Las mesas directivas de las comisiones económicas no habían designado ponentes para el primer debate de la reforma tributaria, a la espera de que el Gobierno manifestara si le daba mensaje de urgencia o no. Finalmente ayer el ministro del Interior, Alfonso Prada, confirmó que pedirán su trámite abreviado, y de esta manera se iniciará la discusión de la iniciativa, con la cual esperan recaudar al menos $25 billones anuales para financiar una gruesa agenda social.
El ministro Prada indicó a Caracol Radio que “el Presidente de la República ha tomado la decisión de enviar un mensaje de urgencia al Congreso de la República para el trámite de la reforma tributaria”.
Explicó el funcionario que el Jefe del Estado tomó esta decisión “no solamente por razones de importancia de la aprobación pronta de la norma sino porque las normas tributarias tienen una característica diferente al resto de normas legales en Colombia, y es que deben ser aprobadas en el año inmediatamente anterior a la entrada de su vigencia. Es decir, que debe aprobarse antes de la mitad de diciembre, que terminan las sesiones del Congreso, para que a partir del primero de enero del año entrante podamos generar nuevos ingresos”.
La Constitución Política establece en su artículo 163 que “el Presidente de la República podrá solicitar trámite de urgencia para cualquier proyecto de ley. En tal caso, la respectiva cámara deberá decidir sobre el mismo dentro del plazo de treinta días”.
Agrega la Carta Política que aun dentro de este lapso, “la manifestación de urgencia puede repetirse en todas las etapas constitucionales del proyecto. Si el Presidente insistiere en la urgencia, el proyecto tendrá prelación en el orden del día excluyendo la consideración de cualquier otro asunto, hasta tanto la respectiva cámara o comisión decida sobre él”.
El mensaje de urgencia implica que las comisiones económicas (terceras y cuartas) del Senado y la Cámara sesionarán de manera conjunta en el primer debate de la reforma tributaria. De ser aprobado el proyecto pasará a las plenarias para los dos debates finales.
Vale recordar que también tuvo mensaje de urgencia el proyecto de reforma tributaria que radicó en abril del año pasado el gobierno del entonces presidente Duque, buscando recursos para atender el déficit fiscal incrementado por la crisis de la pandemia.
Sin embargo, el entonces gobierno tuvo que retirar esta reforma por la presión en ese sentido en las protestas sociales que se registraron por este y otros motivos en todo el país, pues entre otros gravaba nuevos productos de la canasta familiar.
Luego en julio del año pasado, Duque insistió en presentar el proyecto de reforma tributaria, también con mensaje de urgencia, que fue aprobada, buscando recursos para financiar las ayudas que entregó, y sigue entregando el Estado, a la población de menores ingresos afectada por la pandemia, como el Ingreso Solidario y la Matrícula Gratis en la universidad pública, entre otros.
Necesidad de recursos
En el caso del nuevo Gobierno ha puesto de presente que la reforma tributaria es imprescindible para financiar una densa agenda social, en la que se ha planteado, entre otros, media pensión para por lo menos tres millones de adultos mayores que no cuentan con este beneficio, así como incrementar la cobertura de la universidad pública en al menos 2 millones de cupos en cuatro años.
Por ello el Gobierno ‘corrió’ a radicar este proyecto un día después de posesionarse el presidente Petro, por parte del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
En ese sentido queda en el ambiente la pregunta de por qué el Gobierno no le dio mensaje de urgencia desde la radicación del proyecto y, en cambio, se tomó más de una semana para finalmente hacerlo.
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Precisamente ello hizo que las mesas directivas de las comisiones terceras y cuartas del Senado y Cámara no hayan designado ponente.
Como lo explicó a EL NUEVO SIGLO el senador Miguel Uribe Turbay, del Partido Centro Democrático, integrante de la Comisión Tercera, “estamos esperando a ver si presenta mensaje de urgencia, aún no han nombrado ponentes”.
Agregó que “si hay mensajes de urgencia tienen que nombrar ya ponentes”, tanto en Senado como en Cámara, pero “si no hay mensaje de urgencia primero va por Cámara”.
En el Pacto Histórico, que oficia como partido de gobierno, el presidente del Senado, Roy Barreras, manifestó desde hace varios días al Gobierno que en su opinión la reforma se debe tramitar con mensaje de urgencia, también teniendo en cuenta la premura que tiene el Congreso de aprobar el Presupuesto General de la Nación 2023, que según la ley debe ser a más tardar en octubre.
“Le voy a solicitar al Gobierno que vaya en su primer debate con mensaje de urgencia para luego concentrarnos y ocuparnos en el Presupuesto General de Nación, y una vez que se conozca el déficit del presupuesto que hereda el gobierno Petro podamos en las plenarias, aprobado el presupuesto, darle aprobación final a la reforma tributaria después del 20 de octubre”.
La presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara, Katherine Miranda Peña, de la Coalición Centro Esperanza, le pidió al propio presidente Petro que la reforma se tramitara con mensaje de urgencia.
El “pie en el acelerador”
El famoso “fast track”, o vía rápida, es un mecanismo que dota al Gobierno de facultades extraordinarias para tramitar en tiempo récord proyectos y reformas constitucionales.
Esa vía rápida fue usada, por ejemplo, para que se aprobara el paquete de reformas que se requerían para el Acuerdo Final de Paz, firmado entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc.
En su momento el actual presidente del Senado, Roy Barreras, había expresado que todas estas reformas que quiere el gobierno requieren acelerar los procesos: “Esas reformas requieren recursos, son un reto enorme del que sin duda estará orgulloso el nuevo Congreso si cumplimos con ese mandato. Para hacerlo, se requiere meter el pie en el acelerador, estamos estudiando jurídicamente un mecanismo que no es el fast track que empleamos en la construcción de la institucionalidad de la paz”.
Barreras había asegurado que se podrían juntar las sesiones del Senado y la Cámara de Representantes para ganar tiempo en medio del debate de los proyectos. Dicho mecanismo constará básicamente de tres elementos: el primero de ellos es garantizar que las siete comisiones constitucionales funcionen de forma paralela, para lo cual le pedirán al Gobierno nacional que radique al mismo tiempo todas las reformas, para que las mismas puedan tramitarse inmediatamente.
También había asegurado que en lugar de trabajar dos días a la semana se pueden trabajar cuatro; “por supuesto se pueden hacer sesiones paralelas en todas las comisiones constitucionales y se puede en los proyectos pertinentes a través del mensaje de urgencia hacer sesiones conjuntas de las comisiones económicas”, aseguró Roy Barreras