No solo la pandemia del Covid-19 ha generado una gran incertidumbre. Factores internos han hecho de esta “la elección más importante” de todos los tiempos, según han manifestado los mismos candidatos, Donald Trump, del partido Republicano, y Joe Biden, del partido Demócrata.
A lo largo de estos meses de pandemia, Estados Unidos ha sido uno de los países más afectados por el Covid-19. Al cierre de esta edición, según el Centro de Control de Enfermedades (CDC), se reportaron un total de 6’571.867 casos y 195.053 fallecimientos. El desempleo, el aislamiento social y la falta de acceso a los servicios de salud por parte de las personas más vulnerables, han generado un aumento en el descontento social.
Por si fuera poco, se sumó una ola de protestas y de violencia en varios estados por el asesinato de Afroamericanos a manos de la policía. Esta olla a presión explotó con fuertes marchas de la población que le exige al actual gobierno, un cambio en la estructura de la policía y medidas contra los actos de racismo, que según han manifestado, continúa fuertemente arraigado a la sociedad norteamericana.
Algunos analistas consideran que estas protestas impactan negativamente en la imagen de Trump en medio de un contexto electoral y podrían representar más votos para Biden.
Por su parte, también se ha dicho que estas protestas y la pandemia han sido factores positivos para la campaña de Trump. Seguidores republicanos condenan la violencia en las protestas, la cual, manifiestan, es auspiciada por los demócratas y niegan la existencia de un componente racial en dichos acontecimientos. “El Partido Republicano condena los disturbios, saqueos, incendios y violencia en las ciudades lideradas por Demócratas como Kenosha, Minneapolis, Portland, Chicago y Nueva York”, dijo el mandatario en su discurso de cierre de la Convención Nacional Republicana el pasado 28 de agosto.
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Las votaciones
Debido a la pandemia, algunos estados han autorizado que los votantes envíen su voto anticipadamente por correo postal, con el fin de evitar aglomeraciones el día de las votaciones. Un total de 39 estados han permitido esta modalidad. El pasado 18 de septiembre, Minnesota, Dakota del Sur y Wyoming, fueron los primeros estados en abrir las votaciones por correo. Según la encuesta más reciente de NBC News y The Wall Street Journal, solo el 30% de los votantes lo harán por correo.
Existe desconfianza a una posible saturación de las oficinas de correo postal. A esto se suma una división adicional. La encuesta reveló que los Demócratas votarán más por correo que los Republicanos, lo cual se puede explicar por la insistente reticencia del Presidente Trump a un posible fraude y demoras en el conteo. Según el mismo reporte, el 43% planea votar el día de las elecciones.
Como sucedió en pasados sufragios, el voto de los casi 32 millones de latinos habilitados para votar y el de los afroamericanos, son clave en estas elecciones.
Como sucedió en pasados sufragios, el voto de los casi 32 millones de latinos habilitados para votar y el de los afroamericanos, son clave en estas elecciones. El movimiento Latinos for Trump está tomando gran fuerza en estados cruciales como la Florida y California, lo cual podría servirle a Trump para su reelección, como sucedió en 2016, cuando ganó los 27 votos electorales de la Florida.
Sin embargo, en estas elecciones los “swing states” o los estados cuya tendencia entre rojo o azul puede variar fácilmente entre años electorales, son uno de los objetivos de ambos candidatos. Este año se consideran swing states a Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Minnesota, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Juntos representan 127 votos electorales de los mínimo 270 que se deben obtener para ganar las elecciones generales.
Biden tiene a favor su fórmula vicepresidencial: Kamala Harris. Con una trayectoria como senadora y exfiscal del estado de California, el de mayor presencia de latinos en todo el país, así como ser inmigrante de ascendencia India y quien ha defendido causas como la reforma del sistema de justicia criminal, la inmigración y los derechos de las mujeres, tiene la posibilidad de atraer el voto femenino de minorías que se sientan representadas por esta figura política.
Así mismo, con 55 años, Harris trae una cara más joven a las votaciones, lo cual podría movilizar electores jóvenes, grupo que, en las últimas elecciones, se caracterizó por representar una alta abstención.
Las votaciones en Estados Unidos se caracterizan por tener electores y candidatos mayores. Ya sea Biden, de 77 años, el nuevo Presidente de los Estados Unidos o Trump, de 74, cualquiera será el presidente más viejo de la historia en asumir el cargo. Derek Thompson en The Atlantic, explica que la población norteamericana se está envejeciendo y los votantes mayores eligen con frecuencia a candidatos cercanos a su edad que cuenten con experiencia en política.
Con lo anterior se evidencia que la sociedad norteamericana continúa fuertemente dividida y aunque las encuestas revelan que Biden está punteando, la verdad es que el sistema electoral en Estados Unidos y por la incertidumbre del contexto en el que se desarrollan las elecciones, es muy difícil predecir un posible ganador. Los próximos dos debates presidenciales pueden definir a ciertos electores indecisos, pero el día de las elecciones, será decisivo.
(*) Candidata a máster en Asuntos Internacionales con Especialización en Comunicación Internacional de la Universidad de Boston.