“Adelantar otra constituyente en Chile no se ve nada fácil” | El Nuevo Siglo
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Domingo, 4 de Septiembre de 2022
Redacción internacional

EL capítulo que comenzó el 6 de octubre de 2019, cuando el alza en el pasaje del sistema de transporte público de Santiago desembocó en un fuerte estallido social, forzando al entonces presidente conservador Sebastián Piñera a convocar un acuerdo de unidad nacional para gestar una nueva Constitución, concluirá hoy con la asistencia obligatoria de los chilenos a las urnas, para definir si aprueban o rechazan el texto propuesto por la Convención Constituyente.

El camino ha sido largo y la expectativa alta. El ambiente de polarización es más que notorio y se evidencia en las encuestas. La más reciente de ellas, la de la firma Criteria (publicada el viernes), el 42% dijo que reprobará el contenido, otro 28% lo aprobará, aunque lo considera regular y el 26% de éstos lo considera sobresaliente. Los indecisos, que serían lo que inclinarían la balanza electoral, todos los sondeos los ubican en alrededor del 18%.

De cumplirse esta predicción, ¿Qué rumbo deberá tomar el gobierno del presidente izquierdista Gabriel Boric?  Pues bien, considerando que buena parte de su programa de gobierno se edificó bajo el supuesto de que ganaría el “apruebo”, sin duda esto sería un reversazo para su agenda y hasta para su gobernabilidad.

De acuerdo con Fernando Cvitanic, profesor chileno de Democracia, Globalización y Conflicto y de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Sabana, adelantar otra constituyente, como sería el plan B del gobierno izquierdista, sería profundamente complejo, y es probable que los grupos radicales de ambos espectros ideológicos reaccionen muy mal ante cualquier resultado que se presente.

EL NUEVO SIGLO: Hoy Chile votará por el “apruebo” o por el “rechazo” del nuevo texto constitucional. ¿Cómo ha visto la campaña y cuál cree que sea el resultado?

FERNANDO CVITANIC: Al ver las últimas encuestas parece que va a ganar el “rechazo” pero todavía hay que esperar. En su momento las encuestas daban como ganador a José Antonio Kast y terminó ganando Gabriel Boric así que hay que tomárselas con cautela, porque en el marco de la campaña se equivocaron bastante.

No obstante, más allá de las encuestas hay una gran polarización, una profunda división, y un factor que se debe tener en consideración es que mucha gente de izquierda va a votar por el “rechazo” porque piensa, y así lo han expresado, que el texto constituyente no es el apropiado para regir el futuro de los chilenos y del país.

Es equivocado pensar que solo la gente de derecha apoya el “rechazo”. De hecho, un número considerable de personas considera que éste es un texto que desune más, de lo que ya está, la nación chilena.

ENS: El presidente dijo que si gana el “rechazo” el gobierno acataría el resultado. ¿Qué implicaciones puede haber para su gobierno?

FC: El asunto está en que el 80% de los chilenos votamos porque se adelantara un nuevo texto constitucional, pero eso no se traduce en que ese porcentaje de ciudadanos aceptemos ese nuevo texto y ese es el cálculo que hizo mal el gobierno. Pensó: “Como el 80% votó por el apruebo para cambiar la Constitución, entonces esa mayoría aceptará cualquier documento” y eso no terminó siendo así.

En este sentido, la presidencia de Gabriel Boric está ante una encrucijada muy difícil porque su programa de gobierno está vinculado a un “acepto”. De proclamarse el “rechazo” tendrán que gobernar con una Constitución en la que no creen porque tiene sus orígenes en la dictadura, así que esta alternativa sin duda le quitaría piso político al mandatario.

Cuando ganó el Brexit, el entonces primer ministro, David Cameron, quien había llamado al país a permanecer en la Unión Europea (UE), terminó renunciando. No estoy diciendo que pasará lo mismo, pero sin duda sí será un golpe muy fuerte. Por eso el gobierno está estudiando alternativas.

El escenario es muy complicado. Lleva seis meses y ya tiene una popularidad bastante baja. Ha habido muchos errores en el manejo de la política exterior, en hacerle frente al sur del país con el levantamiento de los mapuches, se le ha visto la inexperiencia y muchos sentimos que el cargo de la presidencia perdió con él algo así como la majestad. Se le nota aún muy imprudente y se le saca mucho su falta de estudio. Será un reversazo duro si gana el “rechazo”.

ENS: Digamos que gana el “rechazo”. A nivel social, ¿Qué cree que pueda pasar? ¿Volveremos a ver las manifestaciones del 2019?

FC: Yo creo que sí. Creo que se está repitiendo lo que pasó en octubre del 2016 con el “Sí” y con el “No”. Si gana el “apruebo” la gente del “rechazo” dirá que hubo fraude por parte del gobierno. Y si gana el “rechazo” habrá sectores del gobierno como el Partido Comunista que han sostenido que no puede ganar el “rechazo” y que el “apruebo” se debe dar a como dé lugar.

No sé cómo serán las reacciones en las ciudades de Chile, o de que dirá la derecha o la extrema izquierda en caso de que gane una u otra opción. No me atrevería a dar un diagnóstico, aunque los grupos radicales de ambos espectros ideológicos podrían reaccionar muy mal.



Otra constituyente

ENS: Hace alrededor de un mes, el presidente Boric afirmó que si gana el rechazo debe citarse una nueva Constituyente. ¿Qué tan viable sería adelantar nuevamente el mismo proceso?  

FC: Hay varias opciones que ya se están barajando y algunos han dicho que se debe reformar por vía Congreso. Ahora, ¿volver a adelantar una nueva Asamblea Nacional Constituyente, esperar porque se vuelva a redactar un texto y convocar nuevamente a elecciones? No lo veo nada fácil. La ciudadanía está desgastada. La gente se está aburriendo de este vilo que ha sido la nueva constituyente, de tener que votar.

Quizás habría que hacerle reformas, como las que se hicieron en el 2005, al texto constitucional. Fueron las reformas de Ricardo Lagos al texto de Augusto de Pinochet que, dicho sea de paso, sí es una Constitución de dictadura, pero entre 1989 al 2005 se le hicieron bastantes reformas y no quedó ni parecido al texto original. Esa sería otra opción.

Indudablemente el gobierno está haciendo una campaña clara en favor del “apruebo” y eso ha sido muy cuestionado porque se supone que debe ser imparcial en esta consulta.

ENS: Si las proyecciones se cumplen y gana el “rechazo”, ¿qué contempla la actual Constitución chilena?

FC: La que tenemos es una constitución de 1980, en plena dictadura, y es un texto bastante neoliberal en donde el Estado interviene poco y algunos dicen que es la causante de las desigualdades que llevaron a las protestas del 2019.

Pero otros también resaltan que esa es la carta magna que le permitió al país alcanzar un progreso sin precedentes, la que bajó la pobreza (porque las cifras económicas de Chile sobresalen en el vecindario y se afianzaron en el marco de esa constitución). En esto, y hay que ser muy claros en esto, coincide un sector tanto de la derecha como de la izquierda. Sí es un documento nacido de la dictadura, pero nadie puede decir que el país no progresó.