El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, admitió que puede que haya estado "demasiado tiempo" al frente del país, al tiempo que defendió la detención de la dirigente opositora Maria Kolesnikova en la frontera con Ucrania.
"Sí, es posible que haya estado en la silla de la Presidencia demasiado tiempo. Es posible que esté apareciendo no solo en la televisión sino también en cada tetera pero la verdad es que soy el único que puede proteger ahora a los bielorrusos", afirmó el mandatario bielorruso.
El presidente de Bielorrusia aseguró que la Guardia de Fronteras ha hecho "lo correcto" al detener a la dirigente opositora Maria Kolesnikova, que fue arrestada ayer en la frontera con Ucrania. Según el régimen bielorruso, la opositora ha sido arrestada cuando intentaba salir del país pero las autoridades ucranianas han dicho que en realidad iba a ser expulsada y que ella ha impedido que le echaran.
En la entrevista con los medios rusos, Lukashenko ha asegurado que las protestas contra el régimen han sido organizadas por Estados Unidos, operando a través de Polonia y la República Checa, y con el apoyo de una pequeña "burguesía" que, a su juicio, "quiere poder".
En relación a los abusos de las fuerzas de seguridad bielorrusas con los manifestantes y periodistas en los primeros días de las protestas, el mandatario ha reconocido que hubo algunos "excesos" y ha prometido que serán investigados, aunque ha recalcado que los agentes antidisturbios no pueden ser culpados por hacer su trabajo y defender su país.
Preguntado por la imagen en la que él apareció con un fusil de asalto ante el Palacio de Independencia en Minsk, el mandatario ha dicho que quería mandar una señal a los que intentan derrocarle para que sepan que no va a abandonar el poder. "Mi aparición con un fusil de asalto solo tenía un significado: decir que no voy a huir a ninguna parte y que estoy preparado para defender a mi país hasta el final", ha dicho.
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En esta misma línea, ha asegurado que no descarta convocar unas elecciones presidenciales anticipadas pero siempre después de que se aprueben los cambios a la Constitución que tiene previstos. "Después de eso, no descarto elecciones presidenciales anticipadas", ha señalado.
El mandatario bielorruso ha recalcado que no abandonará el cargo. "No me iré. He construido Bielorrusia durante más de un cuarto de siglo. No voy a ir sin más. Además, si me voy, mis seguidores serán asesinados", ha argumentado.
El mandatario ha afirmado, además, que no piensa dialogar con el Consejo de Coordinación, el órgano creado por activistas opositores a raíz de las protestas contra el supuesto fraude electoral en las presidenciales del 9 de agosto.
Lukashenko ha afirmado que el Consejo de Coordinación no representa a la oposición. "No hablaré con el consejo de oposición porque no sé quiénes son estas personas. No son oposición. Todo lo que ofrecen es un desastre para Bielorrusia y para el pueblo bielorruso. Quieren cortar todos nuestros vínculos con la fraternal Rusia. Quieren que tengamos educación y medicina de pago. Quieren que todas las empresas sean destruidas y que los trabajos se queden sin trabajo", ha afirmado. /Redacción internacional con Europa Press