Excapo Fabio Ochoa descarta ser Gestor de Paz en Gobierno Petr | El Nuevo Siglo
Uno de los fundadores del cártel de Medellín y exsocio de Pablo Escobar, Fabio Ochoa Vásquez, salió de una prisión federal estadounidense donde cumplía condena por tráfico de cocaína, informaron las autoridades penitenciarias. / Foto: Migración Colombia
Lunes, 23 de Diciembre de 2024

EL EXCAPO y fundador del Cartel de Medellín Fabio Ochoa Vázquez aterrizó ayer en el Aeropuerto internacional el Dorado, luego de pagar una condena de 25 años de prisión en los Estados Unidos. El menor del clan Ochoa Vázquez fue imputado por la justicia norteamericana con los delitos de conspiración y narcotráfico, habiendo sido declarado culpable de ingresar cocaína a ese país

Sin cuentas pendientes con la justicia colombiana, el exnarco de 67 años arribará de manera inmediata a Medellín, ciudad en donde pasó la mayor parte de su infancia y vida delictiva, en compañía de su familia, especialmente su hija.

Ochoa había recuperado la libertad el pasado 3 de diciembre en Estados Unidos, donde en 2003 había sido condenado a 30 años y cinco meses de cárcel y al pago de una multa de 25.000 dólares por ser parte de una organización que ingresaba un promedio de 30 toneladas mensuales de cocaína al país entre 1997 y 1999.

Aunque se había acogido a la política de sometimiento a la justicia en el gobierno de César Gaviria, donde pagó los delitos cometidos mientras era miembro del Cartel de Medellín, a fines de la década de los 90 reincidió en delitos de tráfico de drogas, por los que sería arrestado y posteriormente extraditado.

Ochoa también perteneció al grupo MAS (Muerte a Secuestradores), que se creó en Colombia en la década de 1980 tras el secuestro de su hermana Martha Nieves Ochoa por parte del M-19, la extinta guerrilla nacionalista de origen urbano.

Según sus abogados, durante los años de prisión Ochoa se dedicó a la invención de artefactos relacionados con la generación de energías limpias.

“Se acabó la pesadilla”

“Una maravilla, finalmente se dio”, fueron las primeras palabras de Fabio Ochoa tras pisar suelo colombiano a los medios de comunicación. En medio de una multitud de cámaras, micrófonos y asistentes a su llegada, Ochoa fue claro al afirmar que no se arrepentía de nada de lo hecho en su vida pasada, además de recalcar que su captura fue un montaje.

“Yo no lo hice pensando en hacer mal. Por este caso no hice nada, no soy culpable, me lo montaron. Yo en el pasado me sometí a la justicia y confesé mis delitos”, dijo el excapo. Cuando fue interrogado sobre participar en el programa de gestores de Paz, medida que pidió Miguel Rodríguez Orejuela excapo del Cartel de Cali, afirmó no pensar en ello, más allá de ser un “tipo de paz”.

Los sobrevivientes del Cartel

Además de Fabio Ochoa, su hermano Jorge Luis Ochoa Vázquez y Carlos Lehder son los únicos grandes capos sobrevivientes del Cartel de Medellín. Al igual que Fabio, Lehder fue extraditado a principios de 1987 tras su captura en una hacienda de Guarne, Antioquia. Enseguida, el capo fue enviado y juzgado por la justicia estadounidense, inicialmente a cadena perpetua y 135 años de prisión en Illinois.

No obstante, tras colaborar con la justicia de ese país con declaraciones, su condena fue reducida a 55 años, a pesar de que inicialmente había acordado una rebaja mayor con la Oficina Fiscal. Tras varios intentos, todos fallidos, fue en 2020 cuando se produjo su liberación tras cumplir tres cuartas partes de la condena, además de tener un avanzado cáncer de próstata. De manera inmediata a su salida, Lehder fue trasladado a Alemania, donde presuntamente se encuentra libre al no tener deudas con la justicia de ese país.

En el caso de Jorge Luis, el segundo de los Ochoa, justo con sus hermanos se sometió a la política de sometimiento a la justicia de 1991 y pagó tan solo cinco años de prisión, a pesar que se le vinculó en casos como el magnicidio de Luis Carlos Galán, la autoría intelectual en asesinatos a miembros de la policía, magistrados y periodistas. Tras su liberación en 1996 se dedicó a negocios dentro del marco legal. Juan David, el mayor del clan Ochoa, tuvo un caso similar al de Jorge Luis, pero en 2013 murió de causas naturales.