El gobierno de Gustavo Petro parece estar próximo a recibir un nuevo “golpe”, luego de los propinados desde el Congreso de la República con el no avance de tres de sus principales iniciativas legislativas en el cierre de año, que resultó siendo un balance negro para el presidente, varios de sus ministerios e incluso algunos senadores y representantes de la bancada del Pacto o afines a esta administración.
Si bien el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ya lo venía avisando semanas atrás, ahora Gustavo Bolívar da confirmación de que el llamado “remezón ministerial” estaría próximo a llegar, siendo finales de diciembre y principios de enero las fechas en que llegaría un masivo movimiento en diversos cargos del Gobierno Nacional.
El hoy director del Departamento de Prosperidad Social advirtió que por ahora serían cuatro los funcionarios afines al presidente que dejarían sus cargos para aspirar a los comicios de 2026. Si bien no es claro que todos tengan el mismo objetivo, Bolívar apuntó a que es casi un hecho la salida tanto en consulados, ministerios, como de otras entidades que resultan claves para el avance de las iniciativas propuestas por Petro.
Primeramente, Bolívar señaló que las salidas serían bien aceptadas desde Presidencia, con el único condicionante de que estas sean anunciadas al mandatario antes de finalizar el año para que Petro pueda reconformar el equipo de ministros y funcionarios para el año y medio de gobierno que le quedará desde 2025.
Posterior a ello, el director del DPS aseveró, con nombre propio, que “Roy Barreras va a participar en la consulta presidencial, eso lo tengo entendido. También Luis Gilberto Murillo, pero no sé si estará en la consulta nuestra o buscará una consulta del centro. Pero él sí va a participar, lo ha expresado”. Esto dejaría libre la embajada en el Reino Unido, que debe solucionar los acuerdos de visados para colombianos con ese país, gestión que ha liderado Barreras desde semanas atrás.
En cambio, Murillo dejaría libre la Cancillería, luego de que a lo largo del año ha emprendido una gira mundial para fortalecer los lazos con naciones del continente, pero especialmente de África. Asimismo, otra de las banderas del canciller ha sido el rechazo por los ataques a Gaza desde Israel, lo que ha generado fricciones en las relaciones de los dos países, además de un distanciamiento, previamente establecido, con el gobierno de los Estados Unidos.
“Alfonso Prada también he escuchado que Mauricio Lizcano, todo ese santismo que está dentro del Gobierno. Y también Juan Fernando Cristo. Ahí hay varios que no son precisamente de izquierda, pero que pueden participar con nosotros, porque han estado aportándole al Gobierno”, fueron otros de los nombres que Bolívar dio como posibles precandidatos para 2026 y que dejarían sus puestos en esta administración.
Otras caras que miran la salida
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ya había avisado con anterioridad de los movimientos que se podrían generar en el Gobierno. No obstante, no ha dado claridad sobre algún nombre. Sin embargo, una de las perfiladas para esta salida sería Susana Muhamad, la ministra de Ambiente y Desarrollo Social, quien tras su gestión en la COP16 ganó adeptos y espalda para optar por el puesto presidencial en los comicios de 2026.
Asimismo, desde Minas y Energía también se podría presentar un cambio, ya que Andrés Camacho estaría interesado en optar por el principal cargo en el Ejecutivo. De otra parte, en este caso sin intenciones electorales, algunos sectores políticos apuntan a que la ministra del Deporte, Luz Cristina López, deje su cargo, especialmente por las complicaciones que presentó la cartera desde su llegada, pero además los retos a afrontar en el siguiente año con recursos severamente limitados.
Finalmente queda el propio Cristo, a quien ya menciona Bolívar. El ministro del Interior optó en los últimos meses por una postura más centralizada, y que muchos analizaron como alejada del Gobierno, que podría ser proyectada a las elecciones en 2026. Su respaldo en el Partido Liberal, que quedó evidenciado en el impulso de las reformas, especialmente la de Salud en la Cámara, le ayudaría a optar a las elecciones, aunque con serias dudas sí lo haría bajo el ala del Gobierno o por una opción de “independencia”.