Tras un año con muchos altibajos y un ritmo diario supremamente accidentado, los colombianos se aprestan a disfrutar de las festividades navideñas y de cambio de año. Una vez más, centenares de miles de hombres y mujeres que pertenecen a las Fuerzas Militares y de Policía, organismos de seguridad, la rama judicial, los cuerpos de atención de emergencias y otras instancias oficiales se encuentran en máximo estado de alistamiento para garantizar que las celebraciones sean en paz y convivencia ciudadana.
En medio de una situación de desorden público e inseguridad que se ha venido complicando mes tras mes, las Fuerzas Militares ya desplegaron uno de los operativos más envolventes de los últimos años. No solo con el refuerzo de la vigilancia a lo largo y ancho del territorio, sino con especial énfasis en aquellas regiones en donde los grupos armados ilegales han venido concentrando su violento accionar, en gran parte aprovechando las debilidades y contradicciones de la política gubernamental de “paz total”.
No se puede perder de vista que hay operaciones de alto calado en marcha contra los grupos residuales de las Farc, sobre todo en el suroccidente y el suroriente del país, en tanto que en la cruzada contra el narcotráfico, las bandas criminales de alto espectro, así como de delincuencia común y organizada se han dado recientemente golpes importantes. En ese flanco no puede haber tregua alguna, es claro.
A su turno, la Policía Nacional indicó que, además del personal asignado de manera permanente para vigilancia y control en todo el país, la estrategia Plan Navidad “Familias Felices” contará con un dispositivo de más de 34.700 policías en todo el país, enfocados exclusivamente en el despliegue de actividades que permitan garantizar la tranquilidad durante las festividades. No solo se busca neutralizar acciones delincuenciales, sino prevenir tragedias, accidentes viales, quemados con pólvora y hasta pérdida de vidas en riñas. Este último aspecto es vital, sobre todo si se tiene en cuenta que en diciembre de 2023 más de 270 personas murieron en esta clase de peleas.
Para todo ello se dispuso de un componente logístico especial para reforzar la labor en varias zonas con seis helicópteros, 45 Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados, 5.867 motocicletas, 1.415 camionetas y 380 camiones.
El referido plan incluye los componentes de “prevención”, con el programa de “Rutas Seguras”, protección de niños y adolescentes, “Escuadrón Antipólvora” y equipos especializados en detección de licor adulterado y en la intervención rápida en casos de violencia intrafamiliar y de género. En lo referente al flanco de “disuasión”, se activaron las estrategias de turismo seguro, combate al contrabando, captura de personas más buscadas, reacción inmediata ante eventos de riñas y otras afectaciones a la convivencia ciudadana, así como las líneas operacionales de protección animal y de entornos seguros, que consiste en planes enfocados a preservar el orden en sitios y rutas de mayor afluencia de público. A todo ello debe sumarse el eje de “acciones contra el crimen”, que engloba lo relativo a seguridad virtual, sana convivencia, Navidad sin armas ni drogas, como también acciones permanentes contra la extorsión.
Es claro que uno de los componentes más importantes es el de seguridad vial, por obvias razones. Según el Ministerio de Transporte y demás autoridades, se calcula que para estas festividades se movilizarán 5,4 millones de vehículos. También habrá 1,3 millones de viajes en buses que trasladarán a más de 14 millones de pasajeros desde las terminales de transporte, en tanto que 10 millones de pasajeros lo harán vía aérea. La meta es reducir sustancialmente el índice de siniestralidad, toda vez que en diciembre del 2023 perdieron la vida 849 personas en accidentes viales.
Finalmente, el que termina no ha sido un año fácil para la Fuerza Pública, que una vez más ha puesto una alta cuota de sacrificio. Según las estadísticas del Ministerio de Defensa, entre enero y noviembre fueron asesinados 90 militares y policías (un 10 % más que el año pasado), en tanto que 425 resultaron heridos en actos del servicio (17 % más que en 2023).
Vista esa complicada circunstancia, sea este el momento para agradecer a los miles de hombres y mujeres que portan las armas del Estado y que estas festividades, una vez más, no estarán con sus familias, sino desplegados en todo el país en pos de que los colombianos celebren en paz y armonía. En un país en donde muchas instituciones están preocupantemente desprestigiadas, hay que resaltar que la Fuerza Pública continúa siendo una de las entidades más respetadas y queridas por la población. Un reconocimiento más que merecido.