a través de las artes plásticas y sus artistas”, señaló Víctor Manuel Rodríguez, director de Artes del Ministerio de Cultura.
Según Juliana Restrepo, directora del museo, esta “versión 46 del Salón Nacional de Artistas es muy relevante, porque hemos sido por muchos años sede constante de presentaciones del Salón ante los colombianos. Adicionalmente, nosotros tenemos un gran acervo sobre el río Magdalena; así como esa función simbólica de Bogotá como la ciudad que más demandó desarrollos a partir del río. Nos complace recibir nuevamente esta edición del Salón, en este escenario principal de la preservación del patrimonio de todas las culturas del país”.
En cuanto a la exposición, esta reúne performance, escultura, fotografía, grabado, intervención, instalación fílmica y pintura de los artistas Mauricio Carmona Rivera, Eblin Grueso, Ana María Velásquez López, Beehive Design Collective / Colectivo de Diseño La Colmena, Carolina Caycedo, Sonia Gutiérrez, Colectivo WeReBeRe, María Roldán, Adolfo Bernal, Floro Piedrahíta, Trixie Allina, Nathaly Espitia, Daniel D. Castillo, María Buenaventura y Quintina Valero.
En resumen, es así como entre artistas plásticos, diseñadores gráficos, maestros en artes plásticas, artistas multidisciplinarios, fotógrafos contemporáneos, docentes, fotógrafos y maestros en bellas artes, presentan obras dignas de exhibición nacional.
Además, fue curada por Melissa Aguilar, investigadora invitada por “Inaudito Magdalena” para hacer parte de este proyecto en Bogotá. Entre 2020 y 2021 se desempeñó como curadora del Museo Casa de la Memoria de Medellín y recientemente hizo parte del equipo curatorial de Imagen Regional 9, programa del Banco de la República. Ha sido docente universitaria y ha publicado textos en catálogos de exposiciones, revistas y ediciones académicas desde 2010. Actualmente es curadora jefe del Museo La Tertulia de Cali.
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Recorrido por 23 municipios
El 46 Salón Nacional de Artistas “Inaudito Magdalena” contó con una inversión superior a los 4 mil millones de pesos, como resultado del aporte del Ministerio de Cultura, las autoridades locales y el sector privado. Cuenta con la participación de más de 180 artistas. También incluye proyectos comisionados, exposiciones en sala, obras en espacio público y muestras en espacios no convencionales.
Para poder llevar a cabo esta muestra, todo un equipo de artistas, expositores y productores recorrieron 23 municipios a lo largo de la cuenca del río Magdalena, entre los que se encuentran: Laguna de la Magdalena (Cauca-Huila), San Agustín, Garzón, La Jagua (Huila), El Espinal, Ibagué, Ambalema, Mariquita, Honda (Tolima), La Dorada (Caldas), Puerto Salgar, Girardot (Cundinamarca), Puerto Triunfo, Puerto Berrío (Antioquia), Puerto Boyacá (Boyacá), Barrancabermeja, Puerto Wilches (Santander), Gamarra (Cesar), El Banco, El Plato (Magdalena), Mompox (Bolívar), Barranquilla, Suan (Atlántico) y, por último, Bogotá.
“En esta exposición se muestran trabajos que cuestionan las nociones de tiempo, espacio, sujeto y objeto. La materialidad vibrátil del sonido nos permite repensar la idea de límite: ¿Qué tan separado está un sujeto de su objeto si están unidos por la materia que reverbera en torno de ellos?”, comentó Éricka Flórez, una de las curadoras de la exposición.
Cabe destacar que las exposiciones vigentes del Salón se están presentando en Mompox, bajo el título “Asimetrías y lógicas paraconscientes”, disponible hasta el 12 de agosto en el colegio Pinillos.
Asimismo, en Barranquilla se expone “Epistemologías vibrátiles”, disponible hasta el 19 de agosto en el Complejo Cultural de la Antigua Aduana.
En Ibagué se muestra “Caravana Nacional: cuando el río suena piedras lleva…” y “Tierra en tránsito”, que estarán disponibles hasta el 26 de septiembre en el Complejo Cultural Panóptico de Ibagué, Museo de Arte del Tolima y sala del Banco de la República.
“Geopoéticas del agua”, por su parte, se expone en Honda hasta el 3 de septiembre, en Casa Morada Rosada, la Casa Museo Alfonso López Pumarejo.
Según el Ministerio de Cultura, más de 4.500 personas han disfrutado de la programación, conformada por exposiciones en sala y también intervenciones en el espacio público, performances y muestras en espacios no convencionales a cargo de más de 180 artistas nacionales e internacionales que han participado a lo largo de esta proyección.
Importancia y vitalidad del cauce
El objetivo de esta versión de la Exposición del Salón Nacional de Artistas es comprender la vitalidad e importancia del río Magdalena en el relato y geografía de la nación a la luz del tiempo presente; la curaduría del Salón se concibe como una práctica que propone diferentes tiempos y narraciones.
Se espera recibir a cerca de seis mil espectadores, y tener un importante impacto cultural en las regiones, con la generación de al menos 600 oportunidades de empleo sobre oficios asociados a las artes, la cultura y el patrimonio.
Es quizás el más ambicioso de los eventos en la historia del Salón Nacional, que comenzó en 1940 inspirado en el modelo de los salones franceses del siglo anterior; que era una exposición de artistas seleccionados que competían por premios y reconocimiento, y que durante décadas sirvió para decir quién era quién en la plástica del momento.
A partir de 1987 dejó de hacerse exclusivamente en Bogotá. Poco a poco perdió premios, clasificaciones por técnicas, y en este siglo evolucionó hacia un evento complementado con publicaciones, talleres, residencias de artistas, comisiones de obras, laboratorios de creación, encuentros de artistas e invitaciones a creadores extranjeros. Transformaciones que lo han convertido más en una Bienal Internacional de Arte Contemporáneo.
En sí, la exhibición itinerante es una invitación amplia a que se visiten rincones y lugares que junto al majestuoso fluir del inaudito Magdalena, entre subiendas, olvidos y pesares, han construido la historia y modelado con agua y barro esta Nación.
