“Sonidos, colores y sabores del río”. Bajo este eslogan, habitantes de pueblos ribereños del Magdalena celebran que la cumbia es ahora Patrimonio Nacional. Al son de La pollera colorá, La piragua, Yo me llamo cumbia y La cumbia cienaguera, entre otras, los costeños bailarán, reirán y festejarán el reconocimiento de este género y su influencia en la cultura colombiana.
Esta declaración, para algunos gestores culturales, era algo que debía haberse hecho años atrás, puesto que este ritmo es uno de los más autóctonos de la región caribeña.
La noticia se dio a conocer en medio de la celebración del emblemático Festival Nacional de la Cumbia José Barros Palomino de El Banco (Magdalena), que se llevó a cabo la semana pasada y que representa un reconocimiento al mestizaje y el folclor colombianos.
De acuerdo con Alberto Arias, gestor cultural y coreógrafo, “la cumbia es muy representativa a nivel nacional e internacional y es importante que nosotros desde todos los diferentes rincones de la costa Caribe colombiana y de Colombia aportemos para que se pueda mantener viva la tradición de esta danza”.
Este aval es un reconocimiento a la invaluable memoria viva de músicos, compositores, bailarina(es), coreógrafos, lutieres y artesanos que han hecho posible que la cumbia tradicional del Caribe colombiano haya perdurado en el tiempo y que sea un referente del país en el mundo.
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) dio un concepto favorable al Plan Especial de Salvaguardia y por tanto su inscripción en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional.
El patrimonio se refiere al legado cultural, tradiciones, creencias y expresiones adquiridas del pasado, de los ancestros, y transmitidas a las generaciones futuras.
Música con tradición
Que la cumbia sea un Patrimonio Nacional es reconocer la importancia de este género musical, el baile, vestuario, la fabricación de instrumentos artesanales, sus rituales y sus composiciones líricas que plasman la vida cotidiana, memorias, tradiciones orales y la historia del país. Además de los músicos, compositores, artesanos y artistas que han posibilitado difundir esta historia como país, por medio de este arte que es un referente de la música y las tradiciones a nivel mundial.
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural durante su sexta sesión del año aprobó la inscripción de la cumbia tradicional del Caribe colombiano en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional.
Para alcanzar la declaratoria, las comunidades y la Gobernación del Magdalena, en alianza con la Fundación José Barros Palomino (Festicumbia) y el acompañamiento técnico del Ministerio de Cultura, elaboraron el Plan Especial de Salvaguardia (PES), como un acuerdo social construido de manera participativa y donde las y los portadores de tradición y gestores de esta manifestación cultural fueron los protagonistas.
“La cumbia es patrimonio de todos los colombianos, merece un lugar en la historia de Colombia y una consideración importante en la cultura. La cumbia es un verdadero patrimonio de El Banco, de Colombia, de América Latina, y ojalá un día sea patrimonio de la humanidad”, afirmó la ministra de Cultura, Patricia Ariza.
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Cabe destacar que la cumbia es el resultado del encuentro y mestizaje entre indígenas, africanos y europeos. Su historia consolidó la identidad de los pueblos del Caribe colombiano y en general de la Nación. En la actualidad esta manifestación cultural reúne el género musical, el baile, así como el conjunto de prácticas y tradiciones vinculadas a su desarrollo, como el vestuario, la fabricación de instrumentos artesanales, los rituales y las fiestas.
Referente cultural
En el Caribe colombiano la cumbia es de carácter colectivo e involucra toda población, sin importar la edad. Representa un referente central de sus procesos culturales y su identidad. Las narrativas que se plasman en sus composiciones líricas se inspiran en la memoria y la oralidad de la región Caribe y son un mecanismo valioso de la representación de las formas de vida cotidiana, los oficios, los paisajes y la idiosincrasia.
En palabras de Yury Arango, bailadora: “Esto va conmigo, si me lo prohíben, es como si me prohibieran nacer, yo nací con esto".
En este sentido, desde el Plan Especial de Salvaguardia (PES) de la Cumbia Tradicional del Caribe Colombiano se realizaron mesas de trabajo en el departamento del Magdalena y talleres en Atlántico, Bolívar, Córdoba y Sucre, con la participación de cerca de medio millar de personas.
El PES recoge diversas voces y visiones que enriquecen la cumbia como una fuente inspiradora del imaginario cultural del Caribe colombiano y del país. Visibiliza la multiplicidad de relatos, historias, memorias, sentimientos y tradición oral gestados alrededor de la cumbia y a lo largo del tiempo. Igualmente, reconoce el trabajo que realizan los colectivos, sabedoras y portadores de tradición para promover la transmisión de la cumbia a las siguientes generaciones.
El plan propone el desarrollo de seis líneas de salvaguardia: fortalecer las capacidades de los procesos sociales y comunitarios que mantienen la cumbia vigente en el tiempo; el fomento a la investigación, documentación y producción de conocimiento; la trasmisión del conocimiento, formación y educación; el fortalecimiento de los espacios y las estrategias de encuentro, comunicación, divulgación y recreación; el fomento a la creación, circulación y difusión de las producciones sociales, sonoras y creaciones artísticas; y la articulación y gestión institucional para la implementación del Plan Especial de Salvaguardia.
Festival Nacional de la Cumbia
Este evento cultural, que tiene como epicentro El Banco (Magdalena), reconocido como la “Ciudad imperio de la cumbia”, busca promover la salvaguardia de las expresiones y manifestaciones culturales y folclóricas de la región de la Depresión Momposina.
Se desarrolla en un escenario fluvial con más de 300 metros cuadrados sobre el río Magdalena y es el punto de encuentro de más de 1.200 artistas. Todos los espacios del Festival buscan contribuir a la salvaguardia de la cumbia y del legado del maestro José Barros Palomino, uno de los más destacados y prolíficos creadores musicales en toda la historia de la música popular y regional de Colombia. Dentro de su repertorio se encuentran más de 700 obras con ritmos de cumbia, porro, entre otros.
Cada año el Festival reúne una amplia agenda de actividades que contempla los concursos de parejas bailadoras de cumbia, canciones inéditas, cumbiambas, el cumbión y las ferias artesanales y gastronómicas y muchas más.