El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural reconoció a la hacienda La Bolsa de Villa Rica (Cauca) como patrimonio de los colombianos.
La declaratoria representa un acto de reivindicación de la historia y la memoria y la creación de nuevos relatos de la población afrodescendiente del norte del Cauca.
Este inmueble jesuita del siglo XVI, adquirido posteriormente por la familia Arboleda, fue a partir del siglo XVIII una de las principales haciendas esclavistas del país y del norte del Cauca, junto con Japio y Quintero. Hoy, la hacienda se constituye en testimonio de la historia del pueblo afrodescendiente de la zona y en un punto de encuentro en torno a sus memorias y tradiciones.
Con la declaratoria se establece el punto de partida para la formulación de un instrumento para su protección, gestión y sustentabilidad que permita articular y entender los patrimonios que en este territorio coexisten. Asimismo, será una herramienta para fortalecer los mecanismos y estrategias para convertirlo en un nodo que permita no solo entender y crear nuevos relatos, sino para comprender la importancia de estos en la historia de la región y el país. El componente arqueológico es muy importante, ya que la totalidad de la hacienda contiene vestigios que permitirían complementar la reconstrucción de su historia.
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Esta iniciativa también aportaría a la puesta en valor del patrimonio inmaterial relacionado con la hacienda y el legado de quienes allí fueron esclavizados y sus descendientes. Gracias a este proyecto el Ministerio de Cultura, en coordinación con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), busca avanzar en la integración de este bien en la Ruta del Esclavo de la Unesco y los sitios de memoria y conciencia afro del país.
El predio conserva gran parte de sus terrenos y lugares originales como la casa, el cementerio de esclavos, la portada de acceso, el bosque de samanes, las caballerizas y algunos vestigios de las barracas.