El Papa instó a abrir una "negociación sincera" en Nagorno Karabaj, escenario del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán que volvió a activarse el pasado 27 de septiembre, y pidió que se detenga el derramamiento de "sangre" para lograr una "paz estable" en la región.
"El conflicto ha conllevado la destrucción de las infraestructuras así como los lugares de culto con la implicación de la sociedad civil cada vez mayor. Es una tragedia", exclamó el Santo Padre. De este modo, incidió en que se abra una vía de negociación con el apoyo de la comunidad internacional para pacificar la zona.
Azerbaiyán sostiene que la solución al conflicto con Armenia pasa necesariamente por la entrega de esos territorios. Armenia apoya el derecho a la autodeterminación de Nagorno Karabaj y aboga por la participación de los representantes del territorio separatista en las negociaciones para resolver el conflicto. Tras el reinicio de la guerra, las partes beligerantes han pactado en tres ocasiones un alto el fuego, pero ninguno se ha cumplido.
Por otra parte el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, viajó ayer a Azerbaiyán para discutir con las autoridades el conflicto que involucra al Gobierno azerí, aliado turco, con Armenia por el enclave de Nagorno Karabaj.
Cavusoglu se reunió con su homólogo azerí, Ceyhun Bayramov, "para intercambiar opiniones sobre la situación reciente en la región", en especial después de que Armenia pidiera ayuda a Rusia para intervenir, algo que Moscú se comprometió a hacer si el conflicto entra directamente en territorio armenio.
Bayramov denunció que Armenia continúa disparando contra civiles y asentamientos azeríes, "a pesar del acuerdo de alto el fuego logrado tras la reunión de Ginebra, ignorando los llamados de los copresidentes del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa".
Armenia, por su parte, negó acusaciones similares en el pasado, y señala por el contrario a Azerbaiyán como primer responsable de las hostilidades.
Asimismo, Cavusoglu anunció la pronta llegada del ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, para discutir en más profundidad la situación sobre el terreno.
La región de Nagorno Karabaj, cuya soberanía se disputan desde hace décadas Armenia y Azerbaiyán, está sufriendo una espiral bélica desde finales de septiembre. Los enfrentamientos se mantienen a pesar de que se han acordado tres altos el fuego que han sido incumplidos en cuestión de horas.
La región forma parte oficialmente del territorio de Azerbaiyán pero tiene mayoría de población armenia y está controlada de facto por Armenia desde el final de la última guerra, en 1988, cuando las fuerzas militares armenias se hicieron con el control de este enclave y de varios distritos azeríes colindantes.