Una semana antes de que Chile asista a las urnas para votar sí cambia o no su carta magna, partidarios y detractores de la propuesta de la nueva Constitución en Chile se enfrentaron en el centro de Santiago tras coincidir dos marchas opuestas en la recta final de una campaña donde escala la tensión por el plebiscito constitucional del 4 de septiembre.
Una movilización de ciclistas favorables a aprobar la carta magna llegó a la plaza Italia, epicentro de las protestas desde octubre de 2019, y se cruzó con otra organizada por gente del campo, que a lomo de caballo y en carruajes expresaba su rechazo a la propuesta.
En la céntrica rotonda capitalina ambos grupos se enfrentaron a gritos, se lanzaron piedras e incluso algunos jinetes dieron latigazos a los ciclistas. De acuerdo a un vídeo difundido por canales de televisión locales, uno de los carruajes tirado por caballos atropelló a varios ciclistas, al irrumpir al galope en la marcha de los partidarios de la Constitución.
El presidente del partido Comunes, Marco Velarde, que forma parte del oficialista Frente Amplio, condenó lo sucedido en redes sociales. "En el último tramo de campaña no puede escalar este nivel de violencia", alegó en su cuenta de la red social Twitter.
En la noche del sábado, en un acto público por la opción del "Apruebo" a la nueva Constitución celebrado en la costera ciudad de Valparaíso, se realizó una intervención supuestamente artística en la que una persona extraía una bandera de Chile del ano de otra.
El acto fue grabado y compartido en redes sociales, generando gran polémica y repudio por parte de oficialismo, la oposición y la sociedad en general. Este hecho, vale referirlo, fue denunciado ante la Fiscalía ese mismo día.
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Voto obligatorio
Ahora bien, más de 15 millones de chilenos están habilitados a ir a las urnas el próximo domingo, en la primera convocatoria desde 2012 en que el voto será obligatorio y con pena de multa de no concurrir.
"El evento más probable es que gane el rechazo y la diferencia de ese resultado depende de cuánta gente vota y de quiénes votan", explica a la AFP Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago.
Según el académico, el avance del "rechazo" al nuevo texto constitucional se debe fundamentalmente a "problemas en ciertos contenidos" sobre la organización del Estado, y no tanto por el catálogo de derechos que establece, "en el que hay coincidencia de que hay un salto adelante".
Y es que todos los sondeos coinciden en ubicar la opción "rechazo" al frente de la intención de voto para el 4 de septiembre, con porcentajes que llegan al 56% y una distancia del "apruebo" de entre 4 y 12 puntos, en un plebiscito que tiene lugar tres años después de que estallaran las mayores protestas sociales en décadas en el país.
La nueva Constitución busca modificar el actual Estado reducido, que prioriza la inversión privada, por un Estado de bienestar, con una batería más amplia de derechos fundamentales.
Entre las propuestas más polémicas están la "plurinacionalidad", o reconocimiento de diferentes naciones indígenas y pueblos originarios; la instauración de un Consejo de la Justicia en vez del Poder Judicial, con una justicia especial indígena; y el derecho al aborto.
Adicionalmente, analistas explicaron la ventaja del "rechazo" por múltiples factores, entre ellos la fase de desaceleración de la economía, un ambiente político muy crispado, y una exitosa campaña de quienes se oponen a la nueva Carta Magna.
"Han hecho una campaña novedosa en comparación con otras campañas de la derecha si consideramos que el rechazo es básicamente la defensa del statu quo y mantener la Constitución de Pinochet”, dijo Claudia Heiss, politóloga de la Universidad de Chile.
El acuerdo político para la redacción de una nueva Constitución establece que en caso de rechazo del texto, seguirá rigiendo la Carta Magna actual, redactada durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), pero reformada decenas de veces tras el retorno a la democracia.