El comandante de la Brigada del Ejército Contra la Minería Ilegal hace una radiografía de la actividad delincuencial. Eln, disidencias de Farc y Clan del Golfo, principales actores.

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Una verdadera plaga. Eso es la minería ilegal en Colombia, al punto que viene causando un desastre ecológico por la destrucción de más de 70 mil hectáreas y el vertimiento de mercurio en fuentes hídricas de más de un centenar de municipios. Una plaga que tiene como principales protagonistas a las disidencias de las Farc, la guerrilla del Eln, el Clan del Golfo y otras bandas criminales emergentes o de vieja data. Lo más grave es que las ganancias por esta plaga son hoy por hoy más altas que las del narcotráfico.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, el comandante de la Brigada del Ejército Contra la Minería Ilegal, coronel Carlos Alberto Montenegro, advierte que esta actividad delincuencial también arroja un impacto muy nocivo en la salud de los colombianos debido a los altos niveles de mercurio que tiene el agua y el medio ambiente, especialmente en los 339 municipios golpeados por este fenómeno. Parques naturales, páramos y zonas de reserva, así como ríos y lugares apartados selva adentro son el escenario de la tragedia.

Según Montenegro, actualmente en 163 municipios se lleva a cabo la explotación ilegal de oro, mientras que otros 98 municipios son afectados por la explotación ilegal de material de arrastre y otros 55 municipios por la extracción de carbón.

“Entre estos tres minerales, nosotros hemos considerado que el más crítico y el que más llama la atención de los mineros artesanales, de los grupos armados al margen de la ley y de la misma delincuencia común, es la explotación del oro. Esta explotación financia, de alguna manera, a los grupos armados al margen de la ley”, precisó.

De acuerdo con el alto oficial, “tenemos actualmente ríos afectados por mercurio en Chocó, Antioquia, Cauca, Nariño, Valle, Putumayo, Amazonas, Guainía, así como en el bajo Cauca antioqueño y en el sur de Bolívar. En estos momentos tenemos más de 100 ríos afectados por el vertimiento de mercurio”.

A ello se suman otros daños como la deforestación, que en el último estudio que acaba de salir registró la destrucción de más de 70 mil hectáreas producto de la minería ilegal.

Un kilo de cocaína tiene un precio en Colombia de entre 8 y 10 millones de pesos, y uno de oro puede superar los 130 millones de pesos

“Preocupa que los entes encargados de su recuperación, pareciera que no están haciendo nada, pues ese trabajo no corresponde al Ministerio de Defensa Nacional sino a otras entidades que deberán encargarse de tratar de recuperar esas zonas afectadas por esta actividad criminal que está cada día en aumento”, insistió.

Según Castellanos, “no todas las personas que trabajan en minería ilegal son delincuentes, pues en muchos casos se trata de mineros artesanales o de simple subsistencia. Sin embargo, los grupos armados al margen de la ley se vienen ubicando en las zonas de explotaciones para controlar  por medio de la intimidación y cobrar las llamadas vacunas”.

Protagonismo del Eln

Afirmó el coronel Montenegro, que “en otros casos hemos encontrado que los grupos armados, especialmente el Eln, compran máquinas y las entregan a la comunidad  para la explotación ilegal del oro, en una especie de alianza comercial”.

Aclaró que estas alianzas casi siempre se dan por intimidación.

“El Eln hace presencia en materia de minería ilegal en los departamentos del Chocó, Nariño, Antioquia, Cauca, Valle, Bolívar  y Norte de Santander. Pero también hay presencia de grupos armados residuales de las Farc, que no se desmovilizaron ni ingresaron al proceso de paz, en el Amazonas, Cauca, Guainía y Nariño. Otros grupos armados ilegales, entre ellos el Clan del Golfo, hacen presencia en Antioquia, Chocó, Bolívar, Nariño, Cauca y Norte de Santander”, precisó.

Los operativos llevados a cabo en los últimos años han permitido establecer que el Eln está en 59 municipios  ejecutando actividad de minería ilegal, las disidencias de las Farc en 13 poblaciones y el Clan del Golfo en 67. “Estos grupos hacen, de alguna manera, alianzas con las poblaciones mineras y lo único que les interesa es sacar importantes cantidades de dinero por esta actividad”, recalcó el Coronel.

A la par de lo anterior, los operativos y las investigaciones han permitido detectar a grupos pequeños de delincuencia común que se enfocan en la explotación ilegal de minerales en Amazonas, Antioquia y el sur de Bolívar.

Para el Comandante del Batallón contra la Minería Ilegal, es claro que muchos mineros se desplazan a los sitios de explotación, pues no son propietarios ni de la mina, tampoco de la bocamina, sino que simplemente trabajan donde el mineral está aflorando para tener recursos inmediatos.

¿Y las ganancias?

En cuanto a las ganancias que obtienen los grupos armados al margen de la ley, el alto oficial explicó que esto depende de la modalidad que se emplee, es decir, si se trata de minería en ríos, a cielo abierto o en socavones.

“Nosotros podemos afirmar que los dineros obtenidos por la minería ilegal sobrepasan los del narcotráfico por los precios. Por ejemplo, en Colombia un kilo de clorhidrato de cocaína tiene un precio que fluctúa entre los 8 y los 10 millones de pesos, claro que en Estados Unidos y en Europa tiene otro valor mucho más alto. Mientras que el kilo de oro clandestino (en Colombia)  puede superar los 130 millones de pesos”, afirmó.

¿Cómo se trabaja en las minas? Lo que se ha detectado es que hay acuerdos entre los grupos armados al margen de la ley y las personas que explotan esos yacimientos de manera clandestina. Por ejemplo, hay casos en donde los mineros pueden trabajar allí y dependiendo la cantidad de gramos de oro que saquen deben cancelar unos porcentajes.

“En algunas regiones se paga a estos grupos ilegales entre el 20 y el 30% de lo producido”, precisa el coronel. Incluso llegan a cobrar por el ingreso de la maquinaria y de dragas a las zonas de explotación.

Mucha maquinaria termina su vida útil pero es vendida y aparece en esas regiones de explotación ilegal

¿Qué hacen el Eln, las Farc y las Bacrim con estos millonarios recursos?

Una parte de los recursos se emplea en la adquisición de maquinaria para la misma minería ilegal, otra en la compra de material de guerra y para la incorporación o reclutamiento de personas que engrosan sus filas. Y la restante simplemente va al bolsillo de los líderes de estas organizaciones criminales y sus distintas estructuras.

¿Cómo entra la maquinaria?

De otro lado, el coronel Montenegro llamó la atención sobre la maquinaria pesada, (cada retroexcavadora tiene un precio que oscila entre los 700 mil millones de pesos) que ingresa por las diferentes vías del país. Indicó que estos aparatos no ingresan desarmados al país, sino completos y en su gran mayoría con documentos legales, pero también con papeles falsos. Incluso hay casos en donde las administraciones municipales otorgan permisos para adelantar actividades legales.

Por lo mismo el alto oficial insistió en la necesidad de llevar a cabo estrictos controles no solo para el ingreso de esa maquinaria sino también para sus repuestos, pues “diría que se podría estar permeando a diferentes entidades del Estado para su ingreso al país”.

“Nosotros controlamos todos los procesos legales, pero cuanto terminan su vida útil, son vendidas y aparecen en esas regiones de explotación ilegal”, precisó el comandante.

De allí que ya se esté trabajando en coordinación con la Fiscalía, la Policía, el CTI y otras autoridades para enfrentar este fenómeno.

“Es una cantidad de procesos que si no los controlamos en el debido momento, van a terminar (esas maquinarias) en esas explotaciones ilegales. Por ello trabajamos en coordinación con la Fiscalía, el CTI, la Policía Judicial y las Fuerzas Militares en la destrucción de la maquinaria hallada en los yacimientos, la captura en flagrancia de las personas que hacen el daño ambiental en esos lugares de explotación, y la desarticulación de esas estructuras criminales, especialmente, aquellas dedicadas a la venta del mercurio, a la comercialización ilegal del mineral y, en general, a toda la cadena criminal que no encontramos en el campo”, explicó.

 

 

¿Y el mercurio?

Una de los flancos más importantes en la lucha contra la explotación ilegal de oro es la restricción a la venta y uso del mercurio. Recientemente entró en vigencia una ley que lo prohibió sustancialmente.

El Departamento de Planeación Nacional reveló que cada año se liberaban en Colombia 75 toneladas de mercurio en el medio ambiente, afectando especialmente a 10 departamentos del país.

“Por cada gramo de oro que se extrae son utilizados siete gramos de mercurio y se remueven seis toneladas de tierra. En estos procesos se pierden miles de hectáreas de bosques nativos por la deforestación que requieren hasta 500 años para su recuperación, además de la contaminación de los ríos”, señala Planeación Nacional.

La minería ilegal causa problemas respiratorios y neurológicos, lesiones en los riñones y graves problemas de salud en las mujeres embarazadas, entre otros males, indican las autoridades de salud.

De acuerdo con los expertos, después de China e Indonesia, Colombia es el país que más libera mercurio al medio ambiente en el mundo.

Agrega el informe, que el impacto sobre la salud es impresionante, pues son necesarios recursos que sobrepasan los 931 mil millones de pesos para atender los altos niveles de mercurio que tiene el agua y el medio ambiente.