El dato del Índice de Precios al consumidor (IPC) de 10,21% anualizado para el mes de julio, publicado por el DANE, da muestra de cómo este problema globalizado sigue afectando al país, haciendo que el costo de vida para los colombinos siga incrementándose cada vez más.

Esta cifra traerá grandes retos para el gobierno del presidente Gustavo Petro, pues se enfrenta al aumento de precios más altos desde el año 2000, es decir, hace 22 años. La escalada inflacionaria más alta que se ha visto en este milenio.

Ni la crisis económica mundial de 2008, ni los paros agrarios o de vías en el territorio nacional, ni las bajadas en el precio del petróleo, lograron llevar al país a estos niveles.

Es por ello que la noticia generó diferentes reacciones desde todos los ángulos, pues se avecina un fuerte timonazo en la política nacional que deberá afrontar este fenómeno.

Pobres, los más afectados

Para el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, este será un golpe a la clase más necesitada del país: “En julio la inflación alcanzó un 10,21%, la cifra más alta en lo corrido de este siglo. La inflación de alimentos llega a casi un 25%, lo que afecta especialmente a los hogares más pobres. Grandes retos sobre la mesa para el gobierno entrante”.

Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana, tiene una postura similar. “La inflación de precios al consumidor de alimentos y bebidas persiste creciendo muy por encima del 20% anual a julio. El impacto sobre la población en situación de pobreza será enorme”, manifestó.

Para el académico, “solo con disciplina en los ajustes de salarios, incluyendo el ajuste de salario mínimo, mayor disciplina en el gasto público, estímulo a la producción y nuevos aumentos en la tasa de interés por el Banco de la República, se podrá estabilizar la economía colombiana”, expresó.

Y añade que “no es momento de locuras ni de hacer experimentos en política económica. No volvamos a los noventa”.

Infografía: María Alejandra López Castelblanco / EL NUEVO SIGLO

Equidad

Desde los gremios, el presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, dijo que “la inflación del 10,2% es pésima noticia para la construcción de equidad. Debemos afrontar este desafío de escala global y efectos locales entre todos. Gobierno, Banrepública y empresarios busquemos un camino común. Asobancaria está lista para aportar con criterio técnico y amplitud”, comentó el líder del sector financiero.

La verdad es que justamente son los bancos los más interesados en buscar soluciones y hacer análisis de lo que está sucediendo, ya que un IPC alto frena el consumo y con ello el crédito podría seguir encareciéndose.

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Para Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, el culpable de este elevado dato “es liderado principalmente por el mismo sospechoso de siempre: los alimentos, especialmente las carnes, el pollo y las legumbres. A pesar de la caída de los precios de la papa, esto no puede indexarse aún y continúan los alimentos mostrando una subida muy importante con precios bastante altos en la comida de los hoteles, restaurantes y, por supuesto, también los elementos regulados, especialmente la energía eléctrica ayudó este mes a que la inflación subiera de manera muy importante”, explicó.

Para la economista, este dato refuerza la idea de terminar el año con una inflación de dos dígitos. “Seguramente todo esto lo que está haciendo es presionar las expectativas de inflación hacia el alza y seguramente vamos a terminar alrededor del 10% o inclusive arriba de ese dígito en el año 2022. Esto pone presión al Banco de la República y es muy probable que el organismo, en su reunión de septiembre, vuelva a aumentar la tasa de interés por encima del 9% que tenemos en este momento”.

Sin embargo, no todo es malo. “La buena noticia es que los arriendos, que habían presionado muchísimo a la inflación los meses pasados, se moderó y en este mes vino casi en cero esa inflación, haciendo que los efectos de indexación pararan un poco. Sin embargo, la inflación continúa siendo muy alta y la devolución de esta continuará siendo muy gradual, seguramente al comienzo del próximo año”, manifestó.

Combustibles

Para el equipo de investigaciones económicas de Bancolombia, los combustibles ya empezaron a afectar la capacidad de ahorro de los colombianos, “a partir de la información suministrada en la rueda de prensa del DANE, el incremento de $150 de la gasolina se tradujo en un aporte de 5 pb al resultado global. Esto es una antesala del impacto inflacionario que pueden tener los futuros incrementos en el precio de los combustibles”, explayaron.

Por su parte, Laura Peña Cardozo, economista del BBVA, dijo que los precios que volvieron a sus valores normales después del Día sin IVA pusieron fuerza en la subida. “Este efecto se asocia a una continuidad de presiones en perecederos y en productos procesados. La normalización de los precios en prendas de vestir y calzado luego del Día sin IVA en junio llevó a incrementos de 3,6% en la variación mensual de esta división, con lo que contribuyó en 12 puntos básicos al resultado final, en línea con nuestras expectativas”.