Usar zapatos especiales para ejercitarse, que sean cómodos y tengan buen calce puede ayudar a prevenir lesiones, como ampollas y callosidades. Los zapatos para caminar o correr también deben ser bastante ligeros y ofrecer buena amortiguación, pero no todos los zapatos deportivos son iguales. Encuentre el calce, las funciones y el estilo adecuado para usted.
Busque características útiles
Según los expertos de Mayo Clinic, la forma en que se fabrica un zapato marca la diferencia en cuanto a su calce y función. Conocer las partes básicas de un zapato para caminar puede ayudarle a clasificar los muchos estilos y marcas disponibles.
Está el protector del tendón de Aquiles, el cuello del talón, la parte superior, la plantilla, la suela intermedia de gel, espuma o aire, así como la puntera.
La forma de los pies
Los pies tienen muchas formas y tamaños. Para evitar problemas dolorosos, considere la forma y el tamaño de los pies cuando compre un par de zapatos para caminar. Recuerde, sus zapatos deben ajustarse a la forma de los pies. Nunca debería forzarlos a adaptarse a la forma de un par de zapatos.
Ancho y longitud
Los zapatos demasiado estrechos o anchos pueden provocar ampollas y callosidades dolorosas. Y si la puntera no es lo suficientemente alta y no proporciona suficiente espacio para los dedos puede causar dolor por trastornos como los juanetes y los ‘dedos en martillo’.
Tipo de arco
La intrincada alineación de los huesos, músculos, ligamentos y tendones de los pies forma arcos de lado a lado (metatarsianos) y a lo largo (longitudinales). Al caminar, estos arcos elásticos y flexibles ayudan a distribuir el peso del cuerpo de manera uniforme en todo el pie. Los arcos cumplen una función importante en la forma en que se adaptan a las diversas superficies al caminar.
Por ello, es importante elegir zapatos que se adapten al tipo de arco. Generalmente, los pies se clasifican en una de tres categorías: pies con arco neutro, pies planos o con arco bajo, así como pies cavos o con arco alto.
Lo más importante de todo es la comodidad. No hay un mejor zapato para un tipo de pie en particular, la comodidad y el ajuste adecuado deben ser los principales criterios que se utilicen.
Consiga el mejor ajuste
El calzado con mejor diseño del mundo no hará su trabajo si no se amolda correctamente al pie. Encuentre a continuación algunos consejos para hallar el mejor ajuste en un par de zapatos.
- Use los mismos calcetines que usará cuando camine o lléveselos consigo a la tienda.
- Compre zapatos después de haber caminado por un tiempo y más tarde en el día, cuando los pies estén más inflamados.
- Busque una tienda de calzado deportivo con ajustadores profesionales o en una donde encuentre muchas opciones.
- Pídale al vendedor que le mida ambos pies, mídalos usted mismo, o si puede, solicite que un amigo o familiar le ayude. Mídase los pies cada vez que compre zapatos, porque el tamaño de los pies puede cambiar gradualmente a lo largo de los años. Póngase de pie, para obtener la medida más precisa.
- Si un pie es más grande que el otro, pruébese un par que se ajuste al más grande.
- Pruébese los dos zapatos y compruebe el ajuste. Mueva los dedos de los pies. Si no cuenta con al menos media pulgada (1,3 centímetros) entre el dedo más largo y el extremo del zapato, aproximadamente el ancho de su dedo, pruebe un tamaño más grande.
- Asegúrese de que el zapato sea lo suficientemente ancho. El ajuste de lado a lado de este debe ser cómodo y ajustado, no apretado. Las mujeres con pies gruesos podrían considerar zapatos de hombre o de niño, los cuales se cortan un poco más grandes en la zona del talón y el pulpejo del pie.
- Camine con los zapatos antes de comprarlos. Deberían sentirse cómodos de inmediato. Asegúrese de que su talón encaje bien en cada uno y no se resbale al caminar.
- Reemplace los zapatos desgastados para evitar lesiones.
Todo el calzado que se usa para caminar, eventualmente muestra signos de desgaste. Y aunque se sientan cómodos y no muestren mucho desgaste exterior, puede que no proporcionen suficiente apoyo o absorción de impacto. Cambia tus zapatos cuando ocurra lo siguiente:
Si ha corrido o caminado entre 300 y 400 millas (480 y 640 km) con el par actual y la suela parece desgastada. Incluso si un zapato se ve bien, la mayoría pierde su protección contra el impacto después de alrededor de 300 a 400 millas (480 a 640 kilómetros). Haga una marca en el calendario, en la fecha en la que habrá alcanzado el kilometraje máximo de su calzado para recordarle que debe reemplazarlos y para registrar cuánto tiempo le lleva normalmente recorrer las distancias recomendadas previamente.
Unos zapatos que no calzan bien, originan muchos problemas. Ahora que conoce las características que debe buscar, puede comprar con confianza. Para caminar, use zapatos que sean cómodos y adecuados para un paseo sin preocupaciones.
Para hacer ejercicio es necesario escoger un tipo de calzado adecuado para cada actividad que la persona va a realizar. Por ello, estos son algunos consejos para evitar lesiones en el pie.